Andreu Toys es una empresa familiar y local, con sede en Sant Miquel de Balenyà, que lleva más de 50 años distribuyendo y fabricando juguetes y material de juego. Con su línea sensory ofrecen juguetes ecológicos de madera que, a través de diferentes texturas, formas, encajes, relieves y grabados, facilitan el juego sensorial.
Andreu Toys utiliza madera certificada procedente de bosques protegidos. El packaging no contiene plásticos y todo el material es completamente reutilizable y reciclable. Todos sus materiales son ecológicos, sin tratamientos químicos y tienen el sello CE y FSC.
Bajo una mirada inclusiva, sus materiales de juego ofrecen diversión a todas las criaturas, según sus momentos evolutivos y capacidades. Unos juguetes para todas y todos, con un gran componente educativo y una muy buena calidad.
Material para jugar con los sentidos
Como formadora y asesora de transformación pedagógica, difundo una mirada de cambio y reflexión, no solo en el ámbito escolar, sino también familiar. Me apasiona el juego infantil y busco siempre ofrecer el mejor material, adecuado a los momentos evolutivos, necesidades y motivaciones. Creo firmemente que el material solamente es un complemento del juego, que de por sí mismo no necesita nada más. Pero un material de calidad, en manos de una criatura, puede convertirse en una poderosa herramienta de crecimiento y aprendizaje.
Cuando tuve en mis manos los materiales de Andreu Toys, no pude esperar a desempacarlos para verlos, tocarlos y olerlos. Son las primeras acciones que van a realizar las criaturas, ese momento de testeo inicial que hace que te enamores o no de un material.
Su gama sensorial me parece interesante e insinuante. Atrevida, pues es un tipo de material que fabrican muchos otros, pero Andreu Toys le ha dado un toque de identidad personal que me gustó. Su propuesta no te deja indiferente.
Mi experiencia con la gama sensorial de Andreu Toys
Todos los juguetes están presentados en una caja de cartón con un diseño muy sencillo y compacto. Se acompañan de una bolsita de tela para guardar y trasladar con facilidad los materiales. Este pequeño detalle se agradece infinito.
Están hechos de madera de calidad, y se nota por su peso, textura y olor. Algo que me gustó mucho es que no tienen color. Es habitual encontrar materiales sensoriales llenos de colores que, lejos de favorecer el desarrollo sensorial, pueden llegar a bloquearlo, al ser demasiado estimulantes. La madera de por sí ya es suficientemente estimulante y es maravilloso detenernos a observar a las criaturas deleitándose con sus texturas, olores, formas…
En cuanto a jugabilidad
Empecemos con los cubos de sonido sensoriales. Consta de 10 cubos con cinco sonidos diferentes. El juego consiste en emparejarlos según suenan.
Al presentarlo en casa, Emma en seguida empezó a hacerlos sonar, resulta muy interesante un material que hace sonido. Leo no tardó mucho en percatarse que hay cubos que suenan igual, y en su momento de necesidad de orden empezó a emparejarlos. Emma seguía con sus peculiares “maracas”, bailando al ritmo de los cubos.
Para Leo una vez emparejados los cubos no tenían mucho más misterio, así que encontró otra forma de utilizarlos a la que en seguida se unió Emma: construir. Estos cubos son maravillosos como material de construcción, ofreciendo así diferentes maneras de utilizarlos. Se trata pues de un material abierto que, pese a tener una intención sensorial, ofrece muchas posibilidades de juego y creación.
Luego nos inventamos un juego en el que según qué sonido se hiciera sonar, había que hacer un movimiento u otro; y luego otro en el que con los ojos cerrados teníamos que adivinar si sonaba uno, dos o tres cubos (interesante también para la discriminación auditiva).
Realmente los materiales son elementos que esperan la magia e imaginación de las criaturas para hacerlas jugar. A veces encontramos juguetes con más o menos instrucciones, pero que sí los ofrecemos con esta mirada abierta y sin intenciones pedagógicas, la magia surge y aparecen juegos que ni podíamos imaginar.
En otro momento probamos el Sensory Geo String Shapes, que consiste en una base con cinco soportes, diferentes piezas geométricas con grabados y unas fichas (también de madera) con diferentes atributos: números, formas geométricas y grabados sensoriales. Las instrucciones están en un código QR que se puede escanear. Yo, personalmente, me las imprimí por comodidad a la hora de leer. Se trata de unas instrucciones muy sencillas que insinúan y proponen diferentes actividades, pero como siempre, resulta muy interesante abrir la mente y ver todo lo que posibilita.
Hay diferentes maneras de jugar. Leo y Emma, evidentemente, lo primero que hicieron fue ensartar las piezas en los soportes. Leo en seguida empezó a organizarlos según su forma y vimos juntos que tenían unos grabados extraños. Estos grabados son interesantes porque son muy diferentes; no son formas convencionales, sino algo que es propio de AndreuToys y le da un toque diferencial. Así empezamos a juntar las piezas con los mismos grabados y las clasificamos en los soportes. Hay muchas formas de jugar que se adaptan a diferentes momentos evolutivos y necesidades. Las piezas, además, pueden ser maravillosas para construcciones y propuestas con piezas sueltas, mini mundos… juegos de buscar formas, hacer un memory sin mirar, etc.
Y, por último, está el Memo Sensory Puzzle. Se compone de un tablero con 9 compartimentos y 18 piezas (parejas), 9 con esquina recortada (para facilitar encajarla y sacarla del fondo del tablero) y 9 más iguales, pero con la esquina sin recortar.
Los grabados sensoriales, una vez más, son muy provocadores y enseguida el juego invita a emparejar las piezas con los mismos grabados. Es complejo, pues son formas con composiciones diversas que requieren de concentración y atención.
Emma empezó a colocar las piezas en el tablero y no tardó mucho en aparecer el juego simbólico: hacían que eran galletas.
Se puede jugar de muchas maneras, pero está pensado para emparejas y clasificar las piezas según sus formas. Se puede hacer un juego de memoria visual o táctil (resulta complejo para los más pequeños, por la variedad de grabados que os comentaba anteriormente). Se puede jugar al memory e incluso traspasar las fronteras y añadir más sensorialidad utilizando las piezas como sellos en la plastilina o colocando un papel sobre ellas y pintando para dejar trazada su textura.
El tablero, además, es maravilloso para jugar a otros juegos de clasificación con piezas sueltas, materiales naturales, etc. Se pueden colocar según diferentes atributos (forma, color, tamaño…) en los diferentes huecos.
En general, con los tres materiales, el grado de jugabilidad va a depender mucho de lo que permita o no la persona adulta y la mirada que tenga hacia el juego. Si nos cerramos a seguir las instrucciones, nos va a costar mirar más allá y ver todas las posibilidades que ofrecen estos materiales.
Por eso os invito primero a tocarlos vosotras, olerlos, sentirlos y jugar. Luego, el primer paso con las criaturas, siempre es la exploración: descubrir todo lo que se puede hacer. Y cuando parece que ya pierden interés, quizás es el momento de hacer la gran pregunta: “¿qué os parece si hacemos…?”.
Con toda la trayectoria de Andreu Toys, no cabe duda de que estos son unos materiales de gran calidad. La madera es preciosa y está tratada lo justo y necesario para ser muy agradable al tacto pero dejar sentir las impurezas de la madera. Se nota que son unos materiales pensados y producidos con mucho mismo y esmero.
Una nueva línea sensorial muy interesante, con unas propuestas diferentes y abiertas para poder jugar sea cuales sean las capacidades y momentos evolutivos de las criaturas.
