Aprovechando unas invitaciones que tenía en casa y para esquivar el calor de agosto de la ciudad, me decidí a ir con los niños a la Fundació Antoni Tàpies.
Los materiales, texturas y colores empleados en la obra de Tàpies la hacen muy atractiva y cercana al público infantil. Fue, sin duda, un artista singular como se puede apreciar en el curioso edificio donde está situado este centro artístico. En su parte superior se erige una original escultura: Una silla encima de una nube gigante.
La Fundació se divide en varios niveles. Os recomiendo, si venís en silla de paseo, dejarla en recepción para ir más libres. Si lo preferís también hay un ascensor disponible. Cuando fuimos había una exposición del cuerpo humano, que finaliza el próximo mes de noviembre, que no deja a uno indiferente.
Las salas son diáfanas y espaciosas con cuadros grandes, por lo que los niños no se agobian y disfrutan a sus anchas del arte moderno. Además hasta los dieciséis años la entrada es gratuita.
Para acabar lo ideal es subir a la terraza a mirar el famoso calcetín. Es exterior y justo antes de acceder a la misma hay algunas máquinas para tomar algo mientras se visualiza un vídeo.
Comentaros también que en la Fundació se programan originales actividades familiares. Podéis encontrar más información de las mismas y de la Fundació en su web (ver apartado educació)
Antes de iros no olvidéis echar un ojo a la tienda. Hay algunos puzzles y cuentos para niños realmente bonitos, y también recortables del edificio.