Lamucca con sus dos restaurantes, el de la calle Pez (Malasaña) y el de la calle Prado (barrio de las Letras), es uno de los lugares favoritos para comer fuera de las tribus madrileñas. Quizás lo que más valoramos los que tenemos hijos, sea su servicio rápido y amable. Los camareros atienden con una sonrisa a las necesidades de los más pequeños: desde calentarles la comida hasta traerles una ceras para que se entretengan pintando. Destacamos también la ventaja que ofrece una cocina ininterrumpida a partir de las 13h30h, con una carta basada en una cuidada selección de deliciosas pizzas, carpaccios, tatakis y ensaladas, adaptadas a todos los públicos. Los postres son también deliciosos.
Pero además, nos sentimos cómodos en su interior espacioso y cálido, que nos recuerda al estilo neoyorquino: columnas metálicas labradas y paredes de ladrillo visto. Si se te antoja algún elemento de la decoración o del mobiliario, pide información en la caja, porque ¡te lo podrás llevar a casa! La gran mayoría de sus objetos decorativos está en venta y se pueden comprar, desde sillas y mesas hasta lámparas.
El restaurante de la Calle Pez (La Mucca de Pez), es un restaurante singular y original. Situado en pleno barrio de Malasaña, en una plaza poco conocida pero muy cerca de la famosa calle Fuencarral. Lo primero que llama la atención es su amplia terraza considerada por muchos como una de las mejor ambientadas de Madrid. Cuando hace buen tiempo cuelga el cartel de completo, pero sus amplios horarios harán que todos hallemos el momento de poder disfrutarla, sobre todo cuando llega la primavera.
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