Siempre estoy atenta, en busca de destinos que ofrezcan emoción y aventura para toda la familia. Considero que unas vacaciones son épicas cuando logran marcar recuerdos imborrables tanto para adultos como para niñas y niños. Entre estos destinos memorables, hoy quiero compartiros nuestra ruta por Azores.
Archipiélago de Portugal ubicado en el medio del Atlántico, estas islas de origen volcánico cautivan por su belleza natural y su compromiso con la sostenibilidad. Durante 10 días, nos embarcamos en una emocionante travesía que nos llevó a descubrir los tesoros ocultos de un viaje único.
Ponta Delgada: nuestra puerta de entrada a la aventura
Nuestro itinerario comenzó en Ponta Delgada, en la Isla de São Miguel, donde fuimos recibidos por la cálida brisa del Atlántico y la encantadora arquitectura colonial. Desde el primer momento, pudimos disfrutar de distintas propuestas para familias. Exploramos el casco antiguo, probamos delicias locales como frutas tropicales en el Mercado da Graça y nos sumergimos en la rica historia marítima de la comunidad. Además decidimos realizar una excursión al lago do Fogo, el mirador más bonito de la isla y en Mosteiros, uno de los mejores lugares de Sao Miguel, vivimos un mágico atardecer en familia. Ponta Delgada fue sin duda el escenario perfecto para iniciar la aventura.
Calderas y miradores: testigos de la magia volcánica
Continuamos nuestro viaje por Sao Miguel y algo que os recomiendo es aventurarse hacia las impresionantes calderas y miradores que salpican Azores. Entre tanta belleza y vitalidad, en el borde de la caldera de Sete Cidades, hicimos un poco de trekkings y nos adentramos en la isla y sus bosques de Laurisilva. Aquí podéis visitar otro mirador, el Boca do Inferno, desde donde se observa el espectacular contraste entre el verde exuberante y el azul intenso de los lagos. Cada parada nos ofrece una vista panorámica única. Lo que más atesoro de estos paseos fue sentir la poderosa fuerza de la naturaleza y lo fascinante que les resultaba a los pequeños escuchar las historias de los antiguos volcanes que dieron forma a estas tierras.
Furnas y sus termas: un oasis para toda la familia
Después de días llenos de aventuras, es importante que en cada viaje familiar tengamos previsto actividades más relajadas. En este caso descansamos en Furnas, zona de termas que considero es un sí o sí en este destino. Visitamos el Jardín botánico Terra Nostra uno de los baños termales clásicos del lugar y las Termas de Doña Velha o Dona Beija, con un paisaje más salvaje, donde niñas y niñas jugaron en los manantiales naturales, mientras los adultos nos sumergimos en la serenidad del entorno. Algo de aquí que no os podéis perder es el exquisito y curioso plato típico “el cozido a la fumarola”, cocinado allí mismo en las calderas.
Vila Franca do Campo y avistaje de ballenas
La culminación de nuestro viaje nos llevó a Vila Franca do Campo, desde donde nos trasladamos hacia el islote volcánico conocido como Ilhéu, reserva natural del archipiélago. Allí tomamos un baño en una piscina natural y nos sorprendemos con impresionantes vistas del cráter. ¿Sabías que además Azores es uno de los mayores santuarios de ballenas del mundo? Pues ¡sí! Y es la parada favorita de la ballena más grande del mundo, la ballena azul. Es por eso que, como broche de oro de nuestro viaje, ya de regreso hacia Ponta Delgada, hicimos un paseo en lancha para disfrutar del avistamiento de ballenas y delfines, una experiencia única e inolvidable que nos dejó a todos sin palabras.
Compromiso con la sostenibilidad
Algo que me gustaría destacar de este maravilloso destino, es que Azores es aventura y diversión y además es un recordatorio de la importancia de viajar de manera responsable. Desde el uso de energías renovables hasta la promoción del turismo sostenible, este archipiélago es un ejemplo inspirador de cómo podemos disfrutar de la naturaleza sin comprometer su integridad. Como madre y tour líder me siento agradecida de compartir este mensaje con mis hijos y otras familias.
En resumen, os recomiendo visitar Azores que además ¡está muy cerca! Es un gran destino para vivir una viaje transformador en familia. La inmensidad del mar, sus ballenas y delfines, generosas playas, acantilados, lagos escondidos, cráteres, ríos sinuosos, saltos, aguas termales y montañas imponentes. Un verdadero paraíso oculto en el corazón del Atlántico.