El Maresme es una comarca catalana con muchísimo encanto, a menos de una hora en coche desde Barcelona (también accesible en transporte público), se trata de un destino con infinidad de planes tanto de mar como de montaña ideal para descubrir en familia.

Su variada oferta de ocio y cultura os permitirá disfrutar de actividades en la naturaleza y en la playa, practicar infinidad de deportes y descubrir una rica oferta gastronómica. Os recomendamos que echéis un vistazo a las crónicas de Marina por Malgrat de Mar, Pineda de Mar y Mataró y también la de Alex por Santa Susanna, Malgrat y Sant Andreu de Llavaneres. ¡Ideas no os van a faltar!

Nosotras fuimos a pasar un fin de semana para descubrir las localidades de Calella, Pineda de Mar i Argentona y estuvimos disfrutando un montón con nuestros pequeños de 4 y 2 años de las propuestas familiares recogidas en la Increíble Guía de La iaia del Maresme.

¡Os lo contamos todo!

Primera parada, Calella

Calella es conocida como capital turística de la Costa del Maresme, un municipio cosmopolita y alegre, con un clima típico del Mediterráneo, ideal para disfrutar del sol y de sus playas.

Lo primero que hicimos nosotras al llegar a Calella fue aparcar el coche y coger el Trenecito Carrilet para llegar a nuestra primera actividad. Se trata de un tren turístico que te permite recorrer cómodamente la ciudad y sus atractivos turísticos principales.

Hace un recorrido circular y se puede comenzar o finalizar en cualquiera de sus paradas, ideal para recorrer la ciudad de una manera ágil y divertida para las criaturas. La temporada del Carrilet comienza en Semana Santa y finaliza el 1 de noviembre, ofreciendo servicio todos los días de la semana. El billete se compra en el mismo Carrilet.

Bajamos del Carrilet y nos dirigimos hasta la playa de Calella para nuestra primera actividad en el mar. En el Water Sports Centre Calella, nos recibe Jordi para explicarnos el plan que tienen preparado para nosotras ¡Bien!

Water Sports Centre Calella está ubicada dentro del mismo Club Náutico de Calella, y se dedica desde hace más de 20 años a los deportes náuticos, actividades náuticas y escuela de vela. La ubicación de esta escuela náutica es ideal porque está al lado de la estación de tren y es accesible para personas con movilidad reducida.

Las instalaciones de WSP cuentan con vestuarios, duchas, taquillas, servicios y una pequeña zona de picnic donde poder tomar algo antes o después de la actividad. Además hay una zona de playa donde pueden esperarte aquellos familiares que no se animen a hacer ninguna actividad. En nuestro caso, y como hacía bastante viento, nos aconsejaron que el peque de dos años no subiera en el Kayac, así que él y Mireia nos esperaron jugando en la playa.

Gael y yo dimos un paseo en Kayak acompañados por un monitor que antes de meternos en el agua nos dio una serie de indicaciones, nos ayudó a ponernos los chalecos y fue súper amable y paciente en todo momento.

¡Lo pasamos increíble en este paseo en Kayak madre-hijo! El agua estaba muy limpia y desde el mar había unas buenas vistas de la zona de montaña del Maresme. Para Gael fue la primera vez haciendo un deporte acuático y disfrutó mucho, tanto que no quería bajar del Kayak.

En el Water Sports Centre Calella podréis practicar una gran variedad de actividades acuáticas además del Kayak, como por ejemplo Catamarán, Parasailing, Paddle Surf… y también disponen de  variedad de inflables para pasar un rato súper divertido en grupo.

¡Salimos del mar con mucha hambre! Así que caminamos unos pocos metros hasta llegar al Xiri 9, un chiringuito de Calella que se encuentra en primera línea de playa y que es totalmente accesible. Un negocio familiar con una larga trayectoria en la playa de Calella que cuenta con tres ambientes donde poder degustar su carta de comidas y bebidas.

Para los peques pedimos unos calamares a la andaluza con patatas fritas y nosotras un arroz negro. Todo estaba muy rico, y el servicio fue rápido y agradable.

Teminada nuestra comilona, pasamos por nuestro hotel, también en Calella, para descansar un ratito. Nosotras nos alojamos en el Hotel GHT Marítim, un hotel de 4 estrellas con maravillosas vistas al mar y al faro de Calella. Se trata de un hotel ideal para vacaciones en familia, ya que dispone de piscina exterior grande y otra pequeña ideal para las criaturas. También hay una zona de juego interior con piscina de bolas.

Nosotras estuvimos en una habitación con 3 ambientes: habitación con dos camas dobles y acceso a una pequeña terracita con vistas al mar, otra habitación con dos camas individuales para los niños y un baño con bañera.

Aunque nosotras no lo necesitamos, el hotel dispone de artículos infantiles tales como bañera, adaptador para WC, cuna, trona… para hacer la estancia de las familias y las criaturas más agradable. Ofrecen también facilidades para guardar y calentar la comida de los bebés ¡Un punto muy importante cuando se viaja con bebés!

