Hay librerías y librerías. Y luego está A peu de pàgina, que merece una clasificación a parte.
Uno se da cuenta en seguida al entrar en la tienda, un espacio vasto, con diferentes niveles, lleno de libros hasta los topes. Su dueña sonríe a todo el que entra y saluda con un si necesitas algo, aquí estoy. Y está, siempre, tan atenta como discreta. Con la puerta abierta para grandes y pequeños lectores o curiosos. Y le encanta. Recomienda, guía, aconseja, comenta. Sabe. Porque ama lo que hace.
A las riendas del antiguo negocio de sus abuelos, que reformó para fortuna de un barrio cada vez más familiar, Gemma trabaja día tras día para mantener una buena cantera de lectores, ofreciendo des de un fondo de colección admirable hasta las últimas novedades, incluidos libros en inglés y francés; creando sinergias con escuelas y negocios de la zona, con editoriales y autores de aquí y de allá, y organizando actividades de todo tipo: des de cuentacuentos o storytellings, hasta vermuts literarios, pasando por Sant Jordi y encuentros de ilustradores, concursos de dibujo y clubs de lectura para diferentes edades. Y vendiendo libros, también, claro está.
El espacio, unos bajos con dos niveles y multitud de coloridos rincones, ofrece al visitante miles de ventanas a universos desconocidos que pueden ojear cómodamente en uno de los sillones o en la alfombra de su acogedor altillo.
Entre sus paredes, decoradas con cuadros, posters e ilustraciones relacionadas con la lectura, fruto de la exposición del momento o recuerdo de alguna pasada, se respira una atmosfera tan relajada, que uno olvida el reloj y da rienda suelta a su curiosidad, al ansia de conocimiento, a la curiosidad.
A punto de celebrar sus 10 años de vida, A peu de pàgina es un bastión de la resistencia a favor de la cultura y sus valores, un referente donde el libro deja de ser objeto de consumo obligatorio o elemento decorativo, y se convierte en un ser vivo que crece con y para aquellos que lo compran y que lo leen, un entretenimiento tan digno como el cine, un placer compartido o el regalo perfecto. Escogido y envuelto con sumo cariño. Este es un lugar para compartir y soñar, a cualquier edad, donde perderse y encontrarse, y descubrir mundos, reales o imaginarios. Un lugar donde todo es posible… (Una librería.) Y mucho más.