Las Vegas en familia es más fabulosa si cabe y para muestra nuestro primer viaje-aventura como papis…Una escala, 13 horas de vuelo y un destino que a muchos no se os pasaría por la cabeza, pero que es tan original como divertido. Daniela, aún tomaba teta, pero hacía la noche del tirón cuando volamos. A nosotros nos bastó con retrasarle las tomas y aguantarla despierta un par de horas al llegar a Vegas para que el jet lag no fuera un problema.
Las Vegas esta plagado de hoteles. Para viajar con niños recomiendo el Circus Circus, que pese a estar un poco viejillo, tiene un parque de atracciones en el interior que encanta a los enanos. Si os apetece algo mas tranquilo, el Hard Rock Hotel tiene unas habitaciones estupendas y una piscina con forma de playa artificial que hará las delicias de los peques en este caluroso desierto. Nosotros nos quedamos ahí.
El primer día, Dani nos hizo madrugar, nos pusimos zapato cómodo y fuimos a ver la esencia de Las Vegas. Lo mejor es aparcar en el parking gratuito del Hotel Cosmopolitan o NY-NY y salir andando a la calle principal de los casinos, el famoso Strip.
Cada hotel-casino tiene un pequeño centro comercial dentro, además de restaurantes y espectáculos que se pueden disfrutar en familia.
Nosotros nos perdimos entre neones, vimos la fuente del Bellagio, paseamos por los canales del Venezian, curioseamos en las tiendas del Planet Hollywood, comimos en el restaurante de hamburguesas de Gordon Ramsey, montamos en la noria más grande del mundo y acabamos en el Flamingo viendo los flamencos, cacatúas y tortugas en el jardín.
Después volvimos al coche y fuimos a ver la famosa señal emblema de la ciudad. Está al comienzo del Strip, tienen un pequeño parking perfecto para parar y hacer un buen selfie familiar.
Si Estados unidos es el país de la libertad, Las Vegas puede que sea capital de este concepto. Yo paraba en cualquier sitio a amamantar a Daniela si veía que tenia hambre, sólo recibí miradas de complicidad y piropos a la peque.
Al día siguiente pusimos rumbo al parque natural que es una verdadera joya escondida de Nevada, el Valley of Fire State Park. Pusimos rumbo al desierto rojo que os tele transportará a las pelis de indios y vaqueros. Cuesta 10$ entrar con el coche y en el Visitor Center te dan información sobre paseos de distinta dificultad. En todos los puntos de interés hay mesitas con pérgolas geniales para organizar un picnic, si tenéis niños un poco más mayores que nosotros, seguro que se lo pasan pipa con los ratones canguro y lagartos que campan saltando por la zona.
Para el último día quisimos empaparnos del vintage Las Vegas y nos sorprendió gratamente el espacio que se está dando a los peques en el DownTown.
Bajando el strip llegamos a la zona donde están los casinos antiguos, la Freemont street experience y el Container Park. Ésta zona acoge el festival de música Life is Beautiful pero el resto del año se queda como parque, zona de tiendas, restaurantes modernos…y pasear por aquí con niños es una delicia.
Dentro de Container Park hay un parque de columpios lleno de toboganes, juegos de bloques, sonidos y casas árbol. Podéis sentaros en cualquier terraza a tomar una cerveza acompañada de un aperitivo american style. Hay un local de barbacoa texana, otro de hot dogs, una pastelería con cupcakes y palomitas de todos los colores y sabores…hay donde elegir.
De vuelta al hotel y sin haber jugado un solo dollar a la ruleta, nos dimos cuenta que otro Vegas es posible y que, aunque nos quedaran mil planes por hacer, Las Vegas en familia MOLA Y MUCHO.
