Cal Paradís es realmente la traducción literal del enclave de este camping pequeño y familiar, ubicado en el corazón de Catalunya, gestionado por una familia encantadora, rodeado de bosques y de distintas propuestas lúdicas y culturales. Un lugar donde desconectar de la rutina y formar parte, por unos días, del día a día de la 3a y 4a generación de la familia Rovira , que viven en el “Mas”, y gestionan el camping desde hace 28 años. Fuimos a pasar un fin de semana y os mostramos nuestra experiencia. ¡Ya os avanzamos que fueron unos días maravillosos!
Un proyecto totalmente familiar
En el año 1995, Conxita y Jesús, empezaron el proyecto del camping, en los terrenos de la “masia” donde vivían y aún viven. Cuentan que, hace más de 200 años, la casa familiar estaba situada en otra parte mucho más abrupta del Bages, con mucho viento, sin agua,… y encontraron el terreno donde ahora se ubica, rodeado de bosques, el rio y protegido del viento. Un paraíso, vaya. Y desde este momento, la casa familiar empezó a llamarse Cal Paradís, y es que no es para menos. Ahora, Conxita y Jesús, gestionan el camping de manera totalmente familiar, junto a sus hijos Marc y Àfrica, con mucho cariño, talento y esfuerzo, y el resultado es un camping muy familiar, con mucho vínculo entre ellos y los campistas, en un entorno rural muy acogedor.
¿Alojarse en bungalow o en parcela? Hay opciones para todos los gustos
Disponen de distintas parcelas distribuidas en 3 sectores diferentes del camping ( uno de ellos para alojarse con animales de compañía), y de distintos alojamientos, uno para 4 personas, uno para 2/3 personas con cocina y baño (dispone de plegatín o cuna), dos bungalows-habitaciones para también 2/3 personas sin cocina pero sí con baño, y el recién estrenado bungalow con capacidad para 5 personas. Nosotros nos alojamos en este último y la experiencia fue super positiva.
Este alojamiento dispone de dos habitaciones, una doble con cama de 1’60 y otra habitación con dos camas individuales y una cama sobrepuesta. Dispone de cocina con nevera grande, microondas y dos fuegos de gas eficientes ( en muchos alojamientos del estilo cocinar cuesta horrores, pero aquí era com en la cocina de casa!). Hay una mesa grande en el centro para comer, y una zona sala de estar con sofá, televisión y espacio para jugar. El baño con ducha también es muy completo. En el exterior hay un porche con mesa y sillas, y está situado en una zona muy tranquila rodeado de muchos tipos de árboles y vegetación. Está muy bien equipado con trona, cuna si es necesaria (y cabe perfectamente en la habitación doble) y todo lo que podáis necesitar. Os ofrecen las sábanas y mantas pero no las toallas. Está muy bien aislado térmicamente y a nivel sonoro, dispone de mosquiteros en todas las ventanas y la decoración es muy cálida y acogedora. Dormimos de lujo por la noche, y por la mañana nos despertó una ardilla recogiendo bellotas del árbol que teníamos al lado. ¡Los que somos de ciudad, flipamos con estas cosas…!
Un camping pequeño con instalaciones excelentes
Dispone de distintos servicios muy eficientes:
- Pequeña tienda con productos básicos y de la zona con servicio de pan por las mañanas bajo encargo
- Piscina abierta de Junio a Septiembre
- Zona comunitaria cubierta con barbacoas y puntos de agua
- Servicios con lavabo y duchas con calefacción por suelo radiante y muy bien adaptados para peques, con alzadores, cambiadores y bañera.
- Tiene zona de juegos exterior, zona interior y zona con pista de básquet y futbol
- Tienen un huerto ecológico y distintos animales recuperados de distintos lugares complejos para ellos que hacen las delicias de toda la familia.
- Restaurante con menú de fin de semana y platos para llevar bajo encargo
Inmersión a la vida rural en un fin de semana
La experiencia de pasar unos días allí con peques y acompañados de Marc y Àfrica fue maravillosa. Cada mañana acompañamos a Àfrica a dar de comer a los animales, gallinas, gallos, dos conejos, una cobaya, dos cabras y dos caballos, ella nos contó como eran de carácter, qué les gusta, como viven,…etc. Tiene una capacidad brutal para conectar con las criaturas y ellas disfrutan muchísimo de la experiencia. El acceso a la zona de la granja es libre durante el día, así que ya os avanzamos que haréis excursiones allí bastantes veces al día. Los animales campan libres por la zona y realmente es muy bonito de ver y disfrutar.
Por la tarde, nos llevó a plantar Tomateras de distintos tipos en el huerto, y los peques también disfrutaron mucho. Les hacen participar en su día a día y esto para los niños y niñas es un subidón de autoestima brutal. Disfrutan, están al aire libre en contacto directo con la naturaleza, aprenden y a la vez se sienten útiles. ¡Un mix exquisito!
Y la guinda del pastel: el restaurante de Cal Paradís
Merece una mención aparte el restaurante. ¡Es exquisito! Conxita y Àfrica se encargan de los fogones y de la atención a los comensales. La comida es buenísima, hacía tiempo que no comíamos tan bien. La relación calidad-precio del menú de fin de semana es buenísima. Y un aspecto excelente que tiene es que está al lado de la sala interior de juego, y los peques se pueden llevar juegos, libros,..etc a la mesa para jugar antes o después de comer. ¡Hicimos una partida al Memory y todo! Esto pasa en pocos sitios. La atención a las criaturas siguió siendo maravillosa aquí también.
Un camping con conciencia ecológica
La familia Rovira tiene conciencia ecológica desde el minuto uno. Desde sus inicios ya disponía y dispone de depuradora para no contaminar el rio que pasa justo por debajo de la finca. Actualmente, disponen de placas solares en el tejado de la casa, que cargan con el 45% de energía de todo el recinto, camping, casa, piscina y restaurante. Disponen de contenedores para reciclaje en muchas zonas del camping, y también de distintos puntos de recogida de aceite usado.
¿Qué hacer por los alrededores?
En las inmediaciones del camping os recomendamos los caminos que van dirección a Salo, rutas con btt y una recomendación imprescindible: cuando se haga de noche salid a contemplar el cielo. ¡Es espectacular! Hay muy poca contaminación lumínica y se pueden contemplar un montón de constelaciones.
Cerca también tenéis las minas de sal de Cardona y su Castillo, granja natura a Navàs, Observatori astronómica a Castelltallat, el Món Sant Benet… y un montón de propuestas más. El Bages es una comarca muy de paso desde el Barcelonès o el Vallès y realmente hay mucha oferta cultural y de ocio, que vale la pena conocer.
Vistas desde el Castell de Cardona
Caminos que salen desde el camping
En definitiva, el Càmping Cal Paradís es literalmente un pequeño paraíso para toda la familia. Un espacio seguro y confortable, donde los más pequeños y pequeñas de casa disfrutaran , pero los adultos aún más, viéndolos disfrutar tanto y estando acompañados de esta maravillosa familia que pone tanto empeño en todo lo que hacen. ¡Muchas gracias Àfrica, Marc, Conxita y Jesús por habernos hecho sentir como en casa. ¡Volveremos seguro! Por muchos años más, ha sido un verdadero placer conoceros.