Nos gusta probar diferentes parques para irnos de picnic. Esta vez vez nos hemos trasladado a Aranjuez y hemos visitado el Jardín del Príncipe. Aquí os lo contamos.
Para comenzar el día Gabriel se equipó con sus bermudas de explorador y su camisa de cuadros, sus gafas de sol y su mochila con sus raquetas de ping-pong para jugar en el campo.
Como salimos sobre las doce de la mañana de casa nos aventuramos a encontrar una localización para comer en el campo, la verdad es que dimos algunas vueltas… pero por fin encontramos un sitio muy cerquita de la entrada de Aranjuez, cercano a la Rana Verde.
El acceso posterior al Jardín del Príncipe cuenta con un lago con un gran número de ocas y patos a los que nos paramos a saludar y darles un poco de pan que llevabamos en la mochila. Allí mismo pudimos “acampar” para comer en una zona de merendero con mesitas de madera y sacamos nuestra empanada de atún.
Después de echarnos crema protectora para el sol, de jugar un rato en los columpios y practicar un poco con las raquetas (más bien…), nos adentramos en los jardines. Corrimos hacia las fuentes…
Y exploramos cada rincón encontrando cosas muy divertidas como sus banquitos de piedra de gran longitud. ¿¿Nos sentamos lejos o juntos??
Dentro del mismo parque se encuentra el Museo de Faluas. Nosotros lo dejamos para cuando Gabi sea un poquito más mayor, pero si teneis niños más grandes no os perdáis esta visita.
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