Situado en pleno barrio de Conde Duque y en una zona donde cada vez encuentras viejos locales reconvertidos en espacios de moda, se encuentra The Place. Un lugar con mucho encanto donde disfrutar en familia de comida rica y sana.
Llegamos un poco antes de comer para tomarnos el aperitivo y resguardarnos de un frío día de enero en Madrid, y que grata sorpresa el encontrarnos un espacio tan bien decorado y tan acogedor. The Place cuenta con una zona muy luminosa a la entrada y un salón más íntimo al fondo donde poder relajarse sentado en su sofá de piel y al calor de la chimenea. En ambos casos puedes aparcar un carrito con facilidad y los niños tienen suficiente espacio para moverse.
En esta zona disfrutamos de unas cervezas artesanales acompañadas de una tapa de cous-cous. Y para los que sepáis tocar el piano estáis de suerte porque en The Place tenéis libertad de hacerlo.
Para comer nos reservaron la mesa principal de la entrada, me encanta esta parte del restaurante ya que sientes como si estuvieras en casa, con la calidez de la mesa de madera y con el sol entrando por sus grandes ventanales. Nos olvidamos inmediatamente del frío helador que hacía fuera.
En la carta se pueden encontrar ensaladas diferentes, raciones de quesos artesanales e ibéricos, tostas y panini con productos de primera calidad y hasta porchetta, un plato típico de la cocina italiana que consiste en carne de cerdo deshuesada y asada. No dejéis de probarla.
El menú infantil #foodiekids consistía en una crema casera del día, en nuestro caso Sofía optó por la crema de zanahorias y verduras, y de segundo quiche de champiñones, bacon y puerros, que estaba buenísima. Y de postre unas pequeñas galletas de mantequilla totalmente caseras, que si me dejan me las hubiera comido yo todas!
Y si directamente optais por el postre, no os podeis perder la tarta de queso artesanal, de las mejores que he probado, en serio! o su brownie, que según dicen es el mejor de Madrid. Yo eso me lo apunto para catarlo en mi próxima visita 🙂 También cuentan con la opción de brunch durante el fin de semana.
En definitiva, un servicio muy atento, un ambiente con estilo cuidado, y comida con ingredientes de primera calidad.
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Nosotros ya lo hemos visitado unas cuantas veces con nuestra peque y es un gustazo. Te sientes como en casa. Y la zona da para mucho…
El brownie 100% recomendable. Para mi desde luego sí es el mejor de Madrid!