Festival Grec 2019
Imágenes y paisajes que hacían pensar en las obras de grandes artistas de todas las épocas, desde El Bosco o Leonardo da Vinci a Magritte o Miró, han sido el punto de partida de espectáculos anteriores de la compañía Aracaladanza como Pequeños paraísos, Nubes, Constelaciones o Vuelos. Esta vez, sin embargo, vuelven a los orígenes y apuestan por conceder la máxima importancia a un vestuario, una iluminación y una música que refuerzan el tema del espectáculo: el deseo de jugar convertido en un billete de ida hacia un mundo de fantasía.
Cinco bailarines y bailarinas interpretan a unos personajes que, con trajes extravagantes de mangas larguísimas, utilizando flotadores infantiles o vistiendo pantalones cortos nos transportan a la niñez, en un juego escénico que es poesía pura y que parece simple, a pesar de estar perfectamente estudiado y trabajado.
No hay miradas determinadas ni inspiraciones concretas en un espectáculo concebido como un lienzo en blanco en el que todo es posible: desde celebrar el claqué a hacer florecer los árboles, hacer hablar a los peces o poner a bailar a unos muñecos de peluche de gran tamaño.