Como mamá y astróloga, quisiera compartir uno de los recursos que me han funcionado para el acompañamiento emocional en casa, que puede resultar de gran ayuda en situaciones de estrés, duelo o emergencia.
Cuando hablamos de las emociones, desde el punto de vista astrológico, hablamos principalmente de la LUNA.
La LUNA es el mundo emocional, cómo los niños sienten las emociones, cómo las viven, también simboliza a la mamá, el hogar, el refugio, la zona de seguridad y de calma. La LUNA es el BÁLSAMO que permite regular las emociones del niño hasta que esté maduro para hacerlo él mismo.
Sobre todo de los 0 a los 7 años los niños no tienen todavía la capacidad biológica de gestionar las emociones por si solos. Ahí es donde la LUNA astrológica viene al rescate para calmar y dar seguridad.
Lo que más necesita la LUNA para calmarse es la VALIDACIÓN. Y ahí es donde los adultos podemos ayudarles para PONER NOMBRE a aquello que sienten y acompañarles para que puedan RECONOCER y EXPRESAR todos las emociones que surjan. La validación es un valioso regalo para los peques ya que constituirá los cimientos de su inteligencia emocional.
En el libro GUÍA MONTESSORI DE LA EMOCIONES (Ed. LAROUSSE) de la educadora Marine Duvouldy, un niño llamado Lucas y su gato Orion se embarcan en un viaje por la galaxia de las emociones donde descubrirán 6 planetas, cada uno representando una emoción: la CÓLERA, la TRISTEZA, el MIEDO, la ALEGRÍA, la VERGÜENZA y el AMOR. Orión en realidad, es el que impulsa a Lucas a investigar cada emoción y le anima a aprender a recuperar la calma, primero RECONOCIÉNDOLAS y ACEPTÁNDOLAS y luego con varias actividades creativas aprender a CALMARLAS.
Para esta práctica me he centrado en el planeta del MIEDO y en la visualización como recurso.