Con frecuencia me encuentro con personas que me preguntan sobre el porqué de alimentar a nuestra hija con el método del baby-led weaning, que viene a significar algo así como “destete dirigido por el bebé” y que en España se conoce también como “alimentación libre de papillas” y suelo, depende de las ganas, hacer una pequeña introducción sobre los beneficios de este sistema de alimentación complementaria frente al “tradicional” (lo entrecomillo porque no hay nada más tradicional que no triturar la comida, ya que la batidora es un invento relativamente moderno).
Hoy os quiero resumir algunas de esas respuestas para animaros, si se acerca el momento de iniciar la alimentación con vuestros bebés, a probar el que bajo mi punto de vista es el sistema más respetuoso con el bebé, y que hará que el momento de la comida sea un placer ahora, y en el futuro.
VENTAJAS DEL BABY-LED WEANING
Puede hacerlo, e impedírselo, es retrasar su desarrollo
Esto es importante… ¿Obligarías a tu hijo a no caminar o gatear cuando decida hacerlo? ¡Qué locura! ¿Verdad? Pues darles purés cuando están perfectamente preparados para alimentarse con sólidos es retrasar una fase importante de su aprendizaje que mejorará su desarrollo y les enseñará colores, texturas, sabores, temperaturas… El baby-led weaning es un aprendizaje enorme para el bebé y los niños que se alimentan con este sistema desarrollan su sistema motriz fino más fácilmente.
Les ayuda a regular su apetito y saciedad
Y esto les protegerá toda la vida frente a la obesidad… Llevan al menos 6 meses tomando lactancia, ya sea materna o artificial, a demanda. Cuando un bebé está tomando su leche no le presionamos para que tome más, no le intentamos engañar para que de “otro chupito más”, sin embargo, con los purés intentamos toda clase de estrategias para darle otra cucharada. Además, controlamos nosotros el ritmo al que comen, no tienen tiempo de notar cuánto están comiendo y si necesitan más. Con la alimentación libre de papillas el bebé continúa el aprendizaje que inició con la lactancia y aprenderá a gestionar los alimentos que le pide su cuerpo desde el primer momento.
Favorece la experiencia social asociada al momento de comer
Para nosotros, comer no es solo el acto de alimentarnos. Nos reunimos en torno a una mesa para celebrar cualquier cosa, y sin embargo, cuando alimentamos a nuestros hijos con purés, seguimos un horario paralelo y le excluimos de ese momento. Esto tiene dos inconvenientes: Le estamos aislando de ese disfrute en familia, y además, estamos duplicando el tiempo que tardamos en alimentar a nuestro bebé, y a nosotros mismos. El BLW se basa en compartir, aprender juntos, comer juntos -y además lo mismo- (adaptando lo que sea necesario) y hacer de la comida del bebé una experiencia social con la familia. Los bebés alimentados con baby-led weaning, aprenden, por ejemplo, a utilizar mucho antes los cubiertos, ya que ven a mamá, papá, a sus hermanos, utilizarlos y van aprendiendo por imitación para qué sirven.
Mejora la relación del bebé (y del futuro niño, adolescente…) con la comida
Durante el primer año del bebé es capaz de probar cualquier alimento que le ofrezcas sin ofrecer resistencia casi nunca. El brócoli, por ejemplo, que es la verdura por excelencia del BLW, es toda una delicia para cualquier bebé de 6 meses ¿Cuántos niños conocéis que disfruten de comer brócoli? Si aprovechamos esos primeros meses para ofrecerle alimentos sanos y variados, de manera que los pueda conocer, probar, reconocer, oler… cuando crezca, será más propenso a no desarrollar aversiones por según qué alimentos. Los niños que se alimentan sin purés aprenden a disfrutar mucho más de la comida porque nadie les obliga a tomarla.
Es más fácil… y ayuda a que toda la familia coma más sano
La he dejado para el final, pero es tan importante como las demás… Cuidar de un bebé, y no digamos ya si tenemos más de un hijo, requiere atención, energía y tiempo, mucho tiempo… Tiempo que no siempre tenemos. Con el baby-led weaning toda la familia toma la misma comida, esto, por un lado, ahorra mucho tiempo, porque solo se cocina una vez, y por otro, hace que toda la familia tenga que mejorar sus hábitos alimenticios, comer sano, y esta es la manera definitiva de que nuestros hijos desarrollen la mejor de las relaciones con la comida, dándoles ejemplo.
En definitiva, la alimentación sin purés, no solo es posible (siempre con seguridad y bien informados) sino que además tiene muchos beneficios para tus hijos y para toda la familia.
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He leido tu post y me asaltan varias dudas. Decir que “la comida “triturada” no es la tradicional porque antes no había minipimer” es tener unas miras cortas. El puré de papa no apareció con las batidoras modernas, es más, en las tribus amazónicas, se tritura la comida a todos los individuos sin dentadura ya sean mayores o bebés y esto seguramente viene desde que vivíamos en las cavernas.
Por otro lado, hasta que no erupcionan los incisivos y molares temporales y se forma el trípode de estabilidad mandibular no comienzan verdaderamente la capacidad de roer y triturar el alimento. La media de erupción para los incisivos inferiores, los primeros en aparecer, son 6 meses, pero esto puede atrasarse incluso hasta el año en algunos niños por lo que no hay que generalizar.
Denostar un tipo de alimentación haciendo argumentos muy subjetivos no es correcto.
Por otro lado estoy de acuerdo que con la falta de tiempo o de interés por la correcta alimentación parece que El/la Niño/a deba comer en un tiempo determinado y sin disfrutar, para muchos niños puede ser un sufrimiento.