El pasado puente de octubre lo pasamos en el Delta del Ebro, disfrutando en familia de propuestas que bien sirven también para esta primavera que comienza. Os dejo 4 ideas:
1. Alojarse en una cabaña
Siento debilidad por la arquitectura tradicional, lo confieso. Así que la oportunidad de alojarse entre arrozales en una idílica cabaña con techo de paja, me enamoró. La barraca d’en Salvador no nos defraudó. Muy amplia, muy bien equipada, con acceso directo a la granja y al embarcadero. Qué atardeceres y amaneceres más idílicos.
Lo de disponer de barca no funcionó tan bien. Demasiados mosquitos! Pero que lujazo ver a esos elegantes cisnes desde el jardín. Organizan muchas actividades y si lo solicitáis, os enseñan los secretos del cultivo del arroz, en un taller muy didáctico.
2. Senderismo y birdwatching
Ya nos había funcionado en nuestra excursión a los Aiguamolls del Empordá. Si quieres que los niños caminen y disfruten del paisaje, consigue unos prismáticos. Subid a todos los miradores y aprovechad para enseñarles el valor del silencio y la calma. Acercarse a el Garxal o rodear l’Encanyissada, dos opciones muy recomendables.
Si además os acercáis a Mon natura Delta os enseñaran todos los secretos del ecosistema del Delta y los niños buscaran entusiasmados a los flamencos a través de los prismáticos. Y el paseo en perxa (barca tradicional) vale mucho la pena
3. Un picnic en la playa
Un plan diferente y con coste prácticamente cero: prepara una cesta de picnic y id comer o cenar en alguna de las playas. Nosotros nos mojamos los pies en la del Goleró, pero la de Punta del Fangar o la de Trabucador también merecen una visita.
Eso sí, recordad que estáis en un parque Natural, un picnic #residuocero y respetando siempre las zonas de acceso limitado, por favor.
Si sois de cuchara y tenedor, hay buenos restaurantes en todos los puntos de información del parque. Más que recomendable Can Faiges, en Poblenou del Delta. No dudéis en pedir el plato estrella, el arroz y el marisco del Delta, son una apuesta segura.
4. En bici, siguiendo el curso del río
Yo, sobre dos ruedas, soy un cero a la izquierda. Pero el desnivel del delta lo hace accesible hasta para los que tenemos habilidad cero con la bicicleta. Las podéis alquilar en varios puntos. Nosotros seguimos el carril bici que sigue el curso del rio. Una ruta de medio día muy recomendable. Otra manera de descubrir el rio y disfrutar de los arrozales.
La verdad es que el Delta ofrece muchas oportunidades de “viajar” en medios de transporte alternativos a los que usamos cada día. Ir en barco hasta la desembocadura o acercarse a las muscleras (plataformas mejilloneras) puede ser un plan excelente para niños un poco más mayores.
Y sé que me dejo muchas cosas en el tintero. Mejor. Así tenéis excusa para ir a descubrirlos vosotros mismos.