Cerca de BarcelonaEl Maresme es más que mar

Despierta los sentidos en el bosque

Empezamos el fin de semana de #blogtrip en una preciosa reserva de burros, rukimon. En un recorrido muy didáctico podéis aprender las diferencias entre todas las especies y la importancia de su preservación.

La actividad estrella de la mañana fue un paseo en burro. Puede parecer difícil guiar un burro, pero con solo unas cuántas indicaciones, te dejan que tú mismo inicies la ruta por tu cuenta. Un sendero sinuoso que sigue el curso de una riera, siempre en sombra.

A la vuelta, empieza el verdadero reto: sacarse el carnet de conductor. Para conseguirlo tendrás que ser capaz de guiar al burro, cepillarle concienzudamente, ir a buscar hierba para que coma y hacerle un retrato. Si pasas todas las pruebas te sellan tu carnet. Bien orgullosos están mis hijos de haberlo conseguido.

Antes de la actividad de la tarde, parada y fonda en el restaurante cal Victor, a dos minutos en coche de las dos actividades y con un salón amplio, es ideal tanto para familias como para grupos. Cocina casera de calidad y un servicio muy cordial y muy rápido. Mi hijo casi se duerme encima del plato, pero salió el segundo y no dejó ni las migas. No hay sueño que le gane a unas buenas albóndigas con sepia.

Por la tarde tocaba dejar los zapatos y agudizar los sentidos. En descalça’t al bosc del bosc vertical te proponen un circuito sensorial que te invita a observar, oler, escuchar y sentir el bosque, su fauna y vegetación y sobretodo, a jugar con las diferentes texturas: troncos, cañas, piedras, cortezas. Pararte a abrazar un árbol o jugar a pasarte un lápiz con los pies. Muy recomendable. Eso sí, conviene que los niños puedan hacer todo el recorrido autónomamente. A. tiene 3 años y lo siguió bien. En el trecho final pidió calzado más por cansancio que por la dificultad. No olvidar protección solar, antimosquitos y agua!
Me encantó el tramo donde te tapas los ojos y guiándote solo con una cuerda, intentas adivinar con los otros sentidos, que textura pisas.

Marineros en Arenys

Y llegamos al hotel con muchas ganas de una ducha y un descanso. Y qué hotel! SaVoga es un #petitgranhotel, lleno de pequeños grandes y cuidadísimos detalles. Un oasis de paz en pleno centro de Arenys. El patio, la decoración, el trato, exquisitos. Nos costó salir de allí. En pareja o en familia, lo disfrutaréis.

Pero nos esperaba aún una grata sorpresa en la cena. La Marina es uno de esos restaurantes donde, cuál loja, escoges de entre el pescado disponible del día, más fresco imposible. Nos ofrecieron una degustación de pescado, unas colitas de rape, mejillones, calamares… Y todo tan bueno, aún salivo cuando lo pienso. Reserva y llega pronto, para llevarse la mejor pieza.

Y por la mañana, la traca final, por si aún no nos habíamos contagiado del espíritu marinero, un paseo en lamarinada. Cómo aún nos esperaba otro plan, nos contentamos con un paseo corto, contemplando la playa desde otra perspectiva y aprendiendo de Assumpta y Hug los secretos de la navegación. Pero si optas por la ruta larga, puedes parar a darte un baño en una secretísima localización dónde las aguas y el fondo están limpios y cristalinos. Un lujo al alcance de pocos. También organizan una actividad de pesca en familia.

Arte y modernismo en Mataró

Y de allí a la Nau Gaudi, para una actividad familiar gratuita, donde muestran los secretos de su colección. Explican de una manera sencilla qué diferencia la escultura de las otras artes, qué diferencias hay entre arte figurativo y abstracto, que materiales se utilizan en escultura e incluso, nos ayudaron a entender un poco mejor el arte surrealista. Jugamos un buen rato a interpretar con nuestros cuerpos y expresión las esculturas de la colección y os aseguro que los niños son la mar de creativos cuando se trata de teatralizar o conceptualizar. La actividad termina creando nuestra propia máscara.

Resultó tan amena la visita, que se me pasó el tiempo volando y casi no tomé fotografías. Y no pude ver el vídeo que explicaba la recuperación del emblemático edificio de Gaudi. Habrá que volver a Mataró a descubrir su patrimonio modernista.
Había que darse prisa porque teníamos reservada una mesa en lasal varador, para degustar un magnífico arroz con pulpo y rape. Lo mejor y más sorprendente, no es la ubicación en primera línea de mar y que el arroz estuviera de vicio. Es que, además, cuentan con una selección de productos veganos, aplican criterios de reducción de emisiones y tienen el sello slow food. Así, no es de sorprender que estuviera tan lleno, ¿verdad? Los camareros, un 10 en eficacia y amabilidad. Para volver.

Y la verdad, es que después de tanta actividad, nos regalamos un descanso y un bañito en la playa para volver con fuerzas a la rutina diaria. Dos días en Maresme y aún no habíamos mojado el bañador!

Acabamos completamente agotados, pero ¿para cuándo el próximo #blogtrip #bcnmoltmes? Nos apuntamos! Gracias también a costa barcelona maresme por la selección!

Esta crónica forma parte del programa de visita organizado por la marca Barcelona és molt més de Diputació de Barcelona y Costa Barcelona Maresme. Las recomendaciones y opiniones aquí vertidas son independientes y basadas en nuestra propia experiencia.