Cuando crees que ya conoces casi todos los rincones de tu ciudad, un día descubres que no, que afortunadamente aún puedes sorprenderte. Para nosotros, el Museu Marítim de Barcelona era esa espectacular construcción de piedra que une las Ramblas y el Paral·lel. Pero desde nuestra visita, se ha convertido en un referente cultural en la ciudad para toda la familia. Si tú tampoco lo conoces, sigue leyendo y te daré todos los detalles para que lo visites con tus peques.
Descubriendo un océano cultural en la ciudad
Había pasado mil veces por delante, incluso había ido a algún mercadillo en sus instalaciones, pero créeme si te digo que jamás me había planteado hacer una visita. No os voy a engañar, no soy una fan del mar y los barcos. Me mareo hasta en un flotador. Pero el Museu Marítim es mucho más que un museo de barcos. Es una institución pública dedicada a la divulgación de la cultura marítima y a la conservación, preservación y difusión del patrimonio cultural marítimo de Cataluña. Una vez más, gracias Mammaproof por estas misiones que me enseñan nuevos espacios y actividades que enriquecen nuestra vida familiar.
El Museu está ubicado en uno de los edificios representativos del gótico civil más importantes del mundo: las Reales Atarazanas de Barcelona. Al final de las Ramblas, y al lado de la parada de metro de Drassanes, se encuentra esta edificación, iniciada en el siglo XIII, que nació para construir y mantener las galeras y barcos de la época. Pero fue en 1936 cuando finalmente se convirtió en museo.
Tanto si entras por la entrada principal, como por los jardines, enseguida quedas maravillada por sus piedras, arcos y cristaleras imponentes. Solo por esa arquitectura ya vale la pena pasear por sus cinco exposiciones: exposición temporal, Atarazanas y galeras, Cataluña más allá del mar, Les Sorres X. Un barco medieval. 7 barcos, 7 historias.
Un gran Museo para los más pequeños de la casa
Durante la visita, en seguida te das cuenta de que el Museu pretende llegar al público más joven. No solo es completamente accesible con carrito, sino que también, en cada exposición encontraréis elementos educativos y juegos dirigidos a ellos.
En primer lugar, visitamos Atarazanas y galeras, la exposición dedicada al edificio, las galeras y oficios tradicionales relacionados con el mar. Encontraréis una réplica a escala de 1:1 de la Galera Real que participó en la batalla de Lepanto (1571). Aquí solo pudimos quedarnos con la boca abierta durante unos minutos observando los imponentes remos que te obligaban a imaginarte cómo sería la vida de aquellos que tuvieron que empuñarlos, hace unos cuantos siglos ya.
En una esquina de la exposición hay unas piezas con las que los niños y niñas (y algunos mayores) podrán construir el edificio de las atarazanas. Os aseguro que esta actividad es un éxito.
También encontraréis unos sellos de piedra que plantean un juego que ayuda a mantener la atención de los niños y niñas durante todo el recorrido por el Museu. El juego consiste en pasar ese sello a un papel y localizarlo en otros puntos del Museu.
En la exposición Cataluña más allá del mar podremos ver la evolución durante tres siglos (XVIII-XX) de la navegación marítima catalana: del comercio mediterráneo al transatlántico y del paso de vela al vapor. Aquí veréis réplicas preciosas de barcos veleros. Y unas cuantas pantallas interactivas de esas que los peques no pueden evitar toquetear.
Aunque sin duda, lo que más le gustó a mi hijo fue la pared con el dibujo de un pirata que debía llenar con fichas enormes imantadas. A mí me encantaron los dos barcos pequeños a los que debías colocarles las velas. Con todas estas actividades mi hijo no paraba de decir “quiero jugar más” y nos animaba a seguir recorriendo el Museu. Si ese era el objetivo, misión cumplida Museu Marítim.
En la exposición Les Sorres X podréis ver una de las pocas barcas medievales que se conservan en el mediterráneo. Pero si queréis ver barcos de todo tipo: modelos a vapor, transatlánticos o la primera nave en completar la vuelta al mundo os encantará 7 barcos, 7 historias. Son siete historias explicadas por siete personajes a bordo de siete barcos. Realmente interesante.
Pirata por un día
El Museu Marítim de Barcelona pretende desde hace años desarrollar la creatividad de niños y niñas, haciéndoles experimentar y comprender distintos aspectos de la navegación de forma práctica y lúdica en sus diversos talleres y actividades dirigidos a familias y escuelas.
