Pocas veces un espacio resulta tan evocador como para sentirte envuelta en una energía tan positiva como la de Ehiä. Seguramente, sus dos impulsoras, Anna y Elena, son las responsables de transmitir esta paz energizante, sobre todo cuando hablan de un proyecto tan bonito como el que tienen entre manos: acompañar a los niños y niñas en su crecimiento a través del yoga.
Entrar en Ehiä invita a dejarse llevar, a ser un mismo, y eso es precisamente lo que buscan estas dos jóvenes: proponer un espacio en el que los más pequeños puedan ser ellos mismos, con sus momentos álgidos o calmados, sin sentirse juzgados ni limitados.
A través del yoga, proponen dar herramientas a los más pequeños para aprender a dirigir su cuerpo, sus movimientos y su respiración.
No os imaginéis una clase de yoga para niños al uso de una de adultos. La metodología no tiene nada que ver. Seguramente, a ojos de padres y madres sea menos “zen” de lo que nos imaginamos, pero precisamente por que se permite la libre expresión de los niños y niñas resulta tan enriquecedor para su crecimiento y desarrollo.
Anna, hija de maestros de yoga, ha tenido siempre presente la práctica durante toda su vida. És profesora de música y musicoterapeuta y se ha formado como maestra de yoga para niños inspirado en metodología Waldorf. Elena es psicóloga especializada en psicopedagogía y se ha formado en yoga para familias en centros de Madrid y Barcelona. Ambas desbordan pasión por lo que hacen y ganas de trasnmitir este entusiamos a todas las familias que se sumen al proyecto.
Como os decíamos, el espacio es un plus. Un enorme ventanal recoge un chorro de luz natural que resulta clave para crear el clima necesario para compartir la práctica entre los pequeños y las familias. Son dos plantas donde la luz juega un papel importante, pero también los detalles: una pequeña librería con lecturas o un espacio con butacas donde degustar un té dan la bienvenida a este centro. Un espacio libre de obstáculos y equipado con los utensilios necesarios para practicar: mats, mantas y alzas.
Pese a que se considera que la edad idónea para aprender y disfrutar del yoga es a partir de los 6 años, en Ehiä también encontraréis clases para niños más pequeños, y también para practicar en familia. Una experiencia muy enriquecedora también para los adultos: compartir un espacio y tiempo con sus hijos de una forma distinta y consciente. En Ehiä podéis encontrar también sesiones de Yoga durante el embarazo. El embarazo es un momento único y muy especial para la mujer. Es idóneo para practicar Yoga, debido a la nueva sensibilidad y capacidad de la mujer para conectarse con su propio cuerpo e intuición. El centro también ofrece sesiones de Hatha Yoga, el Hatha Yoga incorpora las Asanas (posturas) más tradicionales en coordinación con una respiración profunda y consciente. Incrementa la flexibilidad y la fortaleza, integrando ejercicios de Pranayama (respiración), Bhandas (cierres energéticos) y Mudras (posturas con los dedos) para dirigir y potenciar Prana. y también podéis practicar Kundalini Yoga para adultos.
En su web encontraréis toda la información sobre horarios y precios, y si seguís sus redes (facebook e instagram) estaréis también informados de todos los talleres y actividades que realizarán fuera de su centro: son una fuente inagotable de ideas y proyectos bonitos.
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Ver Política de Moderación de comentariosGuillermo
Buenos días, tengo 65 años y busco un Centro de Yoga cerca de mi trabajo, para conseguir flexibilidad, relajación y eliminar dolor de espalda y brazos debido a malas posturas laborales.
No tengo claro si en vuestro Centro puedo conseguir mis objetivos o solo lo tenéis enfocado para niños y familias.
Os agradecería una respuesta.
Muchas gracias.
Saludos!a