El Museu d’Història de Catalunya es un museo situado en la zona de Palau de Mar en la Barceloneta. Aprovecha parte de los antiguos Magatzems Generals de Comerç (MGC), uno de los pocos edificios conservados del antiguo puerto industrial de la ciudad de Barcelona. Justo este 2021 cumple 25 años de su inauguración.
En él podréis descubrir toda la historia de Catalunya des de la antigüedad a nuestros días. Además, tiene un espacio para exposiciones temporales y todos los fines de semana proponen actividades educativas y lúdicas para hacer en familia.
Cómo llegar y accesibilidad
A menudo a las familias nos cuesta hablar del concepto del paso del tiempo. Si cuando son pequeños ya se hacen un lío entre el mañana, el ayer y el hoy, imagínate hablarles de tiempos pasados. Por eso, visitar el Museu d’Història de Catalunya nos puede ayudar a introducirnos en el hace muchos y muchos años la gente vivía aquí mismo, pero de formas distintas.
Para empezar a preparar nuestra visita, nosotros consultamos el cómo llegar. Tenéis varias líneas de bus cerca (V17, H14, D20, V15, V13, 39, 45, 51, 59 y 120) y la parada de metro de la Barcelona L4. Además, si venís de fuera, hay diferentes parkings de pago justo al lado.
El edificio cuenta con varias medidas de accesibilidad que hacen que la visita sea muy cómoda para las familias. Es un edificio de 4 plantas, pero tiene de todo y con diferentes opciones para moverse. Mis hijos se lo pasaban pipa cogiendo el ascensor, subiendo con las escaleras mecánicas y bajando por las rampas. En todos los pisos encontraréis baños, con cambiadores en la planta 0. También hay bancos donde sentarse de vez en cuando.
Hay una zona nueva fantástica, el Espai Àgora. Se encuentra en la planta 0 y es un lugar de acogida y descanso. Tiene unos sofás perfectos para sentarse y reposar. Ideal para hacer una pausa para picotear algún snack. Y tiene un punto de recogida selectiva de residuos. También hay una zona de consignas por si vais muy cargados dejar alguna cosa.
Entre todas sus posibilidades de guías accesibles está la específica para el público familiar “Puja al tren de la història”. Es una guía en papel con divertidas ilustraciones que plantea actividades y retos a los niños y niñas. Está genial para hacer más entretenida y amena su visita a la exposición permanente. Hay dos opciones de 6 a 8 años y de 9 a 12 años.
Cabe destacar que el precio de la entrada está súper bien y los menores de 16 años no pagan. Además, el primer domingo de mes la entrada es gratuita.
Pensando en las familias
Al llegar nos dirigimos a la recepción, que nos trataron con mucha amabilidad y atención. Ahí nos informaron de toda la oferta expositiva, nos ofrecieron una guía de “Puja al tren de la història” y nos dieron a conocer la programación de actividades lúdicas del día.
Y ahí empezaba nuestro viaje por la historia de Catalunya. Llegamos súper pronto a las 10h, os lo recomiendo porqué es una hora que casi no hay nadie aún y se empieza con energía.
Mis peques tienes 2 y 5 años y aún me sorprendo recordando que estuvieron más de 3h bien entretenidos. Yo pienso que el secreto es que este museo sabe muy bien cómo hacer divulgación y explicar nuestra historia. También ayuda que la mayoría de cosas están a la altura de los niños y niñas. Tienen muchos objetos físicos expuestos y algunas propuestas de exploración táctil y auditiva que hace que la visita sea amena y para nada aburrida. Además, en sus exposiciones temporales como la que tienen ahora de Guillén. Màgia a l’espai escènic, están dedicando un espacio lúdico pensado justo para los más pequeños donde pueden interactuar y jugar con lo que han visto en la exposición.
Además, nos hemos enterado que este 2021 están haciendo un Plan de accesibilidad porqué quieren eliminar todo tipo de barreras ya sean físicas como comunicativas. Y así llegar a ser un museo para todo el mundo sin excepción.
