Este año nos apetecía perdernos por algún lugar del norte de España y decidimos junto con algunos amigos que el destino sería Cantabria. Esta vez en lugar de estar más cerca de la costa nos quedamos en el interior, concretamente en Orzales, muy cerquita de Reinosa, y la culpa de esta decisión la tuvo una preciosa casa que nos albergó durante una semana con unas increíbles vistas al embalse del Ebro. La casa era impresionante, espaciosa y con un jardín espectacular donde pudieron correr y jugar los niños y nosotros disfrutar a la vez.
Uno de los motivos de elegir este destino era que queríamos visitar el parque de Cabárceno, mi pareja y yo ya habíamos estado con anterioridad, de hecho recuerdo perfectamente cuándo porque yo estaba embarazada de mi primer hijo, ahora queríamos repetir la experiencia en familia.
Para mi sorpresa, a parte de Cabárceno y acercarnos un día hasta la playa de Noja para pasar una jornada deliciosa, descubrimos que cerca de nuestro pueblo, Orzales, (ojito con el pan tan rico que tienen aquí) también podríamos realizar una ruta con niños muy pero que muy chula.
Lo primero sería visitar el Poblado Cántabro de Argüeso, donde se reproduce la vida de los cántabros en la antigüedad.
Hay un paseo muy agradable hasta llegar al Poblado, lo primero que veremos es una puerta de madera enorme para acceder al él, las cabañas se pueden visitar durante el tiempo que estemos allí y hay guías que nos contarán sobre la vida de los antiguos pobladores .
Os recomiendo llamar antes de ir tanto para aseguraros de que está abierto como para informaros de si se organizan talleres para los pequeños y en ese caso reservar su plaza. Aquí podéis ver más información, precios, etc.
Después del poblado y dependiendo del tiempo que empleéis en la visita, el siguiente destino será Castillo de San Vicente de Argüeso.
Nosotros hicimos las visitas por la mañana y después fuimos a comer, pero podéis ir por la mañana al poblado ,comer y después visitar el castillo… y más si vais en verano que parece que los días cunden más.
Este es un Castillo con mucha vida en verano, realizan actividades como recrear la vida medieval por ese motivo os recomiendo también llamar para ver qué día puede ser el más interesante para vuestra visita.
Por último, ¡a comer! Y nosotros lo hicimos en el Mesón El Castillo, un sitio donde Chema, dueño del lugar, te hace sentir como en casa. La comida está riquísima y está adaptado para niños de todas las edades, con jardín para jugar si hiciera bueno, un parque de columpios en la misma puerta, cambiador, tronas, etc.. un sitio muy recomendado para ir en familia.
Y como Cantabria, ciertamente, es infinita voy a para aquí, porque podría seguir recomendando cosas por la zona.. nuestro viaje desde luego no ha tenido desperdicio.
¿Apetece una escapada familiar al Norte?.