El humano es un ser social, que necesita sentirse conectado consigo mismo pero también con los demás. Necesitamos sentir que pertenecemos a un grupo, sea la familia, el club de vóley, un grupo de amigos, o como ciudadano de esta ciudad o mundo. Por eso, en ciertos casos, la distancia social puede resultar difícil y hacer que sentimientos y pensamientos contradictorios aparezcan. Nuestra psicóloga colaboradora, Sarah Degens, nos da algunos consejos a tener en cuenta.
- Reflexiona sobre el verano que quieres. Toma el mando de tu verano y decidide dónde y con quién quieres estar.
- No te dejes llevar por la presión social. Aunque sea verano, a tí te puede apetecer seguir pasando tiempo en casa… Piensa primero en tí y en lo que a tí te hace sentir bien.
- Es normal estar preocupada y sentir algo de miedo. Permítelo, acéptalo, y notarás que pasará y podrás disfrutar
del verano. Si te impide vivir normal, consulta a un profesional. - Practica la gratitud ya que aumenta la sensación de bienestar y da menos poder a las emociones negativas.
- Cada uno vive la distancia social diferente. Algunos se abrazan entre amigos/familia y otros no se sienten cómodos.
Conversa y respeta que cada uno tiene su ritmo y sus límites. - No le otorgues tanto poder al covid-19. Hay tantos otros peligros que enfrentamos diariamente sin pensarlo.
- Recuerda que el humano es muy resiliente. Si no perteneces al grupo de riesgo, tu cuerpo tiene un sistema de inmunidad que te ayudará y te defenderá en el caso de ponerse enfermo o encontrarse mal.