4 plantas llenas de historia
Decidimos empezar por arriba, la planta 3 dedicada a la historia más reciente entre los siglos XVIII al XXI. Aquí nos pasamos ya una hora entera contemplando las diferentes salas. Por un lado, pudimos ver y explicarles los cambios de la revolución industrial gracias a la introducción de las máquinas de vapor. O los avances que hubo con la llegada de la electricidad. Lo que más les gustó fue girar una manivela para hacer funcionar todos los telares a la vez de una fábrica textil, una industria de gran tradición en Catalunya.
Hicimos un paseo por los inicios del catalanismo político, y los avances de la II República. Pero también pasamos por la Guerra Civil y la dictadura franquista. Aquí mis hijos quedaron impresionados al ver la reproducción de una aula de escuela de aquella época.
Lo que más nos gustó fue ir comparando las cocinas de cada época. Madre mía como han ido cambiando las cosas, así lo demuestran los electrodomésticos y todas las comodidades que nos hemos ido inventando para vivir. Ellos se quedaron boquiabiertos con la moto y el coche, el mítico 600 de seat, que hay en medio de la sala donde se narra el crecimiento económico de los años 60.
Luego bajamos a la planta 2 para hacer un viaje aún más atrás de la historia. De la prehistoria a 1714. Aquí pudimos ver cómo vivían, cazaban y cocinaban en la época de la prehistoria. Pero también, como eran las civilizaciones que dejaron huella en la costa Mediterránea pasando por los poblados de los íberos, los romanos y cómo empezó a fundarse Catalunya.
En estas salas a los niños les encantará ver armaduras y caballos (incluso se pueden montar en uno con la ayuda de un taburete, claro). Aquí también se analiza las diferentes clases sociales de la época medieval y se termina la exposición con un momento culminante en la historia de Catalunya, La guerra de Successió, cuando se perdieron todas las instituciones políticas catalanas y por primera vez se prohibió hablar el catalán.
Pessics d’història: Actividades familiares
Durante el año el Museu de Història de Catalunya ofrece todos los sábados a la mañana actividades para el público familiar. Podéis ir consultando las propuestas en nuestra Agenda Amarilla, cada tres meses las van actualizando y renovando, en julio y agosto no tienen programación.
Hay propuestas para todas las edades, algunas a partir de 6 años pero también encontraréis a partir de 3 años. Son actividades educativas con las que se busca una interacción más amena y lúdica con alguna parte de la exposición permanente. Aquí toda la familia pueda aprender y a la vez divertirse.
En su oferta encontraréis actividades que os transportarán a la prehistòria, a la antigua Tàrraco, a la época medieval o en la época de la revolución industrial. También tienen otras más temporales y que se ajustan a una festividad típica de algún momento del año. Como por ejemplo en Sant Jordi en el mes de abril o en las Fiestas Mayores en verano.
Las actividades duran entorno a una hora y media. Todas se inician en el espacio del Ágora que sirve de encuentro y conocimiento del grupo. A continuación el educador/a hace una introducción de la actividad y nos guía de forma muy interactiva por la sala o espacio expositivo del museo al que se refiere la temática de la actividad. Y para finalizar, el grupo se dirige al Taller del historiador, en la planta 0, donde se hace una actividad taller lúdica en familia.
Nosotros como fuimos a finales de junio hicimos la actividad de És festa major! Nos lo pasamos muy bien, pudimos aprender de dónde vienen este tipo de celebraciones. Así visitamos parte de la exposición dedicada a la prehistoria, y época griega y romana. Y terminamos haciendo un taller de banderolas inspiradas en las celebraciones populares de las fiestas mayores. Una manualidad en la que todos, mayores y pequeños, participamos. ¡Un recuerdo que nos pudimos llevar a casa!
El restaurante y sus vistas
Al terminar la visita al Museu d’Història de Catalunya os recomiendo alguna cosa más. Por un lado, podéis completar la mañana o hacer una pausa del día comiendo en el restaurante cafetería 1881 del grupo Sagardi. Este se encuentra en la última planta del museo. Su gastronomía es mediterránea y tienen una oferta especial para “Txikis”.
Y si no os quedáis a comer, al menos subid y salid a la terraza. Desde ahí podréis disfrutar de las visitas de Barcelona y de su puerto. Siempre es una maravilla contemplar la ciudad desde las alturas y más con niños.