Cuando el calor aprieta en la ciudad y además tienes un bebé de menos de seis meses, cuya mejor protección solar es no exponerlo al sol, buscas una alternativa al sol y playa. Y pasar unas vacaciones #alfresco en el interior, dónde cada día hay que ponerse la manga larga aunque solo sea un ratito, puede ser más que recomendable.
Nuestro destino fue esta vez la Rioja. Cómo punto base elegimos Ezcaray, sin saber que además, estaban esos días de fiestas. Buen ambiente asegurado. Pero poco paramos por allí, recorrimos la provincia de cabo a rabo buscando los mejores planes con niños:
1. Tras las huellas de los dinosaurios en la ruta del Cidacos.
En los diversos yacimientos de icnitas alrededor de Enciso, encontrareis huellas de dinosaurios y reproducciones a escala. También hay un parque acuático y de aventura temático, con un pequeño centro de interpretación, por si os apetece alargar el plan dinosaurios.
2. De tapas y vinos en Haro
Una de las cosas que más sorprende a los urbanitas de mis hijos, es ver cómo se apropian de las calles y plazas los niños mientras sus padres salen y entran de los bares. Fuentes, farolas, estatuas, hay tanto donde escalar, esconderse y jugar. ¿Quién necesita parques cuando la calle es nuestra? Para evitar el fastidioso “me aburro” nada mejor que dejarles una cámara sencilla y que fotografíen lo que les llama la atención. En Haro, las esculturas de oficios, fueron la gincana fotográfica ideal para mi hija. De la fabulosa gastronomía de la Rioja no hace falta que os dé detalles, verdad?
3. El Camino de Santiago en Santo Domingo de la Calzada
Explicar a los niños qué es el camino de Santiago, cuáles son las señales para identificarlo y porque emprenden la travesía los peregrinos es muy fácil si os acercáis al centro de interpretación del Camino de Santiago en la oficina de Turismo. Hasta te prestan una capa de peregrino para que te metas en el papel. Una museización muy accesible y pensada para todas las edades.
A mí siempre me impresiona la arquitectura de tierra de las casas que pasan por las calles más antiguas de las ciudades del camino, y por supuesto, sus iglesias y catedrales. Santo Domingo de la Calzada me encantó por sus plazas empedradas. Y ¿dónde más encontrareis dos gallos dentro de una iglesia?
4. Casa de las ciencias en Logroño
Si callejear por el centro y jugar en la plaza del juego de la Oca, no es suficiente; o, cómo en nuestro caso, se pone a llover, refugiarse en la casa de las ciencias, es una excelente idea. Siempre es divertido aprender algo nuevo sobre ciencias, ¿no? El centro de documentación cuenta con una amplia selección de cuentos. Además, alrededor del edificio, situado junto al río, encontrareis múltiples juegos en el mobiliario urbano.
Muy recomendable, también, el centro de la cultura del rioja. Con muchas pantallas interactivas atractivas incluso para los niños más inquietos.
Así, sin casi darnos cuenta, pasamos 5 días magníficos en la Rioja. Y el enólogo de la familia, en solidaridad con la mamá lactante, ¡no visitó ni una sola bodega! Ahora tenemos excusa para volver.