Hace unos días estuvimos en Uña, un pueblecito a unos 30 km de Cuenca. El motivo de nuestra visita fue participar en una Carrera de Orientación, pues somos muy aficionados a este deporte y es una excusa perfecta para movernos con los peques. Es un deporte familiar y este es otro motivo que nos permite su práctica (por si queréis saber más del tema os dejo el enlace a la web de la Federación Española FEDO, donde podréis encontrar las web de las diferentes Comunidades Autónomas).
Pero aunque no seáis aficionados a este deporte, no tenéis motivos para no pasar unos días en este pueblecito tan próximo a la Ciudad Encantada. ¿Qué sensación me ha quedado tras estar allí? Tranquilidad, paz, desahogo, belleza y encanto natural.
De los tres días que hemos estado, os comentaré que hemos dedicado dos tardes a recorrer su laguna y otra a visitar la Ciudad Encantada y el Ventano del Diablo. Y realmente, no hemos necesitado nada más para disfrutar con nuestros peques de este rinconcito de España.
La laguna de Uña está en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca y ocupa unas 15 hectáreas. Lo más destacable que se observa a primera vista, son las estremecedoras pendientes de roca que se pueden ver desde la laguna, y en esta época del año las amarillentas tonalidades de los chopos que rodean el recorrido.
Además de otras rutas, nosotros realizamos una muy sencilla, porque es totalmente llana y porque tiene una distancia asequible para nuestros peques (considerando que Inés no llega a los 2 años). Esta ruta es una senda que rodea la laguna por la parte más cercana al pueblo. El primer día la realizamos hacia la derecha, tratándose de un tramo más salvaje hasta que llegas a un mirador. Toda la zona se caracteriza por su roca kárstica, por lo que al llegar al mirador Adrián pudo disfrutar de una zona pedregosa y llena de roca para poder correr y saltar al máximo (le encanta).
Inés, aprovechó para trabajar sus manitas tratando de abrochar mis cordones. Cualquier momento es bueno para descansar, jaja.
A lo largo de este recorrido también pudimos disfrutar de una presa con la que los peques no perdieron detalle de nuestra explicación.
El segundo día, realizamos la misma senda pero en sentido contrario. El recorrido tiene un carácter más bucólico pues el camino está tapizado de un manto verde repleto de hojas amarillas. Una sensación de bienestar otoñal nos acompañó durante toda la tarde. Además, los peques disfrutaros de lo lindo recogiendo hojas, lanzando piedras al lago y corriendo a sus anchas sin peligro alguno.
Nos sorprendió un puente con compuertas, similar al de la tarde anterior.
Y de regreso a Uña, justo en el lado contrario a la laguna, nos sorprendió un acantilado fantástico y vertiginoso, como casi todos los que rodean esta zona de la Serranía de Cuenca.
El último día nos dirigimos a la Ciudad Encantada, a tan sólo 12 kilómetros de distancia. Os dejo el enlace de su web por si queréis informaros de más datos, pero os resumiré que la entrada es gratuita hasta los 8 años, a partir de esta edad son 4 € y desde los 13 años cuesta 5 €. El recorrido son unos 3 kilómetros bastante llevaderos, ya no sólo por la sencillez del trazado, sino porque si vas con peques, es muy sencillo jugar con ellos intentando imaginar qué están viendo.
Además en la entrada podréis encontrar varios paneles informativos acerca de la formación de este tipo de terreno y de la flora y fauna que habita en estos parajes.
De regreso a Uña, nos detuvimos en el Ventano del Diablo. ¿Cuál sería el adjetivo…? Estremecedor, sí.
Realmente, no podría explicarlo, porque si no estás allí no eres capaz de imaginar la altura a la que se encuentra dicho ventano, y desde la que se contempla la hoz del Júcar.
También pudimos observar desde la carretera la Central hidroeléctrica de Villalba de la Sierra que tiene ya carácter histórico, pues fue inaugurada por el rey Alfonso XIII. Recibe el agua de la laguna de Uña.
¿Dónde nos alojamos en Uña?
Os aconsejo El Rincón de Uña, donde estuvimos nosotros, pues es el que yo conozco y son apartamentos pequeños, pero suficientemente grandes para ir 4 personas y estar comodísimos. Además, de la limpieza impecable y la amabilidad garantizada de sus dueñas.
Pero también os dejo tres reseñas, que seguro que están fenomenal:
- El Rincón del Juez
- Casa El Escalerón
- Aire Turismo Rural (por si queréis alojaros en cabañas).
Así que, después de haber compartido nuestro fin de semana largo en Uña, ya no tenéis excusa para no acercaros a esta zona tan mágica y estremecedora que tenemos en un rinconcito escondido. Tanto si vais con peques como si vais sin ellos, creo que puede ser una fantástica experiencia, y sobretodo… dejaros llevar por el momento y por lo que vaya surgiendo. ¡Lo pasaréis y viviréis mejor!