Planes con niñosEn FUNDALAND ¡Todos a cocinar!

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Hay madres y padres a los que les encanta cocinar, hay otros que prefieren comer pero… ¡a todos nos gusta pasar tiempo con nuestros hijos!

Os proponemos un planazo que solo sucede una vez al mes en un lugar maravilloso FUNDALAND, en la Fundación A la Par. Esta Fundación, hasta 2017 llamada Fundación Carmen Pardo Valcarce, se encuentra situada a las afueras de Montecarmelo, con muy buen acceso en coche pudiendo aparcar dentro.

Desde la barrera de entrada de Fundaland ya se respira la inclusión; una persona con diversidad funcional te da la bienvenida, te indica cómo llegar a dónde quieres y te cobra la entrada simbólica de un 1 euro para la mejora del pavimento.

Desde el punto de vista de familias con personas con diversidad funcional, la sensación que da al entrar es la de ser un sitio con el que poder contar, para distintas actividades/servicios/funciones que pueden ir acompañándonos toda la vida. El cole de Educación Especial, ocio, pisos tutelados o trabajar en diferentes opciones como en el taller de mecánica y lavado de coches. La Fundación A La Par defiende la presencia activa de personas con discapacidad intelectual en todos los ámbitos de la sociedad. Así que todos los proyectos que llevan a cabo tienen ese objetivo como máxima.

“Cocina en familia” es una de las muchas actividades que se organizan en Fundaland. Es un taller de unas 2 horas de duración en donde aprenderéis recetas fáciles y divertidas con vuestro hijo un sábado por la mañana.

Disponen de una cocina pequeña monísima, con todo lo necesario para ponerte manos a la obra. Como todo lo que se hace en esta fundación el cuidado está en los detalles: delantales con el logo de la fundación, cada participante con su nombre para poder dirigirte a la gente de manera personal, un menú impreso con las recetas del día para cada participante…

Pero lo más importante de esta cocina es que hay un ingrediente extra: la inclusión.

El taller está dirigido por Leticia San Martín, una cocinera estupenda que tiene su propio catering y que además está comprometida con los valores de la Fundación A la Par, compartiendo con ellos su profesionalidad, experiencia y saber hacer.

Leticia tiene un trato exquisito en equidad dándonos, a las familias con niños con diversidad funcional, más espacio de movimiento, más tiempo, haciéndonos sentir libres para adaptar todo a nuestras necesidades, pudiendo elegir en qué y cómo participar.

Quizás os acompañen en la sesión sus hijos, que son unos pinches estupendos como nos demostraron cuando estuvimos cocinando con ellos.

Os contamos nuestra experiencia de sábado mañanero y cocinero: nos presentamos allí, dos mamis con un niño cada una. Uno de ellos con diversidad funcional, y nos juntamos allí con otros 7 niños, acompañados cada uno por un adulto, padre, madre o abuela.

Lo primero: ¡a lavarse las manos y a ponernos el delantal con nuestros nombres! La chef empezó con el postre y fue organizando las recetas en función del tiempo y para que estuvieran listas para comer al final de la sesión.

Hicimos de entrante hummus acompañado de apio, zanahoria, tomatitos y pan de pita. ¡Muy fácil y sano! De segundo roll de pollo con jamón y queso, una receta que ya he probado en casa y a mi hija le encanta.

Además, si vuestros hijos tienen alguna alergia o tenéis alguna petición especial para el menú, os podéis poner en contacto con ellos, que seguro se ofrecen a planificar un menú acorde a vuestras necesidades, ¡un lujazo!

De postre unas galletas sencillas pero buenísimas de Navidad. Al hacerlas en casa compré unos lápices de colores para decorar, quedaron estupendas y pasamos una tarde muy entretenidas “coloreando” galletas.  Y como en el taller el tiempo está muy bien aprovechado aprendimos a hacer tarta de galleta y chocolate, con la que no vas a fallar nunca.

Después de cocinar compartimos la comida que habíamos elaborado y lo que sobró nos lo llevamos a casa. ¡Salimos del taller habiendo pasado un rato estupendo, habiendo aprendido y con la tripa llena de cosas riquísimas!¿Qué más podemos pedir?

Guiados por Leticia, fuimos uno más. Los padres y los niños que compartieron con nosotros el taller tuvieron una respuesta de normalidad que inspiraba tranquilidad y todo ello con una comida buenísima.

Cocinar desarrolla la motricidad fina, auto-regulación, seguir instrucciones, trabajar con medidas…pero en este taller se aprende algo mucho más importante, aprender a vivir en la diversidad.

 

Categorías: En familia,Planes con niños,Talleres para niños

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