El Maresme es una comarca imprescindible para descubrir en familia. Ubicada entre mar y montaña, alberga numerosos rincones para vivir experiencias inolvidables a cualquier edad: ya sea para ir a pasar un día, un fin de semana o unas vacaciones.
Rica en historia, cultura y tradición, en el Maresme encontraréis todo tipo de propuestas de aventuras, actividades acuáticas, de montaña, culturales y también deportivas. ¡Sin olvidar su rica oferta gastronómica!
Nosotros fuimos a pasar un fin de semana entero a este bonito rincón de Cataluña, más concretamente, a Santa Susanna, Malgrat de Mar y Sant Andreu de Llavaneres para disfrutar de algunas de sus propuestas familiares que podréis encontrar en la increíble guía de La iaia del Maresme.
¿Queréis descubrir lo que hemos hecho?
Santa Susanna: entre mar y montaña
Santa Susanna está ubicada en un entorno privilegiado entre el mar y el Parque Natural del Montnegre-Corredor. Es muy conocida por su turismo de sol y playa pero también alberga numerosas actividades de interior: el ciclismo y el senderismo son atractivos clave de este municipio que cuenta con el sello de Turismo Familiar por la Generalitat de Catalunya y también de Destino Deportivo.
Nuestro día empezó en la escuela hípica Ak-vall, una hípica que ofrece todo tipo de propuestas relacionadas con los caballos: cursos de equitación, paseos en pony, excursiones y paseos por la montaña, casales, fiestas de cumpleaños…
Nos gustó percibir que lo más importante para Ak-Vall son sin duda los caballos y también que sus actividades fomentan ante todo, el respeto y el amor hacia estos animales. Si quieres montar a caballo, primero tienes que ponerte manos a la obra: cualquier persona que se suba a caballo, debe previamente, preparar y equipar a su animal.
Así empezamos nuestra experiencia, cepillando nuestros caballos, limpiando sus cascos y preparando la montura, mientras nos cuentan historias y detalles sobre ellos.
Después de esta preparación estábamos listos para una clase en el circuito, primero nos enseñaron conocimientos básicos de equitación y así nos fuimos familiarizando con nuestra montura.
Ak-Vall está situada justo al lado del bosque y las salidas a caballo se hacen en un entorno espectacular ¡Así que en marcha!
También hacen algunos recorridos más largos en los que se puede llegar a ver el mar desde las alturas.
De vuelta a la escuela, nos toca quitar los equipamientos a nuestros caballos así como mimarlos con una ducha refrescante y unas ricas zanahorias.
Siguiente parada de nuestra aventura: Ma Brasa, un restaurante de especialidades a la Brasa que nos ha encantado.
Cuenta con una amplia carta de productos seleccionados para todo tipo de público ( propuestas sin gluten, para veganos, vegetarianos…). Ya sea más de carne, pescado o verduras, todo el mundo encontrará algún plato que le guste ¡Hacen hasta los mejillones y los nachos a la brasa! Sus productos son frescos y de calidad, con una carta variada y con platos originales.
Nosotros comimos la pluma de cerdo ibérica y el magret y también nos encantó el cheesecake. Un sitio muy recomendable para comer por la zona.
También es un restaurante muy Family Welcome: tronas y cambiadores para los más pequeños, menús infantiles y dibujos para colorear, una decoración cuidada y acogedora y además el personal es muy amable y atento.
Hacia Malgrat de Mar, en bici
Después de comer, hicimos una ruta guiada con Trek and Ride en bicicleta hasta el Delta de la Tordera, en Malgrat de Mar. Una ruta muy llana, fácil de hacer en familia y muy bonita: con vistas al mar y bordeando playas de encanto salvaje.
Trek and Ride es una agencia de viajes especializada en viajes de aventura: senderismo y ciclismo con o sin guía, enfocados al viaje slow y con una oferta de excursiones de turismo sostenible por Cataluña y también Francia.
Los guías son apasionados de la bicicleta y conocen muy bien al entorno. El nuestro nos contó la riqueza de la fauna de esta zona y nos montró playas protegidas para la nidificación de tortugas y en las que se pueden encontrar flamencos y águilas pescadoras.
