Crianza y Salud7 cosas que puedes pedir en tu parto

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Hoy tenemos un artículo en colaboración con Jade, de Matronaonline. Todas las madres que lo hemos sido por primera vez, hemos tenido dudas sobre lo que podemos pedir o no a la hora del parto de nuestro bebé. Aquí tienes 7 cosas que puedes pedir y que se deben cumplir.

  1. RECIBIR TODA LA INFORMACIÓN SOBRE TU PROCESO…O NO.

Tú eres quien decide si quieres recibir toda la información disponible sobre la evolución de tu parto o no. El único caso legal en el que corresponde al profesional sanitario tomar esa decisión, es cuando el hecho de informarte pudiera perjudicar tu salud de manera grave y en ese caso siempre debería dejar constancia de ello en tu historia clínica e informar a tu acompañante de ello. Para todas las demás situaciones, tú escoges. Si optas por recibir toda la información, has de saber que ésta incluye, como mínimo, la finalidad y la naturaleza de cada intervención, sus riesgos y sus consecuencias.

  1. QUE TE RESPETEN EL PLAN DE PARTO

En el plan de parto expones directamente todas tus voluntades de cara al parto: a lo que das consentimiento y a lo que no.

El plan de parto está amparado por la ley, por lo que en ningún caso pueden decirte “esto no te lo podemos respetar porque aquí el protocolo es…“.

Un protocolo es una guía basada en la evidencia que busca orientar el ejercicio profesional para lograr los mejores resultados asistenciales. Puede que el protocolo de tu hospital esté desactualizado en algún punto o simplemente que aunque de manera objetiva un aspecto sea el más adecuado de forma general, en tu caso prefieras otra cosa por los motivos que sean.

Un plan de parto no se “negocia”, no tienes que hablarlo con ninguna matrona o ginecólogo para llegar a un punto de acuerdo o ver qué cosas acepta y cuáles rechaza. La voluntad del paciente viene regulada por la Ley 41/2002 básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.

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  1.  INTIMIDAD Y CONFORT

El parto es un acontecimiento dentro de la vida sexual y reproductiva de la mujer. La intimidad y la tranquilidad favorecen el correcto progreso del parto. Para lograrla, es imprescindible cuidar el ambiente: la puerta de tu sala de dilatación ha de estar cerrada, al margen de miradas indiscretas de quien pase por allí. Hay que favorecer que tu habitación sea lo más parecido a un lugar privado que a una estancia hospitalaria más; puedes usar música, puedes recibir un masaje por parte de tu acompañante, puedes poner en práctica técnicas de relajación, regular la luz…

En gran medida el confort se logra estando acompañada por quien tú elijas: tanto el Ministerio de Sanidad, como la OMS y la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) recomiendan que se favorezca que la mujer esté acompañada de manera ininterrumpida por la persona de su elección durante todo su parto. Si cada vez que entran a cambiarte un suero, a explorarte, a cambiar el empapador, a limpiar… le echan, es interrumpir el acompañamiento (de manera innecesaria, además) e incumplir las recomendaciones de estos organismos de manera injustificada. El acompañamiento ininterrumpido proporciona seguridad a la mujer, disminuye su dolor y facilita el progreso del parto.mammaproof-parto

Elige a alguien que sea capaz de acompañarte de manera activa, calmándote y apoyándote en todo momento, que no se deje llevar por los nervios. Si quieres que te acompañe tu pareja, crees que va a estar muy tensa durante todo el proceso y eso podría influirte negativamente, hay cursos específicos sobre acompañamiento (en centros de salud o de forma privada) para que puedas beneficiarte al máximo de su compañía y esa persona viva el parto implicándose de una manera más satisfactoria para ambos.

Algunas mujeres sienten mayor intimidad si en algunos momentos concretos su acompañante abandona la sala de dilatación (como por ejemplo en las exploraciones vaginales). Por mucho que se fomente el acompañamiento continuo, si en tu caso sientes mayor intimidad y confort estando a solas con el profesional que te atienda no dudes en informar de ello.

  1. QUE PUEDAS MOVERTE

El parto es movimiento. El paso del bebé por el interior de la pelvis es muy complejo, el movimiento lo facilita y permanecer inmóvil lo dificulta. Además, cuando la mujer permanece inmóvil suele ser en posición horizontal en la cama, con lo cual la gravedad no ayuda en el descenso del bebé.

Elige libremente la posición en la que te encuentres más cómoda, el parto es largo y esta posición no siempre será la misma, es más, habrá momentos en los que no encuentres ninguna cómoda. Caminar, usar una pelota para sentarte, ponerte a 4 patas, apoyarte sobre alguna superficie… tú decides tus posturas.

En el caso de que desees epidural, has de saber que existe una técnica conocida como “walking epidural”, que como su nombre indica, permite caminar. La inmensa mayoría de casos en los que la mujer permanece inmóvil durante su parto es a causa de la epidural, que no permite que las piernas sostengan el peso de la mujer y que en ocasiones quedan bloqueadas, pudiendo moverlas con dificultad en la cama. Con la walking epidural (que lleva otra técnica y otro tipo de medicación) se permiten esos movimientos pélvicos tan beneficiosos para el progreso del parto.

