Por recomendación de Paula, la librera de la librería Al·lots, nos acercamos al edificio antiguo de la Universidad de Barcelona en la plaza Universidad para conocer sus jardines.
Después de toda una vida viviendo en Barcelona y de muchos años pateando el centro, nunca se me había ocurrido entrar allí. Y realmente es un oasis de paz, precioso y un lugar ideal para descansar con los niños después de un ajetreado paseo por la ciudad.
Verde y más verde por todas partes, estanques, peces y fuentes que hicieron las delicias de Martí.
Y mientras Martí se entretenía con todas las novedades, el ir y venir de los estudiantes, los anuncios en los corchos y el ambiente me transportaron a épocas cada vez más lejanas en que mis problemas eran otros y mi vida era distinta. Y me gustó revivir aquella sensación de ser solamente estudiante.
Nosotros fuimos una mañana de un día entre semana. Es un lugar muy tranquilo que en realidad no está pensado para ser ocupado por familias, sino para descansar, inspirarse, leer y ¡cambiar el mundo! Y aunque ni mucho menos nos sentimos fuera de lugar, intentamos que nuestro paso por allí fuera silencioso y respetuoso.
Los jardines se encuentran dentro del edificio de la Universidad de Barcelona. Se puede entrar por la calle Aribau o por la Gran Vía (delante de plaza universidad) y cierran los fines de semana y los días (y horas) en que la Universidad está cerrada. Si lleváis cochecito, hay que tener en cuenta que hay muchos tramos de escaleras. Por todo lo demás, un lugar precioso digno de ser visitado y un oasis de paz al lado del bullicioso centro de la ciudad.
Un gran plan después del paseo por los jardines es ir a tomar un helado a Delacrem (increíblemente ricos y artesanales) y, por supuesto, pasarse a saludar a Paula la librera de Al·lots (al lado de Delacrem) y darle las gracias por la recomendación 😉