EscapadasVisitar Mallorca con niños

No voy a caer en las típicas recomendaciones que podéis encontrar en las guías para visitar Mallorca con niños, que para eso no me necesitáis, sino que os voy a contar sitios donde una mallorquina encuentra un rincón de tranquilidad y paz, a unos metros donde la masificación es palpable.

Visitar Mallorca con niños. Día 1.

Playas y calas en Mallorca hay muchísimas, a cual más bonita y paradisiaca, pero el inconveniente es la masificación que hay en verano, sobre todo en las playas de fácil acceso que la mayoría de guías clasifica como “familiares” o en las calas donde el espacio es más reducido y el metro cuadrado se rifa.

Playa de Es Trenc, ¿os suena verdad? Es una de las playas más conocidas de Mallorca por su extensión y su agua cristalina. Para llegar a esta playa el acceso es fácil y hay un parking enorme, por lo que difícilmente te quedarás sin sitio vayas a la hora que vayas, eso sí, cuanto más atrás más tendréis que caminar hacia la playa.

Una vez en la playa veréis esa masificación de la que os hablo, sinceramente no entiendo que la gente se estanque ahí, justo en la entrada. Pero es así, y por eso la primera impresión siempre es de “uffff, cuanta gente”. Pero yo os aseguro que si camináis 10 minutos a la izquierda, casi llegando enfrente del islote o un poquito más a la derecha el esfuerzo tendrá su recompensa. Eso sí, solo apto para familias de mentalidad abierta a quienes no les importe compartir espacio con algún nudista o pareja gay.

Esta foto hecha con el móvil, no he querido editarla para mostraros la realidad del agua y la poca gente que había a nuestro alrededor un domingo de agosto!!!

Después de un día de playa podéis visitar la granja de avestruces, Artestruz, a tan solo 10 minutos en coche saliendo de Las Salinas de Es Trenc. En ella podéis tomar algo y relajaros mientras vuestros hijos montan en avestruz!. Una actividad muy diferente y divertida para los niños.

Visitar Mallorca con niños. Día 2.

Desplazándonos al otro lado de la isla, al norte, otra playa que recomiendo es la Playa de Muro o Can Picafort, realmente es la misma bahía y el mismo agua, solo que son partes de la playa que pertenecen a poblaciones costeras diferentes.

Muro es un poco más turística que Can Picafort, pero ninguna lo es tanto como Alcudia, por lo que aunque la playa de Alcudia también es bonita por su extensión, siempre es preferible conducir un poquito más.

A lo largo de toda la carretera hay entradas a la playa, pero por ejemplo una buena entrada es la del Sector II de la Albufera. Además, algo que tienen a favor estas entraditas con chiringuito es que siempre hay alguna ducha.

Si habéis optado por pasar el día en la Playa de Muro, qué mejor que refrescaros con un buen mojito en el bar de El Laberinto mientras los niños se divierten en los castillos hinchables o en un laberinto de madera donde los niños tendrán que agudizar su orientación para encontrar una serie de sellos y memorizar unos cuadros además de encontrar la salida!!.

La actividad es más divertida si se hace en familia.

Pero si vuestra elección ha sido pasar un día de playa en Can Picafort, por la tarde podéis pasear por el Paseo Marítimo hasta la Plaza Cervantes donde colocan castillos hinchables en verano o llegar hasta la cafetería Mar y Paz (Apartamentos Mar y Paz) a tomarse un refresco (o otro mojito!).

Disfrutar de la zona chill-out y de las vistas mientras los niños chapotean en una piscina de agua de acuífero… ¡es un planazo!

Visitar Mallorca con niños. Día 3.

Os recomiendo un paseo en tranvía por Sóller (Mallorca). Sóller es uno de los pueblecitos costeros más bonitos que tiene la isla, tiene un encanto especial, y aunque es bastante turístico, a los mallorquines nos encanta pasear por sus callecitas, los sollerís manejan bien el binomio local/foraster.

Es uno de los pueblos que me gusta recomendar a la gente que viene de vacaciones a Mallorca, porque además del atractivo que de por sí ya tiene este pueblecito se le une un viaje en tren y/o tranvía muy divertido para los peques.

Desde Palma se puede coger un tren centenario muy bien conservado hasta Sóller, aunque el inconveniente es que se hace un poco pesado para los niños, por lo que recomiendo cogerlo desde Bunyola, a mitad de camino, porque además de ahorrarte un poco de dinero, es cuando realmente empieza la belleza del paisaje. Tengo que reconocer que el precio del tren no es barato, ni siquiera para residentes, por lo que salvo que tu hijo sea un apasionado de los trenes, tengo otra propuesta de plan mucho más aceptable para la economía familiar.

La segunda propuesta es ir en coche hasta Sóller (pagando el peaje correspondiente – y sí, en Mallorca tenemos peaje!). Una vez en Sóller podemos pasear para visitar el pueblecito. Si vamos en sábado disfrutareis de un mercado artesanal en la plaza de la Iglesia, y tras nuestro paseo coger un tranvía que nos llevará al Puerto de Soller. Es muy divertido y con un paisaje muy bonito donde se pueden hacer fotos preciosas.

Una vez en el puerto podemos disfrutar de un paseo al lado del mar, comer en alguno de los restaurantes o llevarnos un picnic para comer en la playita.

Y por supuesto, no hay que dejar de probar los helados hechos en Soller, ¡muy ricos!

Mallorca ofrece muchísimas posibilidades para toda la tribu. ¿Preparados para descubrirlas?