Estos últimos días de agosto hemos aprovechado para hacer una pequeña escapada al norte con los niños. Han sido sólo cuatro días pero nos ha cundido muchísimo. Las distancias entre pueblos son cortas y, a poco que te muevas, te da tiempo a visitar un montón de lugares.
Sábado
El primer día paramos a comer en Vitoria-Gasteiz (a unos 360 Km. de Madrid), una ciudad que no conocíamos y que nos sorprendió por su belleza arquitectónica y lo bien cuidada que está. Sus balcones llenos de geranios rojos y las vías del tranvía escondidas entre la hierba, los edificios antiguos y las fachadas pintadas hacen de Vitoria una ciudad con personalidad propia.
Por la tarde, volvimos a coger el coche y llegamos en seguida a Bilbao que, precisamente, iniciaba sus fiestas con la Semana Grande. Descargamos las maletas en nuestra habitción del Hotel Barceló Bilbao Nervión (situado frente al río y a pocos minutos andando del museo Guggenheim), y salimos a dar un paseo y a buscar dónde tomar algo. De pura casualidad dimos con Panko, un restaurante más que recomendable no sólo por el encanto de su local sino por sus deliciosos pintxos.
Domingo
Por la mañana dimos una vuelta por la ciudad, probamos los bollos de mantequilla típicos (recomendados por Elena, de Mi casa en cualquier parte) y llegamos hasta el museo.
Por la tarde, recogimos el equipaje y nos acercamos a ver la ciudad de Getxo, con sus impresionantes casas junto a la costa. Cruzamos en coche por el el puente colgante hasta Santurce e hicimos una parada en Castro Urdiales, otro pueblo maravilloso del Cantábrico.
Cerramos la jornada en la Posada Sotobosque, un hotel rural muy acogedor y confortable donde dormiríamos el resto de los días.
La posada fue un acierto total. Columpios, un amplio jardín, comida sabrosa y, sobre todo, la hospitalidad y amabilidad de Roberto, su regente, que no pudo ser más atento con nosotros y con los niños.
Lunes
Después de desayunar, paseamos por la ciudad de Santander y, por la tarde, nos apeteció conocer San Vicente de la Barquera. Cenamos en un restaurante estupendo llamado El Náutico, en el puerto.
Martes
Al día siguiente nos apetecía playa, así que cogimos los bañadores y pasamos el día en Santoña, en la increíble playa de Berria. Por la noche, de vuelta al hotel para recoger todo y descansar antes de volver de nuevo a Madrid.
Cuatro días completos pero al mismo tiempo a un ritmo suave, ideal si vais de viaje con niños.
¡Feliz lunes y que empecéis genial el mes de septiembre!
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Ver Política de Moderación de comentariosElena Mi casa en cualquier parte
¡Cómo me alegra que disfrutarais de Bilbao y que probarais nuestros típicos bollos de mantequilla!
Sonia - Pacto de Tres
Tomo nota Celia. Aunque hemos estado en un par de ocasiones, la zona de Euskadi es un paraíso aún sin descubrir para nosotros.