La Casa Museo Lope de Vega presenta todos los sábados y domingos de julio de 2024, un ciclo de producciones teatrales en el jardín del museo, con el objetivo de acercar este arte a toda la familia.
La programación incluye:
“Cómo contar Fuenteovejuna a los niños” de De Títeres Sol y Tierra – 13 y 14 de julio
“Fuenteovejuna” es una de las obras más complejas de Lope, así que esta adaptación se queda con el sentido profundo del texto para acercar la historia al imaginario infantil contándola de forma visual, casi sin palabras, como un conflicto entre un rebaño de ovejas, un pastor y un perro que representa al Comendador. A medio camino entre los títeres y la narración, el espectáculo acercará al joven público a Lope de Vega, a su Casa Museo, y a las escenas más adaptables de la obra mezclando tradición y vanguardia a través de teatro de objetos y teatro gestual.
“Caballero soy” de De La Máquina Real – 20 y 21 de julio
En este original espectáculo de títeres, Cervantes se desdibuja como escritor para renacer como el caballero de la triste figura que siempre quiso ser, narrando en primera persona, y con la ayuda del público, las aventuras y desventuras de su inmortal don Quijote.
En los siglos XVII y XVIII se llamaba “Máquina Real” a las compañías que representaban espectáculos de títeres en los grandes corrales de comedias y, actualmente, la compañía que lleva ese mismo nombre nos trae las sensaciones de aquel teatro a nuestros días.
“Lope sobre ruedas” de Georgina de Yebra – 27 y 28 de julio
Espectáculo de narración oral sobre la vida y obra del Fénix de los Ingenios creado por Georgina de Yebra en coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. En Lope sobre ruedas se recupera la forma tradicional japonesa del Kamishibai o “Teatrito de madera”: en Japón se utilizaba habitualmente colocado en la parte trasera de una bicicleta y así el cuentacuentos podía ir cambiando de ubicación sin dificultad.
La narradora, Gisela Llimona, llega con su Kamishibai para contar “La Dama Boba” y “Gatomaquia”, recitar algunos de sus versos y jugar con las letras, como hacía Lope. Una manera divertida y mágica de acercar a los más pequeños a la literatura del Siglo de Oro.