Al aire libreBarcelona con niños: Tibidabo

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El Tibidabo es el lugar que me viene a la mente siempre que evoco recuerdos entrañables de mi infancia. Una vez al año, mi abuelo “aflojaba la mosca” y nos invitaba a pasar el día en el Tibidado.

Era una excursión de todo un día, que empezaba cuando nos encontrábamos padres, abuelos y niños a primera hora de la mañana en la Plaza Kennedy para coger el tranvía azul, que nos llevaría hasta el pie del funicular en la Plaza Dr. Andreu y, una vez, allí, subíamos hasta la gran explanada de entrada, donde empezaba nuestro particular periplo.

De mayor, he seguido subiendo al Tibidabo al menos una vez al año para montarme en la montaña rusa, en la noria o en la atalaya, otras veces simplemente para pasear.

El Tibidabo de hoy en día es bastante distinto al de mi infancia pero, al mismo tiempo, sigue siendo el mismo: las antiguas mesas de picnic han dado paso a la actual montaña rusa y a los toboganes gratis, la antigua montaña rusa a una plaza dura bastante desangelada, en mi opinión un gran desacierto, sobre todo estético.

Pero yo sigo adorando subir a mi parque, ese parque tan familiar, tan distinto de cualquier otro que haya visitado jamás en las muchas ciudades que he recorrido. Este es mi parque, y ahora también el de mi hijo.

Hace unas semanas subí con mi hijo y su papá, una mañana temprano. Para subir te recomiendo el transporte público: bien coges el bus-lanzadera desde Plaza Catalunya, bien haces la ruta más emblemática del tranvía azul y luego el funicular. ¡No es barato, pero sí muy romántico! Nosotros empezamos nuestra ruta en el funicular de la Plaza Doctor Andreu. (Más info sobre como llegar aquí)

Dentro del parque nos subimos a los caballitos y luego al tradicional avión (tu hijo no pagará la entrada si mide menos de 90 cm).

Y después nos pasamos un divertido rato bajando por los toboganes que se encuentran en la parte posterior del parque, entrando por la entrada situada al lado del hotel. Hay unos cuatro de formas y longitudes diferentes.

No hay mucha gente que los conozca, quizá porque al estar detrás algunas personas no llegan hasta esa zona y se quedan por la parte más visible del parque, pero no te los pierdas; ¡a nosotros nos encantan! Allí vuelvo a conectar con la niña que fui, la que adoraba las sillas voladoras, la montaña rusa y la atalaya. Ahora los toboganes son mi montaña rusa.

Si tu hijo es muy pequeño no sale a cuenta pagar el bono de entrada a todo el parque, porque la mayoría de atracciones son para niños mayores.

En la parte superior del parque hay atracciones para pequeños que pueden comprarse de forma independiente: un trenecito del oeste, unas tacitas, algunos columpios gratis…

…¡y los toboganes!

 

 

Consultad su web para ver los horarios de apertura.

 

 

 

Categories: Al aire libre,Cultura y Ocio

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