EscapadasDe Roques Planes a Belladona, un camino de ronda de película

Los caminos de ronda son una buena fórmula para conocer el litoral catalán. Nos permiten acceder a rincones de la costa catalana únicos y nos acercan a paisajes impresionantes que cualquiera podría situar fuera de nuestras fronteras … muy, muy lejos.

Nos gusta descubrir senderos sencillos desde que somos más de dos y, por motivos familiares, somos adictos al tramo entre Sant Antoni de Calonge y Playa de Aro. Lo hemos hecho de solteros, embarazados, con bebé y también con una pequeña de un año y medio. Y fuera de temporada también son una gran opción! En mayo, junio y setiembre hasta os podéis encontrar solos en alguna de ellas. En julio y agosto, imposible, pero son una delicia igual.

Hay muchas maneras de afrontarlo. La más larga, y apta para cuando los niños ya caminan o si los padres tienen ganas de portear durante un par de horas de subidas y bajadas, es hacerlo seguido, desde una u otra localidad. Después se puede volver al punto de partida recogiendo el camino de vuelta o cogiendo un autobús de línea (en 10 minutos volvéis al punto de partida). El tiempo que se necesita para hacerlo es relativo: puede ser un par de horas, una mañana o todo el día. Cada cala que nos encontramos tiene su encanto y una remojada apetece en todo momento. El recorrido no está asfaltado, ni mucho menos, y hay pequeños obstáculos como raíces de árbol rebeldes, pero que nadie lo dude, es parte del encanto.

Alerta! Si lo queréis hacer todo, informaros si hay algún tramo cortado. En este caso, debes tener en cuenta que deberéis hacer el trozo pertinente por la carretera. Os darán la información en las oficinas de turismo.

También existe la posibilidad de hacer sólo un trocito desde un pueblo u otro. Si empezáis por Sant Antoni, por ejemplo, hay familias que “aparcan” el cochecito con candado en la zona de Torre Valentina (que comienza en el extremo sur de las playas de la localidad) y caminan hasta encontrar su cala: La de les Dones, El Paller, Roques Planes … Cualquiera de ellas os encantará! Y os permitirán olvidar por unas horas las aglomeraciones de las playas largas de la Costa Brava. Si preferís empezar por Platja d’Aro (en este caso en el extremo norte de la última playa) nos decantamos por recomendaros la cala Belladona: simplemente espectacular. Allí también encontraréis un chiringuito de playa donde refrescaros.

Para los más perezosos, también existe la opción de acceder a algunas en coche, pero las calas no están indicadas. Lo mejor será que preguntéis en la oficina de turismo, donde se puede tomar un mapa con todas las calas, cuál es la opción más eficiente dependiendo del sitio escogido.

A tener en cuenta, en las calas no hay ni vigilantes ni duchas. Llevad provisiones porque con el calor y el ejercicio las necesitaréis. Y para los pequeños, gafas para bucear y redes, que siempre se pueden “cazar” y “soltar” algunos pececillos.

Ahora bien, tampoco se necesitan muchas florituras, ¡sólo el trayecto ya habrá valido la pena!

Información en la web de Sant Antoni de Calonge

Información en la web de Platja d’Aro