Tener un parque cerca de casa, al que poder ir andando o en bicicleta, es un tesoro. Aunque no es tan frondoso como el Retiro ni tan bonito como el Capricho, el parque Juan Carlos I tiene mucho que ofrecer: un lago de 30.000 m2, una ría de 1.900 m. de longitud, 13.000 metros de paseos, 21 hectáreas de olivar, 19 esculturas al aire libre… Eso sí, es un parque en el que en verano solo se puede ir cuando haya caído el sol, porque las sombras escasean. La primavera es una de mis estaciones favoritas para acudir a él para pasar un día en familia.
Al ser un parque bastante llano, es perfecto para la práctica de la bicicleta. Si no tenéis bici, alquilan de manera gratuita en varios puntos del parque, con tan solo presentar el DNI. Además tienen alguna con sillita infantil. Desde que fui a Amsterdam y llevé a Olivia en una bici con silla delantera, me quedé con ganas de comprarme una para ponerla en mi bici y llevarla de paseo en Madrid. Como al final no lo hice, cuando me apetece montarla alquilo la del Juan Carlos I. Aunque la peque va detrás, también disfruta.
Otra de las cosas que les gusta a los peques es montar en el trenecito, desde el que se puede ver todo el parque durante un paseo de treinta minutos. También es una actividad gratuita.
Además, todos los domingos de abril, mayo y junio tienen programadas actividades familiares gratuitas relacionadas con la primavera. Las hay para niños de 3 a 5 años (“Mariposas de colores” y “La abeja y la flor”) y para los de 6 a 12 años (Mundo maya, Primavera agua, Día de la Madre). Es necesario apuntarse antes por teléfono o en el propio parque (aquí tenéis toda la información).
Y si tenéis cometa, no dudéis en llevarla con vosotras y volarla. Los aficionados a esta actividad se suelen situar en una ladera cercana a la entrada de la glorieta de la escultura don Juan de Borbón.
Por supuesto, hay muchas zonas de columpios, con barcos piratas, tirolinas, pirámides de cuerdas para escalar y hasta un parque exclusivo para perros.
Podéis llevaros la comida y hacer un picnic en una de sus mesas de madera o moveros (en coche o en bus son 5 minutos) a un restaurante cercano muy Mammaproof: Pizzasana (Avenida de los Andes, 5). Allí, además de pizzas y pastas, hacen unas “burgersanas” riquísimas. Tienen carta especial sin gluten y sin lactosa, además de tronas y cambiador (esto último lo estaban esperando pero todavía no les había llegado).
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elena
Hola, estoy pensando hacer un picnic, pero como seremos unas 40 personas, vendría bien encontrar mesas y a la vez juegos infantiles. ¿Sabes por qué lado del parque hay ambas cosas?
Por la zona de los barcos pirata no recuerdo ni asesos ni mesas, por ejemplo.
Gracias.
Un saludo