Personalmente me encanta ir en bici, para mí la bici es libertad y felicidad y ha sido muy bonito compartirlo en família.
De vuelta a Santa Susanna para dormir
Después de un día repleto de aventuras deportivas, nos fuímos a relajarnos a nuestro hotel: el Aqua Hotel Aquamarina & Spa, ubicado en el centro de Santa Susanna, frente al paseo marítimo. Es un complejo hotelero de calidad con muchas comodidades como gimnasio, bar, piscina exterior y hasta un spa.
La ubicación es ideal, de fácil acceso con el coche, a 100 metros de la playa y con salida directa al paseo marítimo, por el que es muy agradable pasear disfrutando del ambiente costero de Santa Susanna.
Nosotros cenamos en el mismo restaurante buffet del hotel y disfrutamos de una gran variedad de productos: cocina en vivo, mesa de ensaladas, productos internacionales, mesa de fruta con su fuente de chocolate… Los niños han estado encantados con su propuesta infantil (que también incluye verduras ecológicas además de los típicos platos infantiles) y les encantó obviamente la zona de postres con su fuente de chocolate. ¿A quién no?
El restaurante cuenta con propuestas para celiacos y vegetarianos.
Hemos estado de lujo en nuestra amplia habitación con una terracita con vistas a la piscina. Puro relax y olor a vacaciones… Nos hubiéramos quedado unos días más.
En vela ligera y kayak por Sant Andreu de Llavaneres
Sant Andreu de Llavaneres es otro municipio del Maresme lleno de encanto que cuenta con una gran oferta de turismo familiar, deportivo y gastronómico. ¿Habéis oído hablar del ‘guisante garrofal de Llavaneres’?
Nosotros nos fuimos directos a Puerto Balís, un puerto que agrupa tanto actividades náuticas como propuestas gastrónomicas, y allí nos esperaban el el Club Náutico el Balís para nuestra actividad familiar: un paseo en vela ligera, una experiencia que hacía tiempo que tenía en mente. ¡Los niños se lo pasan en grande!
Para esta actividad, los niños van solos en su barca y los adultos vamos con la monitora en una lancha a su lado, así, los pequeños aprenden cómo guiar con la vela y el timón.
Después de la vela, salimos los cuatro en kayak en el mar, la verdad es que es una actividad me encanta: la sensación de libertad, las olas del mar, la brisa marina… ¡Nos lo hemos pasado en grande! Se nota mucho la pasión que tiene el equipo del club náutico por el deporte y las ganas que tienen de transmitir esta pasión a los demás.
Y ya en suelo firme, nos fuimos a comer a la Taverna del Port Balís, un restaurante de ambiente relajado y con vistas al puerto, que ofrece una comida marinera de calidad (lo sabréis al ver la cola de gente que viene a recoger comida para llevar)
Tengo que recomendaros los calamares, las tallarinas y el arroz del señorito. El rebozado y la textura de los calamares, perfectos, las tallarinas para chuparse los dedos, y el arroz, en su punto justo. Tampoco nos pudimos resistido a probar la famosa coca de Llavaneres, rellena de crema, deliciosa.
También tienen un menú infantil con productos naturales y frescos, y el restaurante cuenta con varios ambientes, uno de ellos en una terraza en el piso superior en la que se está muy fresco en verano. Tendremos que repetir.
Y así se acaba nuestra escapada en el Maresme, un sin parar de aventuras con las que hemos pasado del mar a la montaña en cuestión de minutos para vivir experiencias geniales. ¡Volvemos muy contentos de haber descubierto un Maresme que no conocíamos!
Os recomiendo mucho visitar la web de la increíble guía de la iaia del Maresme para descubrir rutas y consejos para disfrutar en familia y también juegos, enigmas y detalles históricos para conocer mejor esta zona y su cultura.
Verdaderos planazos para crear recuerdos maravillosos con vuestras familias. ¡Ahora os toca a vosotros! ¿Qué os apetece probar?
