¿Que tal vuestro fin de semana?
Nosotros, como ya os conté, el sábado tuvimos nuestra sesión de fotos con El Marco Rojo y fue genial. Me encantó volver a ver a Victor y Antonio, y trabajar de nuevo con ellos. Es siempre tan fácil y divertido…
El caso es que una vez terminada, y aprovechando que estábamos por el centro, nos fuimos a comer al Mercado de San Antón (Augusto Figueroa, 24).
Los que ya me vais conociendo, sabréis lo mucho que me gustan estos planes.
Paseamos por el centro, tranquilamente, sin prisas, ya que la enana se había dormido después de toda una mañana de fotos.
Nos dimos una vuelta por el Mercado para vivir el ambientillo y admirar todos esos puestos de comida tan apetecible…
No sé que tienen los mercados tradicionales que me encantan, será por los colores, porque disfruto con la comida, por el ambiente… No sé qué es, pero tienen algo, ¿no creéis?
Había mucha variedad donde elegir, pero nosotros paramos a comer en un puesto de comida italiana, el GUSTO DELLA’ ACCADEMIA.
Giovanna, una compañera de trabajo italiana, es socia y me avisó esta semana de que tenían una promoción con motivo del Gastrofestival que se está celebrando estos días en Madrid.
Y si una italiana colabora en un negocio de comida italiana, tiene que estar todo buenísimo seguro.
La pizza no defraudó, de masa finita, crujiente…estaba deliciosa.
Primero buscamos un sitio, suele estar difícil, y luego Tacho fue a por la comida.
Pizza y cerveza, ¡que buen menú para un sábado!
Tuvimos suerte y encontramos sitio al final de uno de los pasillos y así pudimos “aparcar” a Martina sin molestar a nadie. Fue buena, y estuvo durmiendo casi toda la comida…
Y cuando se despertó, ¡estaba simpatiquisima!
Justo enfrente de nosotros, teníamos el Delicius Coffee, asi que fue inevitable caer en la tentación de un buen postre…
Aunque tengo que reconocer, que pocas veces me resisto a los postres, son mi debilidad.
Está vez el elegido fue un delicioso crêpe de Nutella. Lo reconozco, soy de buen comer, y la edad me ha vuelto débil… que le vamos a hacer.
Para bajar la comida, nos dimos otra vuelta por el Mercado, así el cocinillas de la casa pudo aprovechar y hacer compra.
Y después de este día tan estupendo, volvimos a casa felices y con esa sensación de agotamiento total que te dejan los días aprovechados al máximo.
Un plan de fin de semana que os recomiendo a todos. El Mercado tiene mucha vida y aunque bullicioso, es muy divertido… ¡y se come fenomenal!
¿Os animáis? Consulta en su web los puestos que hay actualmente.
¡Que paséis buena semana!
