En lo alto del distrito de Horta-Guinardó, a dos calles de terrenos boscosos y mágicos, está la primera escuela Waldorf-Steiner fundada en Cataluña (1991).
El acompañamiento
El centro de educación infantil Waldorf-Steiner Rosa d’Abril es un espacio cálido, que transmite paz y pureza. El acompañamiento de los niños y niñas lo dirigen un equipo de mujeres. Está conformado por maestras, algunas formadas en psicología y pedagogía especializadas en educación Waldorf. Todas son un encanto, me recibieron con sonrisas y miradas que me hicieron sentir bienvenida.
Acompañaban a los niños y niñas de forma suave y amable. Escuché sus voces a través de los ritmos que cantan juntos como antelación a las actividades diarias: jugar, lavarse las manos, comer, actividades manuales y artísticas, descansar y seguir jugando.
Comparten un mismo espacio niños y niñas de 18 meses a 6 años. Se respetan y apoyan las necesidades que tengan según la etapa de crecimiento en la que estén. Hay un máximo de 10 niños/as por maestra.
Los espacios
La escuela se mudó a este espacio tan solo hace 6 años, buscando ampliarse y estar más cerca de la naturaleza. Lo primero que se ve al llegar a la escuela es el gran patio de 400m2 con murales pintados y huertos que han construido entre todas las familias y las maestras. Un espacio de concreto transformado con elementos de origen natural: tierra,
arena, cortezas de árboles, maderas y plantas.
En el interior de la escuela hay 7salas, dos salas de 50m 2 cada una, iluminadas con luz natural que entra a través de las puertas y ventanas de cristal. Aquí, los niños y las niñas comparten el juego libre y actividades como:
- Narración de cuentos
- Representación de cuentos con personajes
- Juego simbólico
- Artes plásticas y manuales
- Canciones y corros en catalán, castellano e inglés
- Euritmia
- Teatro
- Elaboración de pan
- Actividades lingüísticas en catalán, castellano, inglés y alemán.
Posterior a las salas, está el segundo patio de 400m2 donde continúa el juego activo, la exploración y la expresión corporal de cada niño/a.
Me gustó ver la calidez y sencillez de cada espacio, todos muy limpios ordenados y de mobiliario de maderas poco tratadas.
La adaptación
Las familias son bienvenidas en la escuela el tiempo que lo deseen. Se les ofrece tiempo y espacio para acompañar la adaptación a la escuela y a las maestras.
Algo que me cautivó es la existencia del “Mommy Room”. Es una sala con entrada de luz natural, mesas y sillas donde las madres y los padres pueden permanecer cuando se sientan cómodos de ir alejándose de sus hijos/as. Sin necesidad de abandonar las instalaciones, pueden tomar café, infusión, desayunar, leer un libro y quedarse hasta que sientan que sea necesario.
Las maestras buscan que las familias estén cómodas y seguras porque de esta forma transmitirán confianza a sus criaturas.
La alimentación
Para Rosa d’Abril, la salud integral de los niños y niñas es prioridad. Tienen cocina propia donde a diario se prepara la comida.
El menú está basado en una dieta ovo-láctea vegetariana, elaborada con ingredientes biológicos, rehuyendo de lo procesado y de los aditivos alimentarios.
La hora de la comida es un momento de compartir. Las maestras, niños y niñas se sientan a comer simultáneamente. Además, cuando es tiempo de cosecha, comen juntos los vegetales y frutos que han sembrado – y han visto crecer – en el propio huerto de la escuela.
El lenguaje
El idioma vehicular es el catalan y el castellano, incorporándose si hace falta el inglés. Al ser una escuela que recibe a familias multiculturales, valoran los idiomas que hablen en cada familia y los incorporan en los saludos diarios y en canciones. El alemán y el inglés son idiomas naturalizados en la escuela por ser la lengua de muchos de los niños y niñas que asisten al grupo.
Pero para la escuela, la comunicación va más allá del lenguaje verbal; el lenguaje corporal y musical tienen la misma importancia en la educación integral de los niños y las niñas.
Es por eso que en la escuela se trabajan los ritmos como vehículo hacia el aprendizaje. Según me explicaron las maestras de Rosa d’Abril, para la educación Waldorf, el ritmo es un principio educativo importante, que aporta repetición, reposo y seguridad. La aplicación de los ritmos de manera diaria, semanal y anual permiten a los niños y a las niñas reencontrarse y profundizar en las actividades.
La comunidad
La escuela Waldorf Rosa d’Abril está comprometida con las familias y juntos construyen (literalmente) y constituyen la escuela.
A pesar de ser un centro homologado, no recibe ningún tipo de ayuda o subsidio por parte del gobierno. La escuela se mantiene como un centro educativo privado.
Las familias tienen la posibilidad de trabajar en diversas tareas de la escuela a cambio de ciertas reducciones en las cuotas d ela escolaridad. Esto incentiva no sólo a la participación de las familias sino a la inclusión de todas sea cual sea su situación económica.
También son una comunidad comprometida con el barrio, participando en actividades junto a la asociación de vecinos.
Un cuento de hadas
Parece una escuela de fantasía, los espacios y las maestras parecen salidas de un cuento de hadas. Y tiene sentido.
Los cuentos de hadas están llenos de personajes como duendes, elfos, gnomos y animales parlantes. Estos son los protagonistas – junto a los niños y niñas – de las escuelas Waldorf.
Aseguran que la incorporación de estos elementos impulsa el deseo natural de querer aprender, de experimentar y de imaginar de los niños y niñas.
Las educaciones alternativas están cobrando cada vez más importancia y tienen más demanda. Probablemente es por la necesidad de conectar con un sistema educativo más respetuoso y más sensible. El centro d’educ. inf. Waldorf-Steiner Rosa d’Abril es sin lugar a dudas un acercamiento a esta – no tan nueva – forma de ver la educación.
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Este proyecto ha sido certificado por Mammaproof y es parte de la Guía de Educación Infantil 0-6, que podéis descargarla clicando en la siguiente imagen.