La postura durante el expulsivo también es la que tú elijas. La matrona te orientará y aconsejará en función de cómo esté colocado tu bebé en el interior de tu pelvis, para buscar que adopte la postura idónea que facilite su salida, y también en función de la movilidad que tengas si llevas epidural. La postura más desaconsejada para dar a luz (dejando haciendo el pino a un lado, obviamente) es la postura de litotomía, es decir, colocada en el potro boca arriba. Es la más cómoda para el profesional, pero para la mujer y el bebé es la que menores ventajas presenta.

  1. SABER QUIÉN TE ESTÁ ATENDIENDO

Todos los profesionales del hospital están obligados a ir identificados. Tienes derecho a conocer el nombre de cada profesional que te esté atendiendo (no vale con decir “soy la ginecóloga“), su categoría profesional (ojo con los residentes que omiten este dato… todas las residentes de matrona son enfermeras tituladas y los residentes de ginecología médicos titulados, pero ni las unas son matronas, ni los otros ginecólogos. Tienes derecho a saber si están en periodo de formación como especialistas y ellos la obligación de indicártelo). Puedes encontrarte, si vas a un hospital universitario, con mucho personal en tu parto.

Por supuesto los profesionales han de formarse y atendiendo a pacientes es la única forma de hacerlo (ninguno de nosotros querría ponerse en manos de un profesional que sólo hubiera estudiado casos teóricos en un libro), pero esto jamás ha de estar reñido con que todos y cada uno de ellos se presenten ni con el respeto a tu intimidad.

Es decir, que alguien sólo vaya a mirar para aprender no quita que deba decirte cómo se llama, qué cargo tiene y a qué ha ido a tu parto, por ejemplo “hola, soy Lucía, estoy estudiando medicina y rotando por la unidad de neonatología. Nunca he visto un parto, ¿puedo quedarme en el tuyo y ver cómo es la atención que tiene que recibir tu bebé nada más nacer?“.

foto: belén llorente

  1. DECIDIR LOS CUIDADOS DEL BEBÉ

Damos por hecho que el parto ha sido normal y que tú y tu bebé gozáis de un buen estado de salud. Es tu decisión practicar el piel con piel de manera ininterrumpida o no,  que se le realice un pinzamiento tardío del cordón o que se recoja la sangre para donarla o conservarla en un banco privado, que se retrase el momento del primer baño, pesarlo, medirlo, recibir apoyo con el inicio y establecimiento de la lactancia materna o impedir la subida de la leche si has optado por la artificial.

Dentro de los cuidados del bebé, además del aseo se incluyen las pruebas rutinarias que se les realiza tras el nacimiento: la revisión del pediatra, la prueba del talón, la vacuna de la hepatitis B, la vitamina K, el cribado de hipoacusia… Hay hospitales donde todo esto se hace en presencia de los padres, de manera que en ningún caso se separa al bebé de ellos. Si en unos se puede, se puede en todos (recuerdo aquí los procedimientos obsoletos que mencionaba antes).

En la Carta Europea de los Niños Hospitalizados (resolución del Parlamento Europeo de 13 de mayo de 1986) se establece que los niños tienen derecho a estar acompañados de sus padres o de la persona que los sustituya el mayor tiempo posible durante su permanencia en el hospital, sin obstaculizar la aplicación de los tratamientos necesarios para el niño y a contactar con sus padres o con la persona que los sustituya en momentos de tensión. Recuerda que ponerle al pecho en los procedimientos dolorosos está catalogado por la OMS como medida analgésica.

  1. REDACTAR UNA QUEJA O UN AGRADECIMIENTO

Si la atención recibida no ha sido satisfactoria o no se ha respetado tu voluntad puedes notificarlo en Atención al paciente. Puedes hacerlo incluso pasado un tiempo, desde casa, cómodamente desde internet. A veces algunas madres cuentan malas experiencias seguidas de un “¿puedo quejarme de esto?” . Puedes quejarte de todo, en atención al paciente valorarán tu caso y verán si efectivamente se ha procedido de manera errónea o no. Tras una queja el paciente siempre recibe respuesta del hospital y se informa de ella a los profesionales implicados. Sí, lo sé, a no ser que sea algo gordísimo da la sensación de que una queja no sirve de mucho… pero de menos sirve no ponerla. Si hay una situación de la que muchas mujeres se quejan en un paritorio, terminarán aceptando que algo falla ahí.

Puedes usar la misma vía para dejar una sugerencia o un agradecimiento. Creo que es importante informar de esto, ya que desde las privatizaciones en sanidad algunos profesionales han visto mermado enormemente su sueldo y se les ha creado un complemento salarial que solo cobran si reciben un número determinado de agradecimientos en un tiempo concreto. Lógicamente las usuarias desconocen esto, porque nadie lo informa. A veces, madres agradecidas llevan al paritorio una enorme caja de bombones, unas pastas, una emotiva carta o una bonita planta, aunque por supuestísimo no debéis veros en esa obligación, ¡se agradece muchísimo! pero no olvides escribir en Atención al paciente que Menganita os atendió muy bien y que gracias a su labor vuestro parto fue muy satisfactorio. ¡Vuestras quejas, sugerencias y agradecimientos generan un interesante feedback “oficial” para mejorar la asistencia sanitaria durante el parto!.

Categorías: Crianza y Salud,Maternidad y embarazo

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