¿No sabéis qué hacer en las vacaciones de Navidad? ¿Queréis ir a un museo sin colas interminables?
Para empezar, nos dirigimos al Barrio de Cuatro Caminos, calle La Coruña nº 18. Pero esperad, antes de acercarnos y ver el gran rótulo del edificio, os vamos a pedir un favor. Para aumentar la sorpresa, tenéis que cerrar los ojos -confiad en nosotras, os llevaremos de la mano y no os caeréis ni os tropezaréis con nada.
Mientras vamos andando (cuidado, un bordillo), os pedimos que volváis a la infancia, que rememoréis aquellos cuentos que os contaban los abuelos y que quizá hoy día les contáis a vuestros hijos (ya estamos en la entrada. Ahora subimos la rampa). Aquellas descripciones pormenorizadas de un castillo cuidado por un dragón (giramos a la derecha y pasamos las puertas automáticas) cercado por murallas almenadas (subimos al ascensor, piso 3) y rodeado por un gran foso lleno de espinos… ¿lo visualizáis? (ya hemos llegado).
El Museo Tiflológico
La imaginación es el billete de avión de Ryanair más barato, la Lonely Planet más personalizada. Hoy en día, la Imagen es todopoderosa, estamos rodeados de pantallas, carteles, grandes anuncios luminosos que minan nuestro imaginario. Pues bien, acabamos de llegar a un gran lugar, desconocido para las masas, en el que, si queréis, podéis aprender a mirar tocando y escuchando, oliendo y sintiendo. Extended los brazos y preparad las yemas de los dedos, aquí se puede tocar. Ya podéis abrir los ojos: ¡Son preciosas maquetas de monumentos y ciudades de España y de todo el Mundo! Bienvenidos al Museo Tiflológico.
Tiflo… ¿Qué?
Typhlos significa ciego en griego así que la Tiflología es la ciencia que estudia las condiciones y la problemática que rodea a las personas con discapacidad visual, con el fin de desarrollar soluciones para conseguir su plena integración laboral, social y cultural.
El museo acaba de cumplir 25 años. La ONCE lo inauguró en 1992 con la idea de ofrecer a las personas ciegas la posibilidad de acceder a un museo de forma normalizada, sin que la discapacidad visual grave constituyera una barrera insalvable a la hora de disfrutar de la cultura y del arte.
Consta de 3 partes diferenciadas: las maquetas de monumentos arquitectónicos, la exhibición de las obras plásticas de los artistas con discapacidad visual y la exposición de material tiflológico. En este artículo nos centramos en la primera exhibición, recomendamos igualmente visitar las otras dos partes, aunque depende mucho de la edad de vuestros hijos. Por supuesto, estamos en un museo, y como tal, hay que respetar las piezas e investigarlas con cuidado. Que se pueda tocar no significa que se pueda tirar o romper, gran y difícil aprendizaje para mi hijo Olmo, que es un terremoto.
Y es que, una de las herramientas más utilizadas para transmitir conceptos a las personas ciegas y con discapacidad visual grave, son las maquetas.
Cada maqueta se acompaña de folletos impresos, tanto en español como en braille, que describen el “Recorrido táctil” del monumento -sí, si, como en los cuentos. Por ejemplo, para la Torre de Pisa:
La característica más notable de esta construcción cilíndrica es su inclinación, que hoy día alcanza los doce metros respecto a su eje, cayendo el centro de gravedad fuera de su base. Consta de siete cuerpos o pisos cilíndricos rodeados en todo su perímetro por arcos semicirculares y rematados por un octavo cuerpo donde están las campanas…evocador, ¿verdad?
Además, en recepción se pueden solicitar audio-guías gratuitas con dos niveles de información; el primero es el mismo contenido que los Recorridos táctiles y el segundo nivel se corresponde con información sobre el estilo y la época del monumento.
Por supuesto, está 100% adaptado: títulos en braille, códigos QR con información accesible a personas con discapacidad visual a través de teléfonos móviles o Beepcons, balizas inteligentes de guiado diseñadas para facilitar la identificación y localización de objetos cercanos mediante una aplicación móvil. Todo el museo es accesible, con ascensor en todos los pisos y por supuesto los baños. Eso sí, no tienen cambiadores porque el museo se ubica en un edificio de oficinas de la ONCE –un centro de trabajo- sumado a que no es un museo específicamente dirigido a público infantil. Aun así, aceptan sugerencias y propuestas de mejora.
En este museo no solo aprenderéis de arte, también desarrollaréis sensibilidad hacia las personas con discapacidad visual; transmite que somos diferentes en nuestra forma de acceder a la información además de que todos tenemos una amplia diversidad de capacidades.
Y después de la visita al museo, ¿os apetece algo de ambiente navideño?
Exposición de Belenes del mundo en la Fundación San Juan de Dios
Entonces vamos paseando, a menos de media hora andando según el Sr. Google (o cogemos el autobús nº43), hasta la Fundación San Juan de Dios (c/ Herreros de Tejada, 3) en el Distrito de Chamartín. Esta Orden hospitalaria es muy potente en proyectos sanitarios y sociales en muchas partes del mundo.
Abre sus puertas del 1 de diciembre al 5 de enero para ofrecer una Exposición de Belenes del mundo, que es una preciosidad, y un Mercadillo Solidario, de objetos antiguos donados. La recaudación obtenida se destinará a los programas de integración de personas con discapacidad intelectual y sus familias, entre los que destacan Respiro y HumanizArte.
Un grupo de 16 personas con discapacidad intelectual ha elaborado tres murales expuestos en las paredes del Mercadillo, como resultado de su participación en un Taller de Arte Inclusivo.
Y con esto nos despedimos, hasta el 2018. ¡Buenas fiestas y felices paseos invernales por Madrid!
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