El Nus de Pedra, en el corazón de la Vall de Llémena, es un conjunto de 8 apartamentos rurales ubicados en una gran masía del s.XIII. Un maravilloso alojamiento familiar con un jardín, parque infantil, piscina de agua salada, espacios comunes y una gran sala de juego, perfecto para disfrutar de este valle poco concurrido y a medio camino entre Girona y la Garrotxa.
Llegamos a la Vall de Llémena con muchas ganas de explorar este rincón desconocido para nosotros. Nos recibió Montse y su perrito Nus para enseñarnos la casa y también compartir su historia: la de una familia de ciudad que decidió, hace 17 años, dar un giro a su vida. “Joan tenia bastante responsabilidad en su trabajo, un equipo a su cargo, viajaba bastante y ambos teníamos trabajos estresantes. Habíamos estudiado turismo los dos y la idea de dejarlo todo, trasladarnos a una masía en mitad de la naturaleza y montar un alojamiento rural nos rondaba la cabeza desde hacía tiempo”
Encontrar la masía no fue fácil, nos cuenta Montse, querían algo grande, un lugar en el que pudieran vivir con sus tres hijos y que además tuviera espacio para varios alojamientos. Querían algo que estuviera en contacto con la naturaleza pero que no estuviera demasiado aislado, y que además no estuviese demasiado lejos de Girona donde estaban escolarizados sus hijos. ¡Estuvieron casi 4 años buscando!
Pero encontraron la casa perfecta. La vieja masía de Can Roca, del año 1200, junto al municipio de Llorà reunía todos sus requisitos y además ya tenía un pequeño proyecto de alojamiento rural empezado que ellos entomaron con mucha ilusión.
Apartamentos rurales para disfrutar de la Vall de Llèmena
El Nus de Pedra dispone de 8 alojamientos rurales que pueden alojar familias de 3, 4 o 5 personas. Todos los apartamentos han sido reformados recientemente y la verdad es que Montse y Joan han cuidado mucho los detalles: la decoración mantiene elementos tradicionales como la piedra de la pared o el suelo de cerámica en el baño pero han añadido lineas modernas y minimalistas en la cocina y el mobiliario.
Nosotros dormimos en el apartamento La Terrassa, con dos habitaciones, una preciosa estancia principal con un gran sofá, una mesa redonda y una pequeña cocina perfectamente equipada con nevera, microondas, encimera con dos fogones, lavavajillas, y todos los pequeños electrodomésticos que puedas necesitar (tostadora, cafetera de cápsulas, batidora…)
El baño es amplio y cómodo, con plato de ducha ¡Y las camas muy cómodas!
Todos los apartamentos son independientes entre ellos y cada uno cuenta con jardín y terraza privada con vistas a la naturaleza. Tened en cuenta, eso sí, que el Nus de Pedra no está pensado para que los apartamentos se alquilen todos juntos para grupos, principalmente porque no hay ninguna cocina ni comedor grande para compartir.
Los espacios comunes de la casa
Una cosa que nos gustó mucho del Nus de Pedra son sus espacios comunes a disposición de los clientes. La casa dispone de una salita de lectura muy acogedora, una sala con un billar (tenéis que pedir los palos a Montse), una sala de usos múltiples que alquilan para eventos y que dispone de una mesa grande, sofás y una pantalla con proyector.
Aunque sin duda el espacio común que más nos ha gustado ha sido la sala de juegos, un espacio súper cuidado, con un montón de material de juego, cuentos, cocinita, distintas casitas de muñecas, mesita con taburetes y un largo etc…
Me atrevería a decir que es una de las mejores salas de juego que he visto en un alojamiento. Se nota el cariño que Montse y Joan ponen acogiendo familias en Nus de Pedra.
Los exteriores del Nus de Pedra
La casa tiene un montón de espacio exterior para correr, saltar y jugar, un gran prado con columpios, una casita de madera y una gran estructura de juego con tobogán, y otro campo anexo con portería de futbol, canasta y mesa de ping-pong.
Si visitáis el Nus de Pedra en temporada de verano, su espectacular piscina de agua salada os encantará. Tiene hamacas y una zona cubierta con sofás donde se organizan clases de yoga de forma periódica.
Durante nuestra estancia pude probar una clase de yoga en el jardín del Nus de Pedra, a primera hora de la mañana, con vistas a la piscina y escuchando los pájaros. ¡Un energético saludo al sol en toda regla!
Los exteriores de la casa, los completan unas barbacoas y mesas de picnic que pueden usar las familias alojadas en los apartamentos y también tienen un cuarto con lavadora y secadora (y jabón) también a disposición de los clientes).
Un detalle que nos gustó conocer: encima de la puerta principal de la casa hay una inscripción en la piedra con un símbolo que solapa una A y una V dentro de un círculo y con un saliente a cada lado, cuando Montse y Joan compraron la casa y se fijaron en ese símbolo, les pareció un nudo de piedra y pensaron que ese precisamente era el nombre perfecto para su proyecto “Nus de Pedra”. ¿Bonito verdad?
La casa tiene placas solares y recomiendan usar el lavavajillas y la lavadora durante el día para aprovechar la energía solar. También tienen un deposito de compost, nosotros tiramos nuestros residuos orgánicos ahí y el resto de la basura la bajamos al pueblo para tirarla a los contenedores de reciclaje.
La Vall de Llémena, un rincón por descubrir
Otra de las cosas que nos ha gustado mucho de este alojamiento es que hay un montón de rutas que se pueden hacer saliendo del mismo alojamiento sin necesidad de coger el coche.
Si os gusta caminar, no dudéis en preguntar a Montse, que es además instructora de marcha nórdica, que os recomendará excursiones para todos los gustos y niveles de dificultad. Tiene además un QR para acceder a la descripción de unas cuantas rutas por la zona muy bien explicadas.
Nosotros hicimos el paseo que lleva a la Font de Mont, unos 20 minutos desde la casa, y seguimos el camino haciendo una rutilla circular que pasando junto a prados sembrados, otras masías vecinas y por el bosque hasta volver a Nus de Pedra, una horita en total.
También bajamos al río Llémena desde el mismo alojamiento hasta llegar al Camí Ral, un bonito sendero junto al río, muy tranquilo y fácil de hacer que lleva hasta una antigua presa y a una poza en la que está permitido el baño. Si queréis acortar esta ruta, también podéis bajar en coche y aparcar junto al pueblo, Montse os indicará donde.
Sin duda la ruta que más os recomendamos es la que lleva al volcán de la Banya de Boc, una ruta de 7km que sube entre bosques para acercarnos al gran cráter de un volcán. La ruta atraviesa el cráter y baja hasta los prados pasando por la bonita Ermita de Sant Joan.
Si salís desde el Nus de Pedra, el primer tramo y el último para regresar a la casa hacen bastante pendiente, así que si queréis acortar un poco la ruta y ahorraros las subidas mas intensas podéis ir en coche hasta la Ermita de Sant Joan y aparcar ahí (hay un parking habilitado) Subir al volcán y bajar por el mismo camino son unos 5km. Ah! Y fijaros bien porque por el camino encontraréis piedras volcánicas y si tenéis mucha suerte podréis ver olivino incrustado en alguna de ellas.
La verdad es que ha sido un auténtico placer conocer a Montse y Joan y disfrutar unos días de su precios alojamiento y de su privilegiado entorno ¡Volveremos!