El Tibidabo es un parque de atracciones familiar situado a 500m sobre el nivel del mar, en el parque natural de Collserola, en la ciudad de Barcelona. Un parque más que centenario, con muchísima historia detrás y un reto (conseguido) de actualizarlo y adaptarlo a todo tipo de público visitante. Un parque lleno de propuestas para todas las edades, atracciones para todos los gustos y espectáculos atractivos.
Un parque del cual nosotros tenemos muchísimos recuerdos y experiencias a lo largo de los años, ya que hemos crecido visitando el parque y así han seguido nuestros hijos, así que un placer visitarlo de nuevo. Acompañadnos y ¡os lo contamos!
El parque de atracciones Tibidabo
El Tibidabo está situado en la cima de la montaña, en el parque natural de Collserola, con unas vistas que quitan el hipo. Está dividido en distintas partes, el Área Panorámica i el parque de atracciones en sí. El Área Panorámica (también llamado Camí del cel) es de acceso gratuito y dispone de espacios lúdicos donde pasar un buen rato, fuentes de agua interactivas para remojarse cuando hace calor, toboganes gigantes, paseos por el bosque, amplias zonas de picnic y restauración… también algunas atracciones para peques y las más emblemáticas del Tibidabo, que os harán disfrutar y retroceder en el tiempo. Podéis acceder a ellas con tickets individuales que podéis adquirir en las taquillas del parque, o comprar el pase Atracciones Emblemáticas.
Si queréis acceder al resto del parque Tibidabo, que es lo que hemos hecho nosotros, tenéis que adquirir la entrada completa, que os da acceso ilimitado a las atracciones del Área Panorámica y a las del parque, distribuidas por toda la montaña.
Llegar al parque es fácil con la Cuca de Llum, el renovado funicular que tanto nos gusta y que te deja en la entrada del parque (al final de la crónica os explicamos las distintas formas de llegar al parque). Un trayecto donde ya empiezas a disfrutar de las vistas a la ciudad de Barcelona y que arriba, se vuelven espectaculares.
El Tibidabo a lo largo del año tiene distintos horarios de apertura y cierre , así que vale la pena mirarlos bien antes para poder haceros una idea del tiempo que disponéis para visitarlo. En nuestro caso, abrían a las 11 h y cerraban a las 22 h, así que ¡tuvimos un día completo para disfrutar! Nuestra primera misión fue ir a descubrir la nueva atracción de caída libre, Merlí, una atracción brutal que no deja indiferente. Espectacular. Eso sí, no apta para personas con vértigo; una caída libre con vistas panorámicas que se eleva 52 metros sobre la ciudad de Barcelona y si le sumas los 500m sobre el nivel del mar de la montaña, la espectacularidad de las vistas se incrementa. ¡Nos encantó!
Después aprovechamos para seguir subiendo a las atracciones de la misma zona: tened en cuenta que el Tibidabo tiene distintos niveles (plantas), y subir y bajar cada momento no vale la pena (aunque lo han facilitado mucho, os lo contamos más adelante). Así que seguimos con la Muntanya Russa, el tren Virtual Express (un tren de la mina con realidad virtual) , el Diavolo, el Castell dels Contes (apta para todas las edades), la Mina d’Or (atracción acuática), el barco Piratta...y desde aquí volvimos a subir.
Hay atracciones para todas las edades distribuidas por todo el parque, muchas para peques y otras muchas para más mayores como todas las mencionadas anteriormente y el tan conocido Hotel 666, donde reír y pasar miedo, van de la mano.
Ahora también tenéis disponible el Espai 666, una sala con exposición de fotos de la trayectoria del Hotel 666, y donde poder haceros fotos con personajes terroríficos. También hay atracciones de realidad virtual y nos encantó InteracTibi (aquí los mayores se lo pasan genial compitiendo), con pistolas laser. El cine 4D Dididado es muy chulo para toda la familia, sobre todo para los más peques.
Atracciones emblemáticas
Y de aquí pasamos a las atracciones más emblemáticas, las que nos devuelven a nuestra infancia y a la de tanta gente antes (el parque tiene ¡más de 120 años!), y la gran mayoría accesible a todos los públicos (consultar las limitaciones de acceso): Embruixabruixes (o “Buri-Buri” para los nostálgicos como nosotros), L’Avió, la Talaia, la Giradabo, el Carrusel,… Y ya que hemos acabado en el Área Panorámica, aquí si os adentráis en la zona boscosa, encontraréis muchas atracciones para peques muy peques y la zona de juegos de agua y toboganes gigantes. También hay la atracción Beyond de realidad virtual que te permite conocer mundos mágicos.
Espectáculos
A nivel de espectáculos, el parque ofrece opciones de calidad, que nos han encantado: el Marionetarium, como siempre, precioso, con sus perfectas y complejas marionetas, el espectáculo de las mascotas del parque: TI, BI, DA y BO, que hará las delicias de los más peques, y sobre todo, el espectáculo nocturno: Laser Show. Un show con láser, que nos encantó, con las vistas de Barcelona de noche de fondo. Espectacular. También podéis descubrir el Museu d’autòmats, una sala modernista donde se exponen estas máquinas tan peculiares y donde podréis interactuar con ellas.
