El fin de semana pasado fuimos a conocer el Vilar Rural de Sant Hilari y los cuatro lo pasamos genial. Es un lugar perfecto para desconectar, disfrutar en familia y para que los adultos nos relajemos y descansemos. Veníamos de una semana movidita y estar dos días sin hacer lavadoras, comidas, camas… ¡fue un regalo! Pudimos descansar y, lo más importante, estar al 100% con nuestros hijos sin pensar en nada más. Un lugar perfecto para cargar pilar y afrontar la semana con otro humor.
Me gustó como está estructurado con varias casitas dispuestas como si de un pequeño pueblo se tratara. De nuestra habitación se salía directamente al jardín y eso es perfecto para los niños, que pueden entrar y salir sin problema o jugar fuera mientras nosotros estamos dentro.
En cambio si tenéis bebés que gatean o que caminan, pero no pueden estar solos son supervisión todavía, quizá es mejor la habitación con balcón, al que pueden salir libremente pero no irse lejos.
Las habitaciones son amplias, el baño también y tienen todas las facilidades para las familias. Nosotros pedimos una barandilla de seguridad para la cama de Martí, que aunque ya duerme en cama grande todavía se puede caer. Si tenéis bebés disponen de cuna, bañera y añaden de detalle un kit de bienvenida con babero y una cuchara.
Una vez instalados lo primero que probaron fue la piscina. Estaba todavía cubierta y el agua estaba a una muy buena temperatura. Yo me metí sin problema. Los niños se atrevieron también con la piscina exterior, pero a eso yo ya no les seguí.
Esta piscina más pequeña no cubre y es perfecta para que jueguen los niños que todavía no saben nadar o que, como Martí, empiezan a hacer sus pruebas de nado.
Otro de los puntos fuertes del Vilar Rural es que organizan actividades durante todo el día. El viernes ya sabes lo que hay para todo el fin de semana y puedes elegir o hacerte tu propio horario. Las actividades son en familia, para pasar un buen rato juntos, disfrutando del momento sin más. Cómo nos cuesta a veces encontrar estos ratitos, ¿verdad? También es un buen momento para que los niños hagan amigos con otros niños del hotel.
Los juegos son tradicionales, manualidades, talleres… en el fin de semana que estuvimos, y en los próximos fines de semana hasta finales de junio, las actividades son temáticas y giran entorno al mundo de Heidi ¿quién no se acuerda de ella? Allí estuvimos con Heidi, Pedro, el abuelito y Niebla.
Cada día hay también actividades para los más bebés. Actividades tranquilas, actividades sensoriales, masaje… para que ellos también tengan su lugar.
Los que a mis hijos les gustó más fueron las actividades de granja y huerto. Cada día por la mañana se podía ir a dar de comer a los patos y acariciar a los conejos, cabra y ovejas. También saludamos al burro catalán y un poni, aunque a ellos no les dimos de comer.
Y por la tarde los niños pueden ayudar en el huerto del Vilar. Nos explicaron muy bien qué es lo que hay plantado, curiosidades de cada verdura… y los niños pudieron arrancar ajos, cebollas y recoger los guisantes que ya estaban preparados. Y luego se llevaron a casa su propia plantita de menta. ¡Olía genial!
Y después de tantas actividades, toca reponer fuerzas. La comida es en el restaurante de buffet libre. A mis hijos les encanta poder elegir entre tanta cosa lo que a ellos les gusta. Todo está muy bien preparado para niños y niñas de todas las edades: hay alzador, trona, micro para calentar, cubiertos y platos de plástico si los usáis, potitos…
El servicio es muy atento y os ayudará en lo necesitéis. Hay un rincón de comida infantil, un poco típico con la pasta con tomate, barritas de pescado y alguna crema de verdura. Nosotros seguimos en nuestra lucha #foodiekids para que los niños puedan comer de todo y así lo hacen los nuestros, que prefirieron la fideuà, la sopa de galets o la pechuga de pollo a la plancha recién hecha. El desayuno fue un festival para ellos, que comieron desde croissant, hasta jamón, frutos secos o huevo frito. ¡Un banquete!
En los alrededores de Sant Hilari hay también mucho por explorar. Uno de los paseos que hicimos fue por el Arboretum de Espinelves, un bosque de árboles monumentales entre los que se encuentra la sequoia de mayor diámetro de Cataluña. Es un bonito paseo corto de 30-60 minutos que se hace tranquilamente respetando los parones de los niños a cada segundo. Que si piñas, que si palos… muchos tesoros nos llevamos de allí.
Y para los más aventureros, andando desde el Vilar Rural está el Parc Sant Hilari aventura, con circuitos para todas las edades a partir de 3 años. Sí, ¡para adultos también! que siempre nos quedamos con las ganas, ¿verdad?
Ya veís que en el Vilar Rural tienen todo cuidado para que pasemos un fin de semana en familia, disfrutando, descansando y muy tranquilo. Y así lo hicimos.
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Vam estar aquest passat gener al Vilar Rural de Sant Hilari. És del tot recomanable! Ens ho vam passar tots molt bé!