Ya no recuerdo la primera vez que visitamos este lugar, ni cuantas veces hemos ido— perdí la cuenta hace mucho—, pero sí que, al principio, nuestro Pau casi no llegaba a ver los trenes, ni subiéndose a los cajones. Pero por más tiempo que pase, visitar La Gran maqueta de Barcelona es uno de nuestros clásicos, los domingos por la mañana. (Eso y el vermut, claro.)
Aunque la entrada del local no resulta demasiado atractiva, al fondo del pasillo existe un paraíso para los amantes de las maquetas y de los trenes, de los 0 a los 100 años… ¡O más! Un universo paralelo a la gran ciudad, desconocido para muchos, mezcla de exposición y ludoteca. Y todo gracias al trabajo de la Fundación ARAPDIS.
La entrada es gratis para l@s niñ@s y los adultos pagan solo 3 €, que junto con el dinero que se recauda de la venta de los Playmobils y juguetes expuestos, sirven para contribuir en la labor de dicho colectivo, para la inserción socio-laboral de personas con problemas de salud mental.
Además de la exposición de trenes, coches, autobuses, edificios, túneles, atracciones, etc. que recrean (libremente) localizaciones de la capital, La Gran Maqueta ofrece a sus visitantes un fantástico espacio de juego para que ha ido creciendo con los años— igual que sus visitantes— y donde tod@s pueden conducir un tren, montar vías, alzar castillos… Junt@s.
Y para desconectar, después de tanto ajetreo, hay una estupenda plaza justo en frente, donde se puede tomar algo en la terraza de alguno de los bares, mientras l@s pequeñ@s siguen jugando en el parque. ¡Eso si conseguís apartarlos de los trenes, claro!
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