Restauración
Y cosa importante cuando vas a pasar el día en un parque de atracciones es la restauración: la oferta de comida en el parque es cada vez más amplia. Es un parque pequeño y hay tres áreas de restauración más grandes, y pequeñas zonas de, podríamos decir, estilo Food Truck. Además hay zona de picnic. Nosotros comimos unos menús de pizza en la Taverna del Castell, que estaban buenas y además la atención fue exquisita. Para cenar, esta vez no nos llevamos tampoco comida, y cogimos unos hot dogs, y una focaccia y unas fresas en el nuevo local de comida saludable en el Área Panorámica: Green, accesible a todo el público, ya que es la zona pública y de acceso gratuito. La sostenibilidad en el parque es un objetivo claramente marcado, y la reutilización de vasos, por ejemplo, reciclaje en todas las zonas de papeleras, iluminación eficiente…y ahora con la incorporación de comida más saludable, hace que poco a poco se consiga de pleno este objetivo. Aún queda trabajo por hacer, pero se ve.
Y por último, mención especial a las vistas y a la iluminación del parque Tibidabo cuando cae la noche: un espectáculo que nadie debería perderse. Ah! Y desde el Embruixabruixes, al atardecer, vais a poder disfrutar de como se esconde el sol, con vistas al Vallès Occidental. Impresionante.
TibiClub
Si todo esto os ha gustado, arriba en el área Panorámica al lado de la tienda (cuantas tentaciones), tenéis la oficina de información y del TibiClub, el carné anual que os permite acceder al parque todo el año a un precio familiar més que atractivo. ¡Sale mucho a cuenta!
Accesibilidad
Desde Tibidabo trabajan año tras año para adaptar las instalaciones, atracciones y servicios para personas con movilidad reducida, así como para personas con diversidad funcional, para que todas y todos puedan disfrutar del Parque. Hay atracciones con espacios habilitados para sillas de ruedas, por ejemplo, y otras que permiten y facilitan el acceso pero los asientos no están adaptados. Podéis consultar el dossier aquí para tener claro dónde podréis subir.
Además, el parque está absolutamente adaptado para visitar en familia, con cochecitos incluidos. Es un parque con muchas subidas y bajadas, ya que está en plena montaña, pero lo han sabido sortear y solucionar bien desde hace ya unos años con unos ascensores panorámicos (gestionados por personal del parque que facilitan el acceso) que permiten acceder a todas las plantas con facilidad, a las personas con movilidad reducida y a todo el público en general. Muchas atracciones destinadas a los más peques de casa y hasta hay baños para niños y niñas adaptados a su tamaño. Cambiadores, sitios para sentarse en la sombra, espacios refrescantes cuando hace calor…facilitan la visita al público familiar.
Queremos añadir aquí, que el personal del parque, tanto en las atracciones como en los espectáculos y locales de restauración, han sido muy atentos y amables, en general y podríamos decir al 100%. Una cosa que tendría que ser “normal” pero que no ocurre a menudo y la cuál agradecemos mucho.
Cómo llegar
Llegar al Tibidabo es fácil y ahora más que nunca, sostenible. Uno de los objetivos del parque era reducir el transporte privado y el tráfico rodado en la cima, y reto conseguido. Así que ¿Cómo llegar?
Se ofrecen tres opciones de ruta en transporte colectivo hacia Tibidabo. Estas salen de tres puntos diferentes de Barcelona (Vall d’Hebron, Plaça Kennedy y Plaça Doctor Andreu). En caso de que deseéis subir a la montaña en transporte privado, disponen del Aparcamiento de la cima del Tibidabo, de pago y con plazas limitadas, que se puede reservar vía web (muy recomendado en temporada alta)
La puerta de acceso al Tibidabo es la Cuca de Llum, el nuevo funicular, incluido en todas las tipologías de entrada (y con opción de adquirir billetes individuales), que permite subir a la cima de la montaña de la forma más rápida, cómoda y sostenible. Se coge en Plaça Doctor Andreu. Para llegar hasta ella, ofrecen dos rutas en transporte colectivo: TiBi Bus T2B (desde el aparcamiento Sant Genís, en Vall d’Hebrón, y TiBi Bus T2C (desde la Plaça Kennedy).
Nosotros aparcamos el coche en el aparcamiento BSM Sant Genís,en Vall d’Hebrón, en la entrada de Barcelona, donde hay unas taquillas del parque. Allí cambiamos las entradas (recomendable comprarlas online) por las pulseras que nos permiten acceder al parque Tibidabo. En las taquillas, recordad mostrar el ticket del parking, os lo validaran y tendréis un bono que a la salida os permitirá pagar solo 4’20 euros todo el día. Desde aquí, cogimos el TiBi Bus T2B en la misma puerta, que nos llevó a la Cuca de Llum, incluídos los dos en la entrada al parque. Y en 4 minutos de trayecto de la Cuca de Llum estuvimos en el Tibidabo. (Contad 20 minutos entre bus y Cuca de Llum). Tenéis toda la info necesaria aquí, donde encontraréis que opción se adapta mejor a vuestras necesidades.
Pasamos un día magnífico, y nos reconciliamos con el parque. La última vez fue hace dos años y salimos desencantados. Pero esta vez, todo fue sobre ruedas, se ve el trabajo enorme que hay detrás, y se palpa y se disfruta.
El parque se ha actualizado muchísimo, está limpio y bien cuidado, y la cada vez más amplia oferta de atracciones hace que todos y todas disfrutemos, independientemente de la edad, condición física, gustos… Ha sido un placer visitar de nuevo el Tibidabo ¡Hasta pronto!
Los buenos momentos en familia, siempre quedan en la memoria.
