Cuando eres madre por primera vez, te empiezas a dar cuenta de que ya nunca más podrás hacer nada sola: ni siquiera cubrir necesidades básicas íntimas como ducharte o depilarte. Y qué decir de alcanzar el disfrute de una comida o una cena en un restaurante. Eso ya se convierte en inalcanzable. Hasta que conoces La Hacienda, en Pamplona.
Empezaré por lo que más nos importa a las madres y padres: en La Hacienda, una cuidadora juega con tus hijos mientras tú comes. Es el sueño… hecho realidad: poder recuperar el lujo de la tertulia de la sobremesa. En este restaurante, es posible.
Y continuaré con la descripción de este restaurante, aunque sinceramente, cuando un local ofrece un servicio así, la comida, la decoración, su ubicación y el resto de servicios pasan a un segundísimo plano. Pero es que coincide que, al servicio infantil, le acompaña la calidad de la comida. Seguiré, por lo tanto, con la descripción… Con aires de hacienda colonial, este restaurante ofrece una alternativa para los que huyen del ruido de la ciudad. Situado a apenas 10 minutos en coche del centro de Pamplona, en La Hacienda, se puede disfrutar de una gastronomía con productos de la tierra con cierto aire de sofisticación.
Ofrece la posibilidad de comer “de picoteo” o degustar el menú que ofrece amplia variedad de platos. Y con el buen tiempo, la terraza es el lugar perfecto para disfrutar del aire libre mientras comes. Del aire libre y de los mojitos y cocktails con música chill out los viernes por la noche.
Pero vuelvo a lo que más nos importa (y no son “los mojitos al chill out”, quién me lo iba a decir…). Me refiero a la comida. La zona infantil del local permite a los mayores de la mesa disfrutar de la conversación con los amigos, degustar con tranquilidad cada plato e incluso de una pacífica sobremesa mientras los niños se divierten y desfogan “en su terreno”.
Y los fines de semana, servicio de cuidadora.
¿No se os saltan las lágrimas de emoción?
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Ver Política de Moderación de comentariosIrati
Gracias por la recomendación. Soy de Pamplona pero no lo conocía, así que lo tendré en cuenta. Hace ya no sé cuánto tiempo que el comer tranquilos y fuera, es algo incompatible.
Maria José
Gracias Marta por tu Informacion.
La próxima vez que vaya a Pamplona pienso ir. Es increíble que en una ciudad tan próspera y moderna como Pamplona este restaurante resulte único y especial por haber pensado en las familias con niños ….el sector debería ponerse las pilas!! Seguro que ganarían clientes….clientes felices y relajados!!
Maria José
…por cierto, se me saltan las lágrimas de emoción al ver al angelito de rojo….
Amaya
No soy madre pero me pongo en su lugar y tiene que ser un suplicio no poder disfrutar, de vez en cuando y con relax, de una buena sobremesa. Y coincido con Mª José, es increíble que no haya más rincones como éste en Pamplona y alrededores porque seguro que la demanda es muy amplia. Enhorabuena por este blog y a ti, Marta, por transmitirnos tan bien esta información tan útil.