Odontología10 recomendaciones para cuidar los dientes de leche

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Clínica Dental Friedländer
 

Durante los primeros años de vida van apareciendo, a veces acompañados de muchas babas y un poco de molestias, a veces no. Son 20 en total y no es importante el orden en el que salen, pero si es importante la simetría, es decir, que cuando sale uno del lado izquierdo salga su compañero del lado derecho. Son los dientes de leche, más blancos y más delicados y si tienen una lesión hay que tratarla, aunque se vayan a caer en un par de años.

La erupción de los dientes de leche está rodeada de falsos mitos, la desinformación abunda y es probable que tengas mil dudas a cerca de sus cuidados. Desde Cínica Friedländer junto con nuestra Odontopediatra Ruth Mayné, hemos hecho esta compilación de consejos para que sus dientes se mantengan saludables desde que erupcionan hasta que toca entregarlos al Ratoncito Pérez.

1. Cepillar desde el primer diente de leche

Desde que aparecen los primeros dientecitos es recomendable cepillarlos 2 veces al día, mañana y noche, con cepillo de dientes y pasta dental fluorada con como mínimo de 1000 ppm (partes por millón de flúor).
Elige un cepillo con cabezal pequeño y hazlo desde una postura cómoda, nuestra recomendación, colocarte desde atrás con su cabecita en tu regazo o apoyada en tu pecho, cepillar cada diente y lo más importante, levantar el labio para cepillar bien la zona donde se unen la encía y el diente.
A edades tempranas no saben escupir y se tragan la pasta, por eso solo rasparemos el cepillo con una pequeña cantidad (aprox del tamaño de un grano de arroz) de pasta dental fluorada. Cuando tu hijo/a aprenda a escupir la pasta de dientes, puedes poner un poco más de cantidad, como el tamaño de un guisante.

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2- ¡Deja atrás el miedo al flúor!

Está probado que el flúor es la sustancia más efectiva en el tratamiento de las caries, pues ayuda remineralizar el esmalte tras el cepillado. El flúor es peligroso solo si se TRAGA en grandes cantidades, digamos que para llegar al límite tolerable de flúor un niño de 3 años o menor, éste tendría que cepillarse durante un día 13 veces los dientes con una pasta de 1000 ppm, asumiendo que se traguen el 100% de la pasta. Es España además hay que mencionar que las aguas no están fluoradas y esto disminuye aún más la posibilidad de llegar al límite tolerable de flúor.
Elige la pasta de dientes leyendo en la etiqueta su composición, no te dejes llevar por la edad que ponga en el envase de la pasta, pues la gran mayoría de veces, en España, no tienen el mínimo recomendado por los odontopediatras.

3- Después del cepillado no se debe enjuagar o beber agua.

Esto es algo que una gran mayoría no sabemos y por costumbre lo hacemos así de toda la vida. Debes saber que enjuagar después de cepillar los dientes, es como poner un medicamento sobre tu piel e inmediatamente limpiarlo con agua, el flúor pierde su efecto remineralizador del esmalte.
Lo último que debe tocar los dientes de tu hijo/a antes de ir a dormir es el cepillo y la pasta de dientes, recuerda que durante la noche, al producir menos saliva, las bacterias que provocan la caries están más activas que nunca!.

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4- El cepillado de los dientes es responsabilidad de los adultos.

Hasta los 5 años debe de hacerlo un adulto y hasta los 8/10 años debe ser supervisado. Esto no quiere decir que ellos no formen parte activa, ellos pueden jugar a cepillarse primero y después el adulto responsable, repasar el cepillado para asegurarse que no hay restos de comida ni placa bacteriana.
Hasta que una niña o niño no es capaz de escribir y colorear círculos pequeños sin salirse de la raya, no es capaz de hacer los movimientos que limpiarán eficazmente sus dientes. Y aun así, hasta los 8/10 años es importante que sea supervisado para establecer buenos hábitos de higiene.

5- Primer año = primera visita al odontopediatra.

La primera visita con el odontopediatra es una mezcla entre educación y resolución de dudas para los padres sobre el cuidado de los dientes de leche, revisar que todo marche bien con los dientes, la oportunidad de establecer buenos hábitos de higiene, revisar el frenillo, problemas de deglución, recibir consejos de alimentación, ideas para dejar el chupete y biberón, etc.
Pero lo mejor de todo es que estas haciendo prevención en salud, debemos dejar atrás la mala costumbre de solo acudir al dentista cuando duele, y convertirlo en una rutina más de salud que se repite año con año.

6- El biberón y chupete no ayudan.

El biberón y el chupete pueden interferir a partir de los 18 meses en el correcto desarrollo de los maxilares de tu hijo o hija. El uso prolongado de tetinas no solo es promotor de problemas de mordida, también, como el caso del biberón, de la caries (esto aplica también a los vasos entrenadores).
Los bebés están más preparados de lo que creemos y muchos con un año de vida son capaces de beber de un vaso común y corriente.

Si por otro lado tu hijo/a tiene el hábito de succionar su dedo, una odontopediatra puede ayudarte a solucionarlo y desterrar el hábito que puede estar haciendo mucho daño a los futuros dientes de tu peque.

