Los padres se van al teatro
¿Cómo eras pequeño? ¿Qué referentes aparentemente inocentes condicionaron quién eres ahora? Qué recuerdos tienes de tu infancia y por qué son estos y no otros? Has conseguido ser aquel futbolista, astronauta o rey del mundo que deseabas? O eres socio del Barça, vives en la luna de valencia y te crees el rey de tu casa? Sí, todo son referentes masculinos. Dónde están las mujeres? O mejor dicho: ¿Dónde estaban las mujeres entre los referentes de nuestra infancia?
Estas son sólo algunas de las preguntas que, de pequeñas, ni siquiera nos supimos formular, pero que ahora desgranamos en El mar no cap dins d’una capsa de sabates, un espectáculo que se sumerge en la infancia de toda una generación para hacer una revisión crítica. Porque sí. Porque tal vez, mientras jugábamos a gogos y tazos, integrábamos también una determinada forma de entender el mundo. Porque tal vez, sólo tal vez, el espacio de libertad que sentíamos en nuestros juegos de infancia no era tan amplio como pensábamos. Y para que tal vez, de la misma manera, si ahora, pasados los años, volviéramos en el patio de nuestra escuela, aquel patio inmenso que recordábamos, nos parecería pequeño como una caja de zapatos.
A cargo de la compañía El Martell.
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