La situación actual del confinamiento perimetral ha limitado algunos de nuestros planes para el fin de semana, pero a su vez, nos ha brindado la oportunidad de ir descubriendo rincones de nuestro municipio. ¿Te ha pasado lo mismo?
En nuestro caso hemos ido buscando esos paseos que nos acerquen lo máximo posible a la naturaleza. Buscando planes para las mañanas de fin de semana que estuvieran cerca de casa pero que fueran planes diferentes a los que hacemos entre semanas. Así que, deportivas puestas y ¡a caminar!
Hoy os propongo 3 paseos fáciles para hacer por la zona de Sant Cugat del Vallès. Cada uno de ellos con un punto de partida diferente: desde Valldoreix, desde Les Planes y desde el Eixample de Sant Cugat. Todas estas rutas son aptas para todas y todos los miembros de la familia: no hay grandes desniveles, no son paseos kilométricos en los que tengas que invertir todo el día, el terreno es regular y hay caminos, en su mayoría, anchos o muy anchos. Eso sí, si tienes bebés hazte con el porteo y deja el cochecito en casa (qué te diré yo que a parte de una enamorada del porteo, soy asesora de porteo).
¡Empecemos!
1. Camino Ermita de la Salud (Valldoreix)
Para llegar al camino que habíamos elegido: La pista forestal Serres d’en Rabassa i de Can Julià, donde encontraríamos la Ermita de la Salut tenéis que dirigiros hacia Valldoreix, concretament a la plaza Joan Gassó. Una vez allí, podéis aparcar pero teniendo en cuenta que, si hay confinamiento perimetral, puede estar lleno de coches de otras familias que también quieran pasear. Además de que, al tratarse de una zona residencial, los vecinos también dejan sus coches en la calle.
Justo en la plaza Joan Gassó es donde hay el inicio del camino (que en realidad, es la continuación de la avenida Monmany). Caminad unos 200 metros hasta un punto en el que encontraréis 3 posibles caminos: uno queda a vuestra derecha, otro os queda justo delante y tiene una cadena y el último queda a vuestra izquierda. Se pueden hacer todos pero hoy os propongo el camino en el que hay una cadena (el que está enfrente vuestro).
Se trata de un paseo fácil porque, a pesar de la subida inicial que hay, el sendero es ancho y llano (sin malformaciones, ni piedras, ni rocas…). Eso sí, con buena subida. No hay perdida ya que no hay bifurcaciones. Gracias a los diferentes caminantes que os encontraréis y el camino principal os llevarán hasta el objetivo sin perderos.
Y el objetivo es llegar hasta el punto donde se encuentra la Ermita de la Salud. Es el punto en el que familias, ciclistas y excursionistas reponen fuerzas y toman la vitamina D.
Al llegar te queda la ermita a tu mano derecha, mirándola de frente podrás ver como al lado izquierdo hay un único banco muy largo y ancho donde os podéis sentar teniendo delante de vosotros la Ermita y tras vosotros las vistas a parte del Baix Llobregat norte. Entre ellos, la cimentera de Pallejà. Es el punto en que se fusionan ambas comarcas, el Vallès Occidental y el Baix Llobregat.
Detrás de la ermita hay una pequeña cabaña que hará las delicias a los y las peques de la familia.
Esta es una buena ruta porque ofrece un espacio verde donde correr, esconderse, saltar y jugar sin riesgos. El camino es fácil, no es largo (1,1 km) y la naturaleza siempre ofrece mucho juego y aprendizaje con las criaturas.
Para el camino de retorno lo que hicimos fue bajar una parte del mismo camino que habíamos subido. Desde la ermita bajamos unos 280 metros (aprox. 3 minutos) hasta llegar a una torre de alta tensión (pintada de rojo y blanco). Allí veréis que hay un camino a vuestra derecha; un camino totalmente visible a pesar de no ser tan ancho como el principal. Este fue el que tomamos y es que no hay perdida, ya que te lleva hasta la Ortiga-Can Monmany (espacio de agricultura ecológica de Collserola).
Una vez ya estáis enfrente de la masia Ortiga-Can Monmany, seguid el camino a la izquierda. ¿Sabes dónde llegáis? ¡Al punto de inicio de los 3 caminos donde habéis empezado!
Se trata de un paseo fácil, que podéis hacerlo circular o de hacer y deshacer por la misma pista, sin complicaciones, para hacer en grupo gracias a la amplitud del camino y con un total de 2,1 km para hacer con los más pequeños y pequeñas.
Eso sí, hay muchos ciclista disfrutando también de la pista, así que no debemos quitar ojo de las criaturas si van y vienen por el camino para que no se les cruce un ciclista que vaya rápido.
2. Camino al Tibidabo (Les Planes)
La segunda propuesta que os traigo nos lleva hasta Les Planes. Concretamente, delante del restaurante Can Cortés, situado en la avenida Can Cortés número 36. Una vez allí, podréis dejar el coche en la misma avenida.
