Teatro para el pequeño público
Piccolino, una oruga de plastilina verde, llega por accidente a una casa en el bosque. En cada estancia, por medio de los objetos que se va encontrando, se acuerda de una canción. Los ojos se dirigen a la pantalla mientras el sonido, los olores, el tacto y hasta el sabor entran por los demás sentidos. Los pequeños disfrutarán de una aventura visual, mientras que las notas de una flauta, una hoja del bosque y el viento les rozan la cara.