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7- Alimentación y dientes.

Hasta los 2 años la OMS recomienda cero azúcar añadido, y si tu hijo ya es más grande, el consumo de azúcares debería limitarse a una pequeña (pequeña de verdad!) cantidad los fines de semana. Recuerda, si consigues acostumbrar a tu hijo a tener buenos hábitos alimenticios y de higiene dental estarás haciendo mucho para que tu hijo preserve sus dientes en buen estado por mucho tiempo.
Cuida la calidad nutricional, pero también la frecuencia, a veces creemos que simplemente con limitar el azúcar basta, pero, la frecuencia es otro de los factores que influyen en el desarrollo de caries. Si unos dientes se mantienen constantemente bañados en alimento, sin intervalos suficientemente largos en los que el diente esté libre de placa dental, la actividad de las bacterias es constante. Las bacterias en si no se alimentan de los dientes, se alimentan de la placa dental y los restos de comida ricos en hidratos de carbono y azúcares, de ahí que una galleta sea una combinación poco aconsejable para tu hija/o.
Alimentos duros para su buen desarrollo maxilar. Es aconsejable que si ya sabe masticar bien, la dieta de tu hijo/a incluya alimentos duros que le impliquen un esfuerzo para masticar, por ejemplo, pan de barra, manzanas, zanahorias crudas, etc. Esto ayuda a desarrollar sus maxilares y que haya espacio para sus futuros dientes permanentes.
Si tiene sed dale de beber AGUA, los zumos, refrescos y bebidas azucaradas están en el top número uno de causantes de caries. Además de esta forma estarás educando su paladar para que en un futuro (cuando tu ya no elijas por ella o por el) sus elecciones para saciar su sed sean saludables.

8- ¡Ojo con la caries! 4 de cada 10 niños tiene caries en dientes de leche.

Parece que es de lo que más hablamos al hablar de dientes de leche, pero es que la caries, siendo una enfermedad 100% prevenible afecta a casi la mitad de los niños en edad preescolar. La caries inicia como una mancha blanca opaca, indicio de que el esmalte se está desmineralizando y perdiendo su capacidad protectora, si ésta mancha es detectada a tiempo, la caries se puede frenar con facilidad. OJO! Si hay un cambio de color en los dientes de tu hijo o si sufre un traumatismo dental acude inmediatamente al odontopediatra.
En los más peques de 0 a 3 años, es muy común que la caries aparezca donde se junta el borde de la encía y el diente, sobre todo en los dientes incisivos donde es fácil que se queden sin remover restos de comida o bebida, por eso recuerda, ¡levanta el labio al cepillar!.
A partir de los 3 – 4 años las caries más comunes y peligrosas son las interproximales (el espacio de contacto entre muela y muela), son caries peligrosas porque como están entre los dientes no se ven, el indicio de que hay un problema es el dolor y muchas veces su única solución es hacer una endodoncia (matar el nervio).
Éstas caries son tan comunes porque durante la erupción de los molares de leche no hay espacios suficientes y los alimentos filamentosos como el fuet, carne, pollo, mango, etc. quedan durante mucho tiempo atrapados entre las muelas y crean el ambiente propicio para las bacterias que provocan la caries. Es necesario pasar el hilo de seda o flosser por las noches para asegurarnos de eliminar los restos de comida entre dientes y evitar la caries interdental, el cepillado solo no puede hacerlo. Tu odontopediatra te puede dar consejos y técnicas para hacer esto más fácil y eficaz.

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9- Primera revisión de ortodoncia a partir de los 6 años.

¿Sabías que con una visita de ortodoncia a tiempo se pueden prevenir problemas falta de espacio para los dientes permanentes y problemas de mordida?. Como te hemos comentado en este post, lo más importante es prevenir, y en el caso de ortodoncia en edades tempranas, es posible prevenir muchos problemas de mordida (mordida abierta, mordida cruzada, sobremordida, etc), diferencia en la anchura de maxilares, problemas de respiración e incluso del sueño.
En esta edad es común que, si hay falta de espacio, el especialista en ortodoncia te recomiende que tu hijo/a lleve un aparato removible para favorecer la expansión de los maxilares y vigilar periódicamente la erupción de los dientes permanentes para constatar que tienen el espacio y la posición correcta. Muchas veces con estos simples pasos es posible evitar tratamientos de ortodoncia correctivos, largos y costosos más adelante.

10- ¿Tu eres su mejor ejemplo!

Cepillarse los dientes en familia es una de las mejores cosas que puedes hacer para ayudar a que tus hijos se cepillen los dientes. Puedes incorporar juegos de imitación, canciones mientras dure el cepillado, o cualquier cosa que motive a tu peque a cepillarse los dientes. Ya sabes, más que con palabras, los niños y las niñas aprenden de ver lo que su madre y su padre hacen, así que ¡a cepillar en familia!.

Esperamos que estos consejos os ayuden a incorporar nuevos hábitos y mejorar lo que ya tenéis instaurados. Y sobre todo, que con la prevención logremos que ningun diente de leche sufra de caries.

 

Categories: Colaboraciones,Odontología,Salud

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