Espectáculo familiar
En una estación de tren se encuentra una vieja titiritera, pero no recuerda que hace allí. Sola, emprende la aventura de recordar quién fue, y su única pista para averiguarlo serán el amor hacia su pareja y sus títeres guardados en una vieja maleta. Una historia que nos coloca ante realidades como la vejez, la vulnerabilidad y la soledad. Esa anciana que espera en escena, sola, somos todas y cada una de las personas, niñas o adultas, que nos sentamos, con nuestro billete en la mano, en la oscuridad de la sala: esperando, observando, aprendiendo quiénes somos.
La música original compuesta para Estación Paraíso conduce la historia en un enfoque delicado e intimista. Su estilo combina un lenguaje contemporáneo con la búsqueda de una sencillez minimalista, en contraste con los temas universales y trascendentales que subyacen en la dramaturgia. Las piezas musicales de piano en directo dialogan con un espacio sonoro que explota todo tipo de referencias al mundo del ferrocarril, jugando con los contrastes entre el ruido, el silencio y las armonías evocadoras de los viajes mentales y sentimentales que suceden la memoria quebradiza de la protagonista.