Banay es un Espai Infantil y Familiar que apuesta por la coeducación y la corresponsabilidad. Una “escoleta” con ratios súper reducidos de 4/5 niños/as por educadora. Lo que es sin duda, condición necesaria para poder cuidar de las necesidades de cada niño/a.
Espai Banay nace de la idea de dos madres y profesionales del ámbito educativo que creen firmemente en que otra educación es posible. Es por ello que queremos crear un espacio respetuoso con la evolución de las niñas y niños.
Arantzazu y Alba se conocieron para crear Banay. Una pedagoga, trabajando en lo social y otra psicóloga. Ambas madres, ambas del Poblenou, con la ilusión de crear un proyecto educativo en el barrio donde hacer tribu. Banay significa tribu en filipino. Una tribu donde se promueve la conciliación familiar y laboral. Y esto empieza desde las propias fundadoras, que crearon este proyecto para poder seguir estando cerca de sus familias.
Un proyecto de crianza creado desde los valores de la economía social y solidaria
Un valor diferencial de Banay es que sus fundadoras creen y comparten los valores de la economía social y solidaria. Desde el inicio ambas buscan la relación con las diferentes entidades del barrio para aportar valor a las familias, organizando charlas y talleres en su espacio. También están en contacto con otras escuelas de educación infantil y buscan hacer red visibilizando en el barrio la importancia de los cuidados.
Son varios los pilares sobre los cuales se fundamenta Banay. Uno de ellos la coeducación, entendiendo ésta como la educación en igualdad de niñas y niños, así como la equidad de género, la diversidad, el respeto, la convivencia, la cooperación y la solidaridad.
En su espacio de crianza con las familias, los valores educativos de la cooperación y el respeto, son la base desde la que trabajan. Otro tema que abordan desde pequeños, es el de la perspectiva de género, que trabajan con entidades a través de talleres y actividades educativas.
Un proyecto educativo alternativo basado en el respeto
El enfoque pedagógico es alternativo, ya que incorporan diferentes corrientes como la pedagogía Pikler, la no autoritaria no directiva, la educación viva, así como Rebeca y Mauricio Wild, creadores del entorno relajado.
Entendemos que el proceso de aprender es un proceso que se inicia dentro de la propia persona como respuesta a una necesidad básica, biológica, y no es un proceso de condicionamiento exterior de fuera hacia dentro.
No hay un conjunto de conocimiento predeterminado que hay que aprender en un momento concreto, sino que cada persona determina en cada momento cuál es el camino intelectual, emocional, social, vital que siente que tiene que desarrollar.
Arantzazu es pedagoga y tiene un master en crianza por la UB , mientras que Alba es psicología y cuenta con un postgrado en violencia de género. Ambas madres y socialmente comprometidas con su proyecto educativo y con la economía social del barrio. En Banay, potencian y promueven la coeducación a través del juego y trabajan la inclusión, tanto en el espacio de crianza como en el familiar, siempre de manera acompañada, atendiendo a los miedos y dificultades que surgen en el rol de la maternidad y paternidad.
Un Espacio de Crianza por la mañana y un Espacio Familiar de tarde
Situado en el barrio del Poblenou, disponen de un local a pie de calle amplio y luminoso adaptado para que los más pequeños se sientan como en casa.
La reforma del espacio se hizo con cariño aportando luz y materiales naturales al espacio que ahora se acoge los juegos y risas de los niños/as de Banay.
Entramos por una primera gran sala que funciona como recibidor, donde normalmente se organizan las actividades más regladas, charlas y talleres. A continuación recorremos el espacio de servicios con un pequeño baño adaptado y una cocina (a la que también le entra luz) que les permite guardar los alimentos que las familias traen para sus hijos/as y calentarlos a la hora de la comida.
En el interior y con salida al patio tenemos la gran sala de juego libre que está en continua evolución, adaptándose a los ambientes que Arantzazu y Alba montan para los niños/as.
Sin duda la joya del espacio de juego es el gran patio con arenero, donde se puede jugar al aire libre, sin necesidad de salir a la calle.
En su funcionamiento, de 8h a 16h es un Espacio de Crianza para bebés de 6 meses hasta 3 años, donde se respeta el ritmo, las necesidades y capacidades de cada criatura.
Por las tardes es un Espacio Familiar en el que se organizan Grupos de Crianza, Lactancia y Talleres Familiares.
El día a día en Banay
Los banayeros y banayeras suelen llegar entre las 9h y las 10h, por lo que hacen una entrada relajada. Por las mañana las familias que no tienen prisa para ir a trabajar se quedan un ratito jugando.
Hacia las 10h se prepara el almuerzo, por las mañanas casi siempre se come fruta. Una vez terminado el almuerzo, las acompañantes proponen una actividad.
Las actividades no son obligatorias, así que las que lo quieren hacer son bienvenidas a realizarlas y a quien no le apetece siempre puede realizar otra actividad.
A las 11:30h-12h se empieza a preparar la comida. Se lavan las manos, cantan una canción y todos van a la mesa. Como la comida es la que el niño/a come normalmente en casa (se la traen sus padres en tupper) normalmente no hay drama para comer y se lo acaban todo.
A las 12:30 h cuando marchan los y las compañeras de la mañana se preparan para dormir. Ponen música tranquila y se estiran en las camitas. Es un momento de relax donde cada niño/a pide lo que necesita. Nadie está obligado a dormir.
Conforme van despertando, Se incorporan al juego libre y tranquilo, hasta que todas/os se despiertan y enseguida les vienen a buscar las familias.
La tribu recomienda
Siempre nos gusta preguntar a una familia usuaria real del espacio que estamos valorando sobre su experiencia. En esta ocasión, Adriana nos cuenta:
Buscábamos un lugar donde la comodidad y el bienestar del niño, la seguridad emocional del peque, fuera lo primero. Con un ratio pequeño, para que pudieran atender sus necesidades y dar continuidad al cuidado que le habíamos estado dando durante sus primeros meses de vida. Encontramos en Banay la segunda casa de Isaac. Además de que el espacio es chulísimo, grande, a medida de los peques, las chicas son muy cariñosas y respetuosas. Nos vamos tranquilos con la sensación de que el niño se queda “en familia”. Lo recomendaría porque como madre, estoy muy tranquila, y mi hijo está muy feliz. Es que no puedo pedir más!
Con palabras como estas… poco más podemos decir 🙂
