El jardín Botánico se encuentra en pleno centro de Madrid, muy cerca del Museo del Prado y parece mentira que estando en medio del bullicio se respire dentro tanta calma y tranquilidad. Hace poco fuimos a conocerlo con los niños y la verdad es que pasamos una tarde genial.
El jardín Botánico nos ofrece un montón de posibilidades para hacer, desde dar un tranquilo paseo disfrutando de la naturaleza a hacer uno de los itinerarios autoguiados que tienen y en los que poder aprender de árboles, plantas aromáticas, la evolución del reino vegetal y un sinfín de cosas más.
Nosotros optamos por pasear tranquilamente e ir explicando a los peques algunas cosas sencillas de los árboles y las plantas. Ellos lo pasaron en grande saltando y corriendo por los caminos del jardín, jugando en las fuentes, viendo un tronco de secuoya enorme, observando a los jardineros del jardín como trabajaban y disfrutando de la terraza de los bonsáis y de los invernaderos. La verdad es que la variedad de plantas, flores, árboles es enorme y es muy chulo poder ir descubriéndolo poco a poco e ir viendo sus caras de sorpresa cuando les explicas que de ese árbol va a salir un limón o que se acerquen a oler una rosa, desde luego un sitio ideal para fomentar su curiosidad e imaginación.
Para otra ocasión llevaremos un cuaderno con pinturas para que ellos puedan ir dibujando las plantas y flores que más les han gustado.
Además en vacaciones organizan talleres para niños en los que acercarles a las plantas y al mundo vegetal.
Me parece un plan estupendo para pasar un rato en familia disfrutando de la naturaleza sin salir de Madrid.