¿Buscar un tesoro entre un montón de barcos y con un pirata de verdad? Es el sueño de muchos niños y niñas. Si hay un tema marítimo que fascina al público infantil es el de los piratas. En el Museu lo saben y han aprovechado este interés para realizar una actividad en familia: Piratas al Museu! Os podéis apuntar el tercer domingo de cada mes hasta diciembre.
Es una actividad teatralizada que dura una hora, donde un auténtico pirata necesitará la colaboración de los más pequeños para recuperar un tesoro. La actividad está dirigida a familias con niños y niñas de entre 4 y 7 años. Y aunque la entrada (4,50€ por persona) no incluye el acceso al Museu, la actividad se desarrolla por varias exposiciones de éste. La verdad es que verles la carita mientras les colocan un pañuelo en la cabeza u ondean la bandera pirata, no tiene precio. O cuando encuentran el cofre que esconde un increíble tesoro… Os contaría más pero tampoco quiero spoilear media actividad. Si a vuestros hijos les gusta el tema, os la recomiendo al 100%.
Uno de los objetivos del Museu Marítim de Barcelona es ofrecer actividades infantiles con un componente lúdico, para potenciar el respeto y estima por el patrimonio y la cultura marítima. Y sin duda, con esta actividad lo han conseguido.
Pailebote Santa Eulàlia, visita obligada
Que levante la mano aquellos que no sepan qué es un pailebote. Admito que no había escuchado esa palabra antes, pero ya no se me va a olvidar. Un pailebote, según la RAE, es una goleta pequeña, sin gavias, muy rasa y fina. Para mí, será siempre el primer barco en el que se ha subido mi hijo. Fue mágico verle tocar un timón como el que ve en sus cuentos de piratas.
El pailebote Santa Eulàlia es un velero de más de cien años que forma parte del patrimonio en el agua del Museu, declarado en 2011 como Bien Cultural de Interés Nacional. Quizás por eso, es el barco elegido por los Reyes Magos para llegar a la ciudad en Navidad.
Con vuestra entrada del Museu tenéis acceso gratuito. Podéis llegar caminando desde las Atarazanas ya que está amarrado en el Moll de la Fusta en el Port Vell de Barcelona. No se tarda mucho en verlo, así que no os dé pereza si los niños están cansados del Museu. Os prometo que en cuanto crucen la pasarela van a reactivarse. Si vais con carrito tendréis que dejarlo fuera del barco porque no es accesible. Si queréis una experiencia más completa, los sábados por la mañana sale a navegar de 10 a 13h. Cuesta 12€, y de 7 a 14 años, 6€.
Más oferta familiar en el Museu: el planetari
¿Aún queréis más actividades en familia? Los primeros domingos de cada mes el Museu dispone de un planetario digital hinchable semiesférico, con proyecciones que permiten al espectador sumergirse en la propia pantalla con temas vinculados a la cultura marítima, la astronomía, etc. Está recomendada a partir de los 3 años. Entrada general 4€ y niños, 2,5€. Encontraréis toda la información en la web.
Patapum
Si no os queréis perder ningún detalle sobre las actividades, fiestas y exposiciones que se pueden realizar en familia os podéis suscribir al boletín infantil Patapum. Los peques aprenderán jugando y descubrirán los secretos que esconde el Museu.
La guinda del pastel
Si buscáis algún producto original relacionado con la cultura marítima, lo encontraréis en su tienda ubicada en el centro de la entrada al Museu y que destaca por su singular forma de círculo. No pasa desapercibida.
Más allá de todo lo explicado sobre el Museu, os diré que si no tenéis tiempo para visitarlo o si simplemente paseáis por la zona, os recomiendo que entréis a conocer sus jardines, tomar algo o comer en su restaurante Norai. Descubriréis un pequeño islote de paz en medio de la jungla urbanita barcelonesa y entenderéis porqué el Museu Marítimo de Barcelona es un verdadero tesoro escondido.
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Ver Política de Moderación de comentariosAlex Casasempere Coulon
Estimados, vivo en Chile y debido a que mi abuelo paterno peleó en el Buque Acorazado Infanta Matía Teresa en Cuba, y para mi es un gran honor conseguirme los planos de este buque, les estaré muy agradecido.
Mi Abuelo se llamaba Rafael Casasempere Pascual. Sargento de Mar y era el panadero de buque.