Nuestro camino empieza a escasos metros de este punto. Debéis seguir por la avenida Can Cortés buscando el número 39 (siguiendo la curba que hay delante del restaurante). Pasada la casa número 39 (a vuestra izquierda), seguid por la curva que os lleva a la avenida Collserola 1 (también a vuestra izquierda). Desde allí, hacia la Plaza Transvaal que queda a menos de 1 minuto y seguidamente, ahora ya sí, iniciamos el camino del Salze que lo veréis a vuestra derecha.
Y desde este punto iniciamos y seguimos el camino. Es un camino que tiene alguna que otra curva, por lo que tenemos que vigilar por si los ciclista van rápido, ya que puede haber algún punto que no los veamos venir y del mismo modo, no nos vean.
Es un camino fácil, de terreno sin complicaciones y que suma unos 3 km desde el restaurante Can Cortés hasta enfrente de la catedral del Tibidado y la puerta al parque de atracciones. Y, claro, otros 3 km de vuelta.
Para seguir haciendo el camino que nos lleve directamente al Tibidabo veréis que llegaréis (cuando llevéis 1,1 km, o unos 15 minutos si calculamos paso de adulto) a un punto en el que se dan diferentes bifurcaciones. El camino que escogeremos es el de nuestra derecha.
Se trata de una ruta fácil, llana y con muchas familias, muchos excursionistas y muchos ciclistas. Atraviesa todo Sant Cugat, por eso puedes ver gente que vaya muy preparada, porqué llevara varios kilómetros a sus espaldas. No hay grandes desniveles y las vistas son muy bonitas porque nos ofrecen todo el bosque alrededor de Sant Cugat y Barcelona.
Y para el camino de regreso no hay secreto, ya que se deshace el mismo camino realizado.
En cuanto lleguéis al coche, si se os abre el apetito, siempre podéis hacer una parada en la masia Can Cortés.
3. Camino Pinyer (núcleo de Sant Cugat)
Si vives por el núcleo y/o Eixample de Sant Cugat, esta ruta te interesa porqué no necesitas coche para llegar a ella.
El inicio de la ruta está en la zona del Eixample de Sant Cugat, casi a la altura del inicio de la carretera de la Arrabassada. Nuestro punto de partida es la calle Pinyer. Ésta es una calle en una zona residencial y es cul de sac, sin salida, pero hay espacio para dejar el coche -si en tu caso llegas hasta aquí en coche-.
En este punto de calle sin salida se inicia un camino en el que veréis que hay una cadena, pero la podéis pasar porqué sólo prohibe el acceso a coches. Es un camino muy concurrido por los vecinos de la zona: familias, parejas de jubilados, perros, ciclistas e incluso, ¡caballos! Este acceso te lleva por un sendero con bosque a cada lado -a pesar de que, no se vea frondoso de inicio-. En caso de hacer el camino recto “sin más”, llegaríais hasta la zona del Club de Hípica de Collserola y a la Masia restaurante Vilallonga.
El camino es llano, ancho y fácil. Haciendo este camino por el sendero principal se convierte en un camino corto sin más añadido. Así que, lo que te propongo es salirte del camino principal y tomar caminos secundarios (son sin pérdida y nada ilegal, no te preocupes). Pero verás que vale la pena y que una vez con el camino principal a tus espaldas, allí sí que te invadirá la sensación de bosque profundo y frondoso.
Y te preguntarás: ¿cómo saber cuál es el camino que tienes que tomar? Bien, una vez has pasado la cadena de la calle Pinyer empiezas el camino que todavía no es bosque (verás que a tu lado izquierdo hay una valla y hierbas silvestres; eso era un antiguo campo de golf). Pues una vez pasado este tramo (50 metros) ves que el camino se abre y observas el bosque. Sigue caminando y ya desde ese punto ves que a 20 metros tienes otra cadena, pero la pasas. Camina unos 150 metros y observa como a tu izquierda queda un camino que te adentra al bosque. Es un camino totalmente visible aunque no tan ancho, cógelo. Y, ¡voilà! Ya estás en el bosque y de golpe todo cambia: te transporta a una zona de bosque más propia del Montseny que del núcleo de Sant Cugat. Hay mucha densidad de árboles, las hojas crean una película en el suelo, por las fechas en las que estamos sientes la humedad, las ramas forman arcos y hay mucho silencio.
Id siguiendo los caminos formados, todos te llevan por la zona y acabas saliendo en un punto u otro del camino principal. Si vas temprano por la mañana puedes sentir el rocío y puedes ver como el sol se cuela entre las ramas de los árboles.
Un paseo fácil, sin complicaciones, con menos gente que en las dos propuestas anteriores, a tocar del Eixample de Sant Cugat y muy agradable por el recogimiento que ofrece el bosque.
