Uno de los planes más divertidos y asequibles de los meses de otoño e invierno es visitar alguno de los preciosos bosques que tenemos en Madrid y que en estas épocas están especialmente bonitos. Y si no sois tanto de campo pero os inspira lo rural, podéis visitar los pueblos que os proponemos y dejaros llevar por su encanto.
Patones de Arriba
Un precioso pueblo al nordeste de Madrid, situado en una montaña y característico por sus caminos de piedra y sus casas de pizarra propias de la arquitectura negra. Caminar por sus callejuelas casi de cuento es toda una experiencia, y siempre podéis entrar en calor comiendo en uno de sus acogedores restaurantes. Es accesible con carrito.
Hayedo de Montejo
Un auténtico bosque de hadas y duendes situado en el municipio de Montejo de la sierra, un pequeño pueblo con mucho encanto de la Sierra del Rincón. Visitar el Hayedo es casi obligatorio en otoño, y no es ningún secreto lo bonito que está en esa época. Por eso el 50% de las entradas se reservan con meses de anterioridad, aunque también puedes madrugar y probar suerte en su puesto de información. De un modo o de otro, es un imperdible para visitar en familia. Recomendamos mochila de porteo!
Hoyo de Manzanares
No hay que hacerse muchos kilómetros para descubrir sitios con encanto y una prueba es Hoyo de Manzanares, a 37 km de Madrid. Pertenece al Parque Regional de Cuenca Alta de Manzanares y es un pueblo rodeado de naturaleza y con muchas actividades en torno a ella. Recomendamos una visita al Aula Apícola de Hoyo que realiza rutas en familia, y si os apetece comer rico no os podéis perder Calçot, un restaurante en el que además encontraréis zona infantil de columpios, tronas y cambiador. Recomendamos mochila de porteo para las rutas.
Abedular de Somosierra
Un poquito más lejos, limitando con Segovia y Guadalajara, encontramos uno de los bosques más bonitos de la Comunidad. El Abedular de Somosierra es una parada obligatoria si gusta hacer escapadas rurales en familia. Hay varias rutas accesibles con niños y uno de los espectáculos de la naturaleza más bonitos, la Chorrera de los Litueros, una fantástica cascada proveniente del arroyo del Caño, y cuya agua pasa a formar parte del nacimiento del magnífico río Duratón.
Rascafría
Merecen la pena los 100km desde Madrid para visitar este precioso pueblo con tantas opciones que una visita se os hará corta. Para comenzar, si no lo conocéis aún, podéis dejar el coche en el parking del Monasterio del Paular, ir hacia el Puente del Perdón, y caminar por la “ruta finlandesa” un sendero fácil de hacer con niños que lleva a un antiguo embarcadero y caseta de madera, que hace tiempo fue una sauna.
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