Cuando ser diferente se convierte en una gran virtud
El protagonista de este espectáculo habita un universo particular en que juega con las imágenes y las transforma. De repente aparecerá Pomodoro, un pequeño ser que empezará siendo una proyección para convertirse en una marioneta real, y esta visita alterará la rutina de nuestro protagonista. Se iniciará así una estrecha relación de confianza y solidaridad que dará paso a la búsqueda de un sueño común bajo el cielo estrellado.
Tian Gombau se transforma en el hombre pantalla para explorar las posibilidades tecnológicas y la sincronía de imagen, sonido y teatro gestual a la hora de estimular los sentidos.