Siguiente parada, Pineda de Mar

Después de descansar un ratito, nos acercamos un parque súper chulo, recmendado directamente por la iaia del Maresme y que verdaderamente nos encantó.

El parque se encuentra en la playa de Poblenou de Pineda de Mar y es un área de más de 600 metros cuadrados totalmente libre de barreras arquitectónicas y con acceso directo a la playa. El recinto cuenta con una zona verde, un parque infantil dedicado al juego inclusivo, y el primer gimnasio al aire libre del Alt Maresme.

Esta zona nos gustó muchísimo a toda la familia, a mí como madre porque se trata de un parque pensado para todas las criaturas sin excepción, además de tener una ubicación ideal al lado del mar y de contar con toldos que cubren toda la zona de juego y el gimnasio, algo muy importante cuando aprieta el sol.

A mis hijos les gustó el barco pirata y todos los elementos de los que dispone el parque, sobre todo la rueda giratoria de la cual salieron un poco mareados 😀

Vuelta a Calella, para pasear por el centro

Después de jugar un buen rato en el parque, ponemos rumbo de nuevo a Calella para hacer un poco de turismo por la zona comercial y el Paseo de Manuel Puigvert. Además, nuestra visita a Calella coincidió con la Festa Major del municipio, así que había un ambiente muy festivo por las calles, en las que los vecinos y vecinas estaban preparando las mesas para “el sopar de germanor”.

Paseamos por la zona del ayuntamiento y la zona del Carrer de l’Església mientras degustábamos un helado e íbamos cotilleando todos los escaparates de las tiendas. El Carrer de l’Església es el centro neurálgico de la ciudad, y está abarrotada de tiendas locales, también de bares y restaurantes donde degustar la gastronomía local.

De allí nos dirigimos al Paseo de Manuel Puigvert, un paseo que transcurre entre el mar y las vías del tren y que resulta muy agradable, porque está lleno de árboles que dan mucha sombra y hacen que el entorno sea muy agradable. De casualidad nos encontramos con una actividad de circo inclusivo que nos pareció muy entretenida.

Argentona, nuestro último destino en el Maresme

Acabamos nuestro fin de semana en Argentona, municipio del interior del Maresme, con un súper plan en familia: una visita a la granja de Can Pins, rodeada de bonitos prados y naturaleza.

La familia Esquís, que desde el año 1969 es propietaria de esta masía y sus tierras, ha emprendido un nuevo proyecto para acercar la agricultura y el consumo de proximidad al público familiar.

Dentro de la masía tienen diferentes espacios: la zona de animales, el huerto, una zona de juego con césped, columpios y un arenero para los más pequeños. Disponen de una tienda en la que comprar productos de su propia huerta.

Can Pins ofrece diferentes actividades para las familias y las criaturas que van cambiando según la época del año: realizan talleres especiales para Sant Joan, para la Castanyada, para Navidad… Nosotras hicimos su visita familiar estrella “Gaudeix de Can Pins”.

Una visita súper completa en la que hicimos muchísimas cosas y todas divertidísimas, tanto los niños como las mamas lo pasamos genial. Cèlia, María y Pita fueron muy atentas y agradables.

Disfrutamos dando de comer y tocando a los animalitos de la granja, visitamos el huerto, recolectamos nuestro propio calabacín (y nos lo llevamos a casa) y también hicimos un taller en familia para crear nuestro propio Mr. Potato al que le crece el pelo ¿Diver, no?

Y para acabar nuestro fin de semana en el Maresme, nos fuimos a comer a Atahualpa un restaurante de comida Uruguayo – Argentina, que se encuentra en Argentona, muy cerca de la granja de Can Pins.

Es el restaurante de Gustavo, un uruguayo muy amable que nos explicó que su proyecto tiene tres hilos conductores: el restaurante, la cervecería y la vinoteca, en honor a tres “atahualpas” de la historia sudamericana.

Es un restaurante con mucho encanto, una decoración auténtica y un ambiente relajado, que te permite disfrutar de una comida deliciosa en calma. La comida es exquisita, nosotras probamos las especialidades de la casa: una degustación de sus empanadas caseras (están deliciosas y además hay una amplia variedad) y una parrillada de carne con salsa chimirruri que estaba increíble! Nos sentimos muy a gusto porque tanto el servicio como la atención y la comida son magníficas.

Y con el delicioso sabor de boca de los helados de Atahualpa se acabó nuestro fin de semana descubriendo el Mareme, un sitio ideal para pasar las vacaciones en familia, con planes para todos los gustos.

Si queréis estar al día de todo lo que ofrece la zona del Maresme os recomiendo visitar la web de la increíble guía de la iaia del Maresme o bien, comprar la guía en formato impreso en la que encontraréis además de planes chulos, rutas y consejos para disfrutar en familia y también juegos y enigmas para conocer mejor la zona de una forma lúdica.

¿Te animas a visitar el Maresme este verano?