14 de febrero, día de San Valentín. Debo reconocer que durante muchos años esta fiesta me pareció más bien un día inventado por las grandes cadenas comerciales para hacer caja que una jornada de festejo. Pero algo ha cambiado.
Ese algo fue el nacimiento de mis hijos que maximizó el sentido de la palabra amor y que me hizo entender que, cualquier celebración que festeje este sentimiento exacerbado y maravilloso, es digna de ser tenida en cuenta.
“AMOR: Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.”
Por eso, porque el amor no es solo el romántico, sino también aquél que sentimos por nuestros hijos e hijas aquí va mi post sobre 5 sitios para celebrar el día de San Valentín con nuestros niñxs.
1. Perderse en el Laberint d’Horta

Un parque de una belleza romántica. Un lugar especial y mágico que nos retrotrae a los cuentos de hadas y de princesas. Un parque del que ya os hemos hablado y al que hay que visitar, al menos una vez en la vida, con nuestr@s pequeñ@s. Ideal para celebrar San Valentín.
2. Un paseo bucólico en el parque de Cervantes
Los jardines del parque de Cervantes son fantásticos “para tener una cita” con nuestr@s hij@s. Pasear entre rosas de mil colores cuando asoma la primavera y tumbarse en el césped a descansar, jugar, hablar y soñar es un planazo exquisito.
3. Aviones sobrevolando nuestras cabezas en El Prat
Si a vuestros minis les gustan los aviones seguro que se emocionarán con este plan. En el Espacio Natural del Delta del Llobregat (muy cerca del Aeropuerto de El Prat) pasan los aviones muy (pero que muy) cerca. Hay unos bancos en los que es posible tumbarse y disfrutar de este (ruidoso) espectáculo.
4. Montar en Las Golondrinas

No hay niño o niña que haya nacido en Barcelona y que no haya montado en Las Golondrinas. En el Moll de Drassanes (a los pies de Colón) podemos tomar uno de estos “ferris” que nos llevará por el interior del Puerto de Barcelona mostrando: El Port Vell, Maremagnum, Imax, Acuario, clubes deportivos, Torre del Reloj, Porta Europa y las Estación Marítima Internacional con los grades cruceros de lujo.
5. Comerse un helado frente al mar
Un planazo tan simple como certero es acercarse a la playa y tomarse un buen helado frente a la playa. Para disfrutar de este plan no es necesario hacerlo bajo un sol abrasador, os prometo que en invierno la experiencia es de lo más placentera. Abrigarse, ver las olas azotando la costa, los surfistas, algún turista despistado e hincarle el diente a un buen helado es lo más. Seguro que los niñxs lo